Tom Phillips, el padre fugitivo de Nueva Zelanda que se ocultó con sus tres hijos menores durante casi cuatro años, murió este lunes 8 de septiembre.
Su fallecimiento ocurrió en un pueblo del norte de aquel país, luego de un tiroteo fatal con la policía, en el que también se vio involucrado uno de los niños.
El hombre de 37 años había huido de su casa años atrás, llevándose consigo a los hijos y, a pesar de las desesperadas búsquedas, las autoridades no lograban encontrarlo.
Qué pasó con Tom Phillips: los detalles del trágico final
Todo comenzó durante los últimos días de agosto de este año, cuando autoridades neozelandesas publicaron imágenes captadas por cámaras de seguridad, que mostraban a Tom Phillips entrando a robar en un negocio en Poipoi, una pequeña ciudad de aproximadamente 450 habitantes, ubicada en el distrito occidental de Waikato, en la Isla Norte de Nueva Zelanda.
Unas semanas después, este lunes 8 de septiembre, alrededor de las 2:30 am, la Policía de Nueva Zelanda fue alertada de otro robo en el pueblo, esta vez a una tienda de productos agrícolas, y de que un sospechoso circulaba en cuatriciclo, junto a un niño, cerca del lugar.

Como los oficiales sabían que Tom y sus hijos podían estar escondidos en la zona, intuyeron que quizás era esta persona, por lo que tiraron clavos en la calle para impedir su paso.
Poco tiempo después, la maniobra dio resultados, ya que el vehículo pasó por encima de los clavos y, por ende, se vio obligado a detener la marcha.
Enseguida llegaron los agentes, pero el sospechoso los confrontó con un arma de fuego. Uno de los policías resultó herido, pero otro logró dispararle a la persona, quien perdió la vida.
Minutos después, se confirmó que el fallecido era Tom Phillips y que su acompañante era uno de sus hijos.
El niño quedó bajo custodia policial, y las autoridades, que conocían que Tom tenía dos hijos más, empezaron a buscar a los hermanos.
Alrededor de las 4:30 p.m., los dos niños restantes fueron localizados aproximadamente a 2 kilómetros de donde su padre había muerto. La policía informó que estaban ilesos en un campamento remoto y que los trasladaron a otra ubicación para realizarles controles médicos.

Tras los acontecimientos, Catherine, la madre de los niños, quienes ahora tienen 9, 10 y 12 años, dijo que estaba «aliviada de que esta terrible experiencia hubiera llegado a su fin» para sus hijos. «Hemos extrañado mucho a los niños todos los días durante casi cuatro años y estamos ansiosos por darles la bienvenida a casa con amor y cuidado», agregó, según la Radio de Nueva Zelanda.
La huida imprevista y una búsqueda desesperada
Thomas Phillips y sus hijos Ember, Maverick y Jayda, que entonces tenían 5, 7, y 8 años, desaparecieron de su hogar en 2021.
El hecho ocurrió luego de que Tom se separara de su esposa y madre de los niños, Catherine, y se cree que este fue el motivo por el que el padre se dio a la fuga, llevándose consigo a los hijos.
El hombre y los chicos huyeron a Marokopa, región de Waikato, Isla Norte de Nueva Zelanda. Esta zona se caracteriza por colinas empinadas que descienden hacia profundos valles, en los que hay un denso bosque, por lo que se considera un lugar donde es muy fácil perderse. Sin embargo, se sabe que Phillips creció allí, donde todavía viven sus padres, y entonces lo conocía muy bien.
Al poco tiempo del escape de Tom, no obstante, su auto fue hallado abandonado en una playa, lo que provocó una gran búsqueda policial por tierra y mar. Durante tres semanas, un helicóptero y algunos drones peinaron la costa, mientras los equipos de rescate se movían por tierra.

Luego de intensos rastreos, y cuando las autoridades estaban a punto de darse por vencidas, las cuatro personas aparecieron. Phillips dijo a la policía que él y los niños habían estado acampando en el monte, pero igualmente fue acusado de haber provocado gastos de recursos para su búsqueda y se le dio una fecha para comparecer ante el tribunal.
Antes de que llegara ese día, Tom desapareció nuevamente con los tres niños. Algunos asumieron que se había ido al monte otra vez y que luego volvería, pero pasaron las semanas y los meses y la familia no reapareció.
Se cree que desde entonces se refugiaron en un alojamiento rural, pues, por las constantes lluvias y la baja temperatura del lugar, hubiera sido difícil que los niños sobrevivan en la intemperie. Asimismo, se estima que alguien les brindó ayuda.
Al principio, Phillips era buscado por no presentarse en la corte para afrontar la acusación de hacer malgastar recursos policiales. Sin embargo, en 2023, su lista de cargos se amplió, después de que fuera vinculado con un robo al banco de Nueva Zelanda ANZ. Esto también demostró que el padre de los niños podría estar desesperado por conseguir dinero.
A pesar de que la Isla Norte es chica y que la policía movilizó helicópteros y aviones para la búsqueda, el primer avistamiento de la familia fue realizado por un adolescente que se encontraba cazando en un campo de Marokopa.
El joven creyó que eran cazadores furtivos y los filmó con su celular. Tiempo después, se comprobó que se trataba de Tom y sus hijos.
Alrededor de un año después, en octubre de 2021, un grupo de cazadores registro a la familia y avisó a la policía.
Pero desde entonces y hasta estos días, a pesar de continuaron los rastrillajes masivos e incluso se estableció una recompensa de 80.000 dólares neozelandeses (52.000 estadounidense) por información sobre su paradero, no se había vuelto a ver al grupo familiar.