Este subproducto, que suele terminar en la basura, ofrece varias ventajas para la jardinería doméstica; descubrí cuáles son los beneficios y cómo aprovecharlos.

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Redacción El País
Tener plantas en casa no solo embellece los espacios: también favorece la salud, ya que purifican el aire liberando oxígeno y reteniendo contaminantes. Pero, al momento de cuidarlas, conviene evitar pesticidas o fertilizantes químicos, pues exponen al organismo a sustancias tóxicas. Una alternativa más segura y sostenible son los métodos orgánicos.
Entre los trucos naturales destaca el uso de las cáscaras de pistacho. Este subproducto, que suele terminar en la basura, ofrece varias ventajas para la jardinería doméstica. Las ventajas de las cáscaras de pistacho en macetas son:
- Mejoran el drenaje: colocadas en el fondo del recipiente, evitan que el agua se acumule y pudra las raíces.
- Enriquecen el sustrato: al descomponerse lentamente, se mezclan con la tierra y aportan una textura más ligera.
- Protegen frente a plagas: forman una barrera física que dificulta el paso de babosas, caracoles e insectos que dañan las hojas.

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Cómo preparar y usar las cáscaras de pistacho
- Limpie bien las cáscaras y déjelas en remojo para retirar la sal y la suciedad.
- Séquelas al sol o con ayuda de un paño absorbente.
- Tritúrelas en una batidora hasta obtener una textura fina. Si no se procesan bien, hágalo por capas.
- Utilícelas en dos formas: como base en el fondo de la maceta para mejorar el drenaje o como cobertura superficial, lo que ayuda a mantener la humedad y reducir la frecuencia de riego.
De este modo, un simple residuo de cocina se transforma en un recurso ecológico para fortalecer las plantas y cuidarlas de manera más natural.
En base a El Tiempo/GDA
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