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lunes, noviembre 17, 2025

El Recoleta celebra 45 años con dos nuevas muestras sobre arte, naturaleza y geometría

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En el marco de las celebraciones por los 45 años de su fundación, el Centro Cultural Recoleta presentó dos nuevas exposiciones: Lo que arrastra la corriente, que toma eje el agua y los ríos, entendidos como espacio público y territorio afectivo, en la sala 4, y Punto de mira, con obras de María Martha Pichel, que propone una exploración entre la pintura y la práctica del tiro con arco, en la sala 13.

Agustín Miguez participa con su obra de la muestra Lo que arrastra la corriente en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta. Foto: gentileza.Agustín Miguez participa con su obra de la muestra Lo que arrastra la corriente en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta. Foto: gentileza.

Obras de María Daud, Inés Tillous y Agustín Míguez conforman la exposición Lo que arrastra la corriente, en la planta baja del centro cultural, donde se despliega el trabajo de estos tres artistas que, desde distintos territorios del país, vuelven a mirar los ríos que los vieron crecer.

María Daud participa con su obra de la muestra Lo que arrastra la corriente en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta. Foto: gentileza.María Daud participa con su obra de la muestra Lo que arrastra la corriente en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta. Foto: gentileza.

Curada por Violeta González Santos y Mercedes Lozano, integrantes del colectivo Híbrida Laboratorio, la muestra propone un recorrido sensible y político sobre el agua como fuente de identidad, memoria y transformación, a través de tres cuencas fluviales destacadas de la Argentina.

Inés Tillous participa con su obra de la muestra Lo que arrastra la corriente en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta. Foto: gentileza.Inés Tillous participa con su obra de la muestra Lo que arrastra la corriente en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta. Foto: gentileza.

Los artistas y los ríos

“El tema que vincula a los artistas son los ríos. Cada uno se relaciona con el suyo de una manera distinta, pero siempre con el río que los vio crecer –explica la curadora colombiana Violeta González Santos en diálogo con Clarín–. Nos interesaba que se vincularan con el agua ligada a sus historias personales. Es su territorio y las obras están muy situadas”, añade sobre la exposición que fue seleccionada en la Convocatoria de Artes Visuales 2024 del Centro Cultural Recoleta.

Lo que arrastra la corriente, en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta. Foto: gentileza.Lo que arrastra la corriente, en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta. Foto: gentileza.

La sala, dividida en tres secciones, presenta distintos modos de relación con el agua. La artista cordobesa Inés Tillous trabaja sobre el río Cuarto –también conocido por su nombre originario Chocancharava– hoy cercado por muros que impiden el acceso en su pueblo natal, La Carlota. “Ella decidió buscar ese río”, cuenta la curadora. “Pegó carteles que decían ‘Se busca el río Chocancharava’, convocó testimonios por radio y navegó el cauce con frases flotantes –talladas en telgopor– como ‘era más profundo’ o ‘el agua era más clara’, convertidas en palabras que derivan como pequeñas balsas poéticas”.

En el centro de la sala, el artista santafesino Agustín Míguez transforma el río Paraná en escenario mítico y multicolor, que da un carácter mágico al litoral. Su video que combina animación 3D y dibujo con carbonilla, de lianas que se expanden sobre la pared de la sala, imagina el origen de esas criaturas que emergen del agua, se convierten en aves y finalmente vuelan libres. “Es una mirada más fantástica y pop –dice la curadora– pero igualmente ligada al territorio”.

La tercera sección alberga la producción de María Daud, artista oriunda de Santiago del Estero quien dialoga con el río Dulce desde la intimidad. En sus foto performances y video “Ensayos para un horizonte”, aparece junto a sus hijas jugando con espejos sobre la orilla. “Intentan crear un horizonte unificado –explica la curadora–, pero cada reflejo es distinto, como en una familia, donde cada una percibe el paisaje a su modo”, detalla.

El agua, en todos los casos, se presenta como un cuerpo vivo y simbólico. “Creemos que los ríos son creadores de identidad, pero también lugares de desecho, de frontera, de extracción”, afirma Santos. “Desde Híbrida tenemos una mirada ecofeminista: entendemos que lo que le pasa a los lugares que habitamos también le pasa a nuestros cuerpos”.

Lo que arrastra la corriente, en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta. Foto: gentileza.Lo que arrastra la corriente, en la sala 4 del Centro Cultural Recoleta. Foto: gentileza.

El texto que acompaña la muestra –ploteado sobre la pared de la sala– funciona como poema y como pregunta, presentado bajo el título “Instrucciones para invocar un río”. Como si fuera un verso, el inicio reza “Pensar en el río, ir hacia él. / Llegar a su orilla. / de a poco, caminando lento…”. Para la curadora, se trata de dejar el interrogante planteado, a cada una de las personas que visitan esta muestra: “¿Cuál es el río que te atraviesa?”. La exposición permanecerá hasta marzo de 2026 en el centro cultural de Junín 1930.

La fuerza simbólica de la geometría

En tanto, en el primer piso del Recoleta, en la sala 13, se puede visitar Punto de mira, de María Martha Pichel, que invita a reflexionar sobre la fuerza simbólica de la geometría en conexión con el cuerpo y la acción, a través de una veintena de obras. Con curaduría de Laura Isola, la muestra reúne una serie de pinturas inspiradas en la secuencia de tiro con arco y flecha, resaltando acciones esenciales y cronológicas: postura, encaje, dibujar, apuntar y soltar.

Punto de mira, de María Martha Pichel, explora la geometría, el cuerpo y la concentración a través del vínculo entre pintura y arquería. Foto: gentileza Centro Cultural Recoleta.Punto de mira, de María Martha Pichel, explora la geometría, el cuerpo y la concentración a través del vínculo entre pintura y arquería. Foto: gentileza Centro Cultural Recoleta.

En la sala, cada obra se dispone de manera inusual, sobre caballetes de contención reales provenientes de la Escuela Metropolitana de Tiro con Arco, donde la artista suele practicar. “La idea fue disponer la sala como si fuera un lugar de tiro. Algunos caballetes son los mismos que se usan para sostener los blancos; otros son caballetes de pintura. Me interesaba esa doble función: pintar y apuntar”, explica María Martha Pichel a Clarín.

Durante la pandemia, la artista cuenta que retomó la geometría, un lenguaje que había explorado décadas atrás. “Siempre sobresalía la figura del círculo –dice–. En ese momento el círculo era contención, refugio, protección. Después me di cuenta de que en realidad estaba pintando blancos”. A partir de esa intuición, vinculó su práctica pictórica con el tiro con arco, una disciplina que comenzó a practicar hace unos años. “Un día me dije: estoy haciendo dianas, y ahí surgió la idea de unir esos dos mundos”, enfatiza.

Punto de mira, de María Martha Pichel, explora la geometría, el cuerpo y la concentración a través del vínculo entre pintura y arquería. Foto: gentileza Centro Cultural Recoleta.Punto de mira, de María Martha Pichel, explora la geometría, el cuerpo y la concentración a través del vínculo entre pintura y arquería. Foto: gentileza Centro Cultural Recoleta.

Según explica la curadora, “los círculos de Pichel, constantes en su obra, dialogan con las dianas de la arquería. El ‘punto de mira’ no es el lugar donde impacta la flecha, sino el punto de referencia para dar en el blanco. Esa diferencia mínima abre un campo poético: lo que uno busca alcanzar no siempre se logra de manera directa”.

El texto curatorial cita a la campeona británica de arquería Alice Legh: “Un gran secreto es ser muy silenciosa y bastante deliberada en todos tus movimientos; nunca apresurarte, nunca levantarte bruscamente, no hablar ni mover los pies”. Esa misma concentración –casi meditativa– busca replicar la artista con su gesto. “Cuando pintás o tirás con arco hay algo de precisión relajada. No se trata de forzar, sino de encontrar el equilibrio justo”, desgrana Pichel.

Punto de mira, de María Martha Pichel, explora la geometría, el cuerpo y la concentración a través del vínculo entre pintura y arquería. Foto: gentileza Centro Cultural Recoleta.Punto de mira, de María Martha Pichel, explora la geometría, el cuerpo y la concentración a través del vínculo entre pintura y arquería. Foto: gentileza Centro Cultural Recoleta.

El color, vibrante y lúdico, ocupa un lugar central en estos círculos geométricos que destacan en cada lienzo, así como también en algunos de los blancos utilizados en la práctica de arquería, exhibidos en la sala como obras individuales.

El recorrido propone descubrir las posibles analogías en ambas disciplinas –el arte geométrico y la arquería– a partir de los gestos compartidos: la concentración, la tensión, la inmovilidad y el deseo.

Lo que arrastra la corriente y Punto de mira en el Centro Cultural Recoleta (Junín 1930) de martes a viernes de 12 a 21 y sábados, domingos y feriados de 11 a 21.

Redacción

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