Con comida caliente, ducha, abrigo y atención integral, comenzó a funcionar el dispositivo de contención para quienes no tienen techo. También hubo asistencia médica y acompañamiento psicológico.
Con fuerte contenido humano y en medio de la emergencia por bajas temperaturas, el refugio nocturno para personas en situación de calle abrió sus puertas y asistió a 51 personas durante su primera noche de funcionamiento.
El espacio, coordinado entre organismos gubernamentales y la Red Solidaria, ofreció cena caliente, ducha, cama en lugar calefaccionado y atención integral, incluyendo acompañamiento psicológico y chequeos de salud básicos.
“Es una herramienta concreta para que nadie quede a la intemperie”, destacaron desde la organización. Vehículos oficiales y móviles de voluntarios estuvieron disponibles para realizar traslados durante toda la jornada.
La iniciativa forma parte de un dispositivo especial por ola polar, que apunta a garantizar contención y dignidad a personas en situación de extrema vulnerabilidad.
Desde el gobierno confirmaron que el refugio seguirá funcionando todas las noches, mientras continúe el frío extremo, y que ya se trabaja en ampliar la capacidad de respuesta con más recursos y voluntariado.