En un mundo donde la seguridad nacional suele estar ligada a la fuerza militar, un país latinoamericano rompió con todos los esquemas. Sin ejército desde hace más de 70 años, ha demostrado que la estabilidad y el desarrollo pueden lograrse sin recurrir a las armas. Pero eso no es todo: además de su política de paz, este país encabeza el ranking de esperanza de vida en la región. ¿Cómo lo consiguió y qué lo hace tan especial?
Costa Rica: El país que renunció a la guerra para apostar por la paz
En 1948, tras una breve guerra civil, Costa Rica tomó una decisión radical: abolir su ejército. Mientras otras naciones reforzaban sus fuerzas armadas, el país optó por un camino distinto. El entonces presidente de la Junta Fundadora de la Segunda República, José Figueres Ferrer, ordenó el cierre de los cuarteles y la eliminación del ejército, estableciendo un modelo único en la región.
Desde entonces, la seguridad del país está en manos de la Fuerza Pública, encargada del orden interno y la protección ciudadana. Además, Costa Rica se ampara en tratados internacionales que garantizan su neutralidad y cuenta con respaldo diplomático para disuadir amenazas externas.
Pero lo más sorprendente es que, lejos de debilitarse, la ausencia de ejército permitió al país enfocar sus recursos en educación, salud y bienestar social, sentando las bases de su envidiable calidad de vida.
¿Cómo logró Costa Rica la mayor esperanza de vida en América Latina?
Costa Rica no solo se destaca por su estabilidad política, sino también por su extraordinaria longevidad. Con una esperanza de vida que supera los 80 años, supera a la mayoría de los países de la región y se acerca a las cifras de las naciones más desarrolladas.
Uno de los secretos de esta longevidad es la existencia de una zona azul en la península de Nicoya, un área donde sus habitantes superan con frecuencia los 90 o 100 años. Los expertos atribuyen esta longevidad a factores como:
- Dieta natural y equilibrada, basada en vegetales, legumbres y proteínas magras.
- Estilo de vida activo, con actividad física diaria sin necesidad de ejercicio extremo.
- Fuerte sentido de comunidad, donde el apoyo familiar y social reduce el estrés y mejora la calidad de vida.
- Acceso universal a la salud, gracias a un sistema sanitario eficiente y accesible.
Un modelo de desarrollo basado en la paz y la sostenibilidad
Costa Rica no solo ha demostrado que la seguridad no depende de un ejército, sino que también se ha convertido en un líder global en sostenibilidad. Más del 99% de su electricidad proviene de energías renovables, y el 25% de su territorio está protegido en forma de parques nacionales y reservas biológicas.
Su apuesta por el medio ambiente, junto con su inversión en salud y educación, ha convertido a esta nación en un ejemplo de desarrollo alternativo, donde la calidad de vida se prioriza por encima de la militarización y el conflicto.
Un país que desafía la lógica mundial
En un mundo donde la mayoría de las naciones invierten miles de millones en defensa, Costa Rica demuestra que la paz puede ser la mejor estrategia. Sin ejército y con uno de los niveles de bienestar más altos de América Latina, este país ha logrado lo que muchos creían imposible: garantizar su seguridad y prosperidad sin recurrir a las armas.
Lejos de ser una simple curiosidad, su modelo se ha convertido en una prueba de que hay otras formas de construir estabilidad y desarrollo. Y mientras muchas naciones continúan atrapadas en conflictos, Costa Rica sigue avanzando con una única estrategia: invertir en su gente, su salud y su futuro.
