«La capturamos (a Koi) el 21 de febrero de 2024. En ese momento estimamos que tenía entre tres y cuatro años», comentó Emiliano Donadío, biólogo e investigador a cargo de ese proyecto en Parque Patagonia, por la fundación Rewilding Argentina.
Ese día era pleno verano. Hace ya un año y tres meses que siguen sus pasos mediante un collar satelital que pudo monitorear la odisea que volvió famoso al animal: recorrió 400 kilómetros desde la meseta hasta la costa atlántica en la provincia de Santa Cruz, para volver a su hogar.
La hembra de origen silvestre viajó en línea recta desde diciembre 2024 hasta enero 2025, por lo que pasó de un año a otro en plena travesía. Todo el trayecto -400 kilómetros- duró aproximadamente 50 días.
Ahora tiene cinco años y hizo un viaje impensado por las distancias. Ya era adulta y terminó superando los límites imaginados por los especialistas. Con estos datos aportó a los estudios científicos que se vienen realizando sobre esta especie desde 2018.
En diálogo con Diario RÍO NEGRO, el científico oriundo de San Martín de los Andes e integrante de la fundación como director científico, contó que el animal pesaba 42 kilogramos cuando lo capturaron. Fue mediante una trampa de paso en el cañadón Caracoles, cerca de la «Cueva de las manos» en Santa Cruz, aportó José Bonomi, técnico de campo del equipo de Conservación de Parque Patagonia.
En el operativo para colocarle el rastreador intervinieron profesionales veterinarios para garantizar los cuidados del animal, que luego fue liberado para ser monitoreado en su rutina habitual.
El viaje de la puma Koi duró casi 50 días
«Detectamos que Koi comenzó esta travesía hacia el Atlántico el 9 de diciembre de 2024 y hizo aproximadamente 250 kilómetros en línea casi recta desde el parque Patagonia hasta un parador cercano a El Salado. Ahí llegó el 7 de enero y el 7 mismo de enero emprende su regreso casi por el mismo recorrido.Llegó al parque de vuelta el 25 de enero (de 2025)», dijo el técnico Bonomi.

El animal cruzó campos fiscales y privados, rutas y zonas productivas hasta alcanzar la costa atlántica. Y después, increíblemente, volvió a su territorio original, en la meseta del noroeste, desde donde continúa siendo monitoreada.
El puma es un felino capaz de adaptarse a distintos ambientes y presas, característica que lo ha convertido en la especie de carnívoro con mayor distribución en el continente americano. Puede alcanzar los 90 kilos, y es un excelente cazador de emboscada. Su principal presa es el guanaco en la región patagónica.
La presencia del puma determina el buen estado y funcionamiento del ecosistema al regular el número de herbívoros y carnívoros medianos, con un impacto positivo sobre la flora y fauna de la región; y por eso muchos consideran que es «arquitecto del ecosistema».
«En el Cañadón Pinturas estamos trabajando para conocer y poner en valor el rol ecológico de este gran depredador y convertirlo en un aliado para el desarrollo local a través del turismo de observación de fauna», aseguraron desde el equipo de Fundación Rewilding Argentina.
Puma Koi: cuándo empezó la investigación en parque Patagonia
La línea del tiempo comienza en el año 2018 con el inicio del monitoreo de pumas por medio de cámaras trampas para identificar sitios con mayor actividad de la especie en el Parque Patagonia Argentina.
En 2019 empezaron con las capturas para equipar con collares satelitales a ocho individuos. Un año después, comenzó el relevamiento de clústeres (sitios donde los animales permanecen varias horas) para comprender la ecología trófica de la especie.
A cuatro años de iniciado el monitoreo, el equipo llevaba marcados 25 pumas con collares satelitales. Fue en 2022 que se activó el mecanismo «drop-off —liberación remota del collar» de los primeros cinco colocados. En paralelo, iniciaron el monitoreo de supervivencia y dispersión de cachorros.
Los datos obtenidos a través del relevamiento de clústeres sugieren que el guanaco constituye el 72% de la dieta del gran felino, seguido por el choique (13%), otras especies (10%) y ganado ovino (5%), este último únicamente en el caso de cinco pumas.
Puma Koi: la ONG detrás del proyecto
La fundación Rewilding Argentina es una organización no gubernamental que trabaja para revertir la crisis de extinción de especies.
Surgió en 2010 desde un grupo de conservacionistas y activistas argentinos unidos por varios motivos. Por un lado, se nuclearon por la recuperación de los ecosistemas naturales y el valor de todas las especies; y por otro lado, para establecer modelos de desarrollo para comunidades rurales en un contexto de coexistencia con la naturaleza.
Sus equipos trabajan en distintos territorios y en ellos implementan estrategias de conservación y restauración en beneficio de su fauna y flora, sus valores culturales, y sus poblaciones.