El Reial Club Marítim de Barcelona ha diseñado un ambicioso proyecto para construir su nueva sede en el Port de Barcelona.
Tras varios meses de estudio, el Marítim ha visto una gran oportunidad en la antigua terminal de la empresa Baleària, que se encuentra junto al complejo del World Trade Center. “El espacio está inoperativo desde la celebración de la Copa del América y pensamos que es el lugar ideal para la nueva sede. Es más grande que el emplazamiento actual ubicado junto al centro comercial Maremagnum. Se está quedando pequeño y obsoleto”, comenta Alberto Díaz, que este año ha sido elegido presidente del club centenario.
El proyecto contempla ampliar la superficie de 3.500 a 5.000 m2 y pasar de 300 a 500 amarres
La iniciativa se encuentra en fase inicial. De momento, el RCMB está en conversaciones con el Ayuntamiento de Barcelona y el Port de Barcelona para elaborar el anteproyecto. “Queremos ser colaborativos e inclusivos. Nos gustaría que la nueva sede suponga el destino final de la nueva pasarela proyectada en la Rambla de Mar y que así quede abierta a toda la ciudadanía”, apunta Díaz.
El RCMB calcula invertir 6 millones en las obras del espacio. “Somos conscientes de que una reforma de esta envergadura implicará un desembolso adicional, que puede incrementar la inversión hasta un total de 10 millones de euros”, comenta. El capital procederá de financiación bancaria y recursos propios del club. Actualmente, el Maritim está formado por 680 socios, aunque los usuarios son muchos más ya que el club dispone de escuelas de vela y remo.

Alberto Díaz, nuevo presidente de este club
Llibert Teixido
Con esta inversión, el club espera dar un salto de escala. El proyecto contempla un incremento de la superficie, al pasar de 3.500 a 5.000 m2, y un aumento de los amarres disponibles, de 300 a 500. Además, el club proyecta la construcción de un nuevo varadero y de una piscina donde los usuarios practican el entrenamiento de remo. Si los trámites salen adelante, las obras empezarían el próximo año y terminarían a finales del 2028. “Sobre el papel las fechas cuadran pero somos conscientes que el proyecto podrá acumular retrasos a causa de la magnitud de la obra”, comenta.
De momento, el RCMB es la única entidad que ha manifestado públicamente su interés en ocupar la antigua terminal de Baleària. Sin embargo, el club reconoce que pueden aparecer otras organizaciones interesadas en el espacio. “El Port de Barcelona abrirá un concurso para adjudicarlo pero creemos que vamos a ser los favoritos”, asegura Díaz. El presidente añade que por razones históricas y por la proximidad con la sede actual, lo más lógico es que el RCMB se traslade a la nueva ubicación.
Si finalmente se materializa, esta sede promete abrir una nueva etapa dentro del club, que en las últimas dos décadas ha visto como la cifra de socios ha caído de unos 2.000 a 680. “La crisis financiera y la pandemia de coronavirus fueron golpes duros para la actividad del centro pero ahora tenemos una oportunidad para volver a crecer y fortalecer nuestro vínculo con la ciudad”, concluye Díaz.