El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunció que su administración está en negociaciones con el gobierno argentino para establecer una línea de swap de 20.000 millones de dólares con el Banco Central argentino.
Según el funcionario, esta medida forma parte de un conjunto de herramientas que EE. UU. podría desplegar para apoyar la estabilidad económica de Argentina, en un contexto de fuerte presión sobre las reservas y el tipo de cambio.
¿Qué implica un swap de divisas?
Un acuerdo de swap implica que dos bancos centrales intercambien monedas por un período determinado, comprometiéndose a revertir la operación en el futuro. En este caso, el mecanismo permitiría al Banco Central argentino disponer de dólares frescos para aliviar tensiones cambiarias y reforzar sus reservas.
Además, Bessent dejó abierta la posibilidad de que el Tesoro estadounidense pueda comprar bonos argentinos en dólares, tanto en el mercado primario como en el secundario, según las condiciones que se justifiquen.
El anuncio generó un impacto inmediato en los mercados financieros: analistas señalaron que la medida podría frenar la sangría de reservas que venía experimentando el Banco Central y aliviar la presión cambiaria que alentaba la volatilidad.
No obstante, advierten que el swap por sí solo no es una solución definitiva: se lo interpreta como un puente financiero que podría brindar oxígeno hasta las elecciones legislativas y permitir maniobra para renegociar compromisos con acreedores.
En Argentina, el ministro de Economía Luis Caputo celebró el anuncio con un mensaje de agradecimiento público, mientras el mercado espera mayores precisiones sobre plazos, condiciones y eventual articulación con el programa local.