Después de un 2024 con ataques por parte de Milei a miles de puestos laborales, las jubilaciones, la educación pública, la salud y la cultura; y con sectores organizados del pueblo trabajador dando masivas respuesta en las calles como fueron el 1F, el 24 de Marzo, las movilizaciones educativas y conflicto universitario por presupuesto y salario docente/no docente, en la UNA tuvimos elecciones de representantes en los consejos y en los centros de estudiantes donde primaron campañas despolitizadas, con propuestas que se desentendieron de pensar cómo continuar la lucha del año pasado, todavía vigente.
Esta nota pretende ayudar a sacar algunas conclusiones generales para aportar al debate necesario entre todos los estudiantes.
Avanzaron las autoridades
La primera conclusión es que el peronismo avanzó y conquistó nuevos espacios de representación estudiantil. Le ganaron el centro de Audiovisuales a ArteInsurreción (NuevoMAS) y el de Dramáticas a la R.J Santoro (después de 12 años de conducción), además de ganarle en Visuales la mayoría en el consejo departamental y el consejero superior estudiantil al VOL (Partido Obrero).
En los departamentos de la UNA donde avanzaron, sus campañas electorales no denunciaban ni una sola vez a Milei ni su brutal ajuste, no mencionaban ninguna intención de poner en pie centros que se propongan organizar al estudiantado contra los ataques del gobierno. Para el peronismo, “centros de estudiantes a la altura” de la situación deben limitarse a distribuir servicios o información al estudiantado, cuestiones que deberían ser garantizadas por la propia universidad. Su perspectiva no tiene nada que envidiarle a la de los radicales de la Franja Morada.
Esto no es casual, el peronismo de conjunto busca evitar que la bronca se exprese en las calles. Se nota en su bochornosa conducción de las principales centrales sindicales como la CGT y la CTA. Siguen sin organizar un plan de lucha serio y sostenible para enfrentar el plan de ajuste del gobierno al servicio del FMI y el saqueo al que nos quiere someter. Más bien proponen que todo tiene que encauzarse en “votar bien” en las elecciones legislativas de este año, y en tal caso aguantar hasta el 2027 para sacar a Milei del gobierno. Mientras tanto, el pueblo trabajador es hambreado y reprimido.
Desde Contraimagen hemos sido constantes en denunciar que todas las listas del peronismo (ya sean Estetika, Tu Eterno Chicharrón, La Mella o el FULF) son listas alineadas políticamente con las autoridades peronistas de nuestra universidad, las cuales se declararon en contra de las tomas, no permitieron que haya clases públicas como manera de visibilizar y dejaron tirados a nuestros docentes y no docentes sin un plan de lucha serio por un salario digno.
Las autoridades de la UNA forman parte del CIN. Ese organismo dirigido por radicales y peronistas que viene implementando el autoajuste universitario, y que en medio del conflicto nacional decidieron frenar la lucha por el presupuesto sin consultar con la comunidad educativa, dejando el tema en manos del Congreso Nacional. Hicieron de nuestra educación una moneda de cambio en la rosca parlamentaria con Milei. Nos cagaron, ellos mismos lo confiesan.
En las últimas semanas se reabrió la necesidad de medidas de fuerza y visibilización, con paros de nuestros docentes y no-docentes en todas las universidades.
¿Qué está haciendo el CIN? Uno supondría que, luego de corroborar que no se puede confiar en los diputados que le aprueban leyes a Milei, están planificando como reactivar la lucha…
Todo lo contrario, el CIN y nuestras autoridades universitarias están dialogando con el gobierno nacional reaccionario y de ultraderecha la posibilidad de una reforma universitaria donde los planes de estudio se acorten como forma de enmascarar un paso más en la desarticulación de la universidad pública, permitiendo el avance de los posgrados pagos.
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Que las autoridades universitarias avancen es un problema para el desarrollo del movimiento estudiantil, no solo implementarían políticas de regimentación de la vida política como ya lo hacen en otras universidades donde gestionan, ahora también lo harán a través de nuestras herramientas de organización.
¿Escuchaste hablar a las agrupaciones estudiantiles peronistas de esto? Seguro que no.
Ellos manejan centros de estudiantes en muchas otras universidades, si esto empezará a circular tendrían que ponerse a la cabeza de organizar la bronca y la indignación estudiantil que no dudaría ni un seguro en coordinar con docentes y no-docentes y retomar los métodos de autoorganización que florecieron nuevamente el año pasado, y que hizo temblar al gobierno nacional. Pero esto es justamente lo que quieren evitar. Para el peronismo es fácil posar de luchador cuando la bronca estudiantil explota, pero cuando tienen la oportunidad fomentan la pasividad, incluso con maniobras burocráticas y antidemocráticas como sucedió hace poco en la UNGS.
El año pasado los estudiantes de la UNA mostramos que tenemos mucho para aportar al movimiento estudiantil en lucha, con flashmobs, cortos, festivales y diversas expresiones artísticas para visibilizar y coordinar con más sectores en solidaridad con nuestras demandas.
Retomar esa creatividad combativa de estudiantes, docentes y no docentes para pelear contra el gobierno de Milei, contra la mercantilización de nuestros estudios y la cultura, y por una Tercera Marcha Universitaria ante la emergencia presupuestaria, por salario docente y no-docente tiene que ser el horizonte inmediato. Tomemos nota para qué lado patearán las nuevas conducciones.
¿Cómo llegamos a esto?
No podemos hacer un balance completo sin pensar qué políticas le abrieron paso al peronismo en nuestra universidad. Queremos abrir un debate con las agrupaciones de izquierda y/o “independientes”, y pensar cual es la política necesaria para poner en pie un movimiento estudiantil combativo para defender la educación pública, la cultura y enfrentar a este gobierno.
Por un lado, en Audiovisuales el NuevoMAS perdió el centro contra del Frente Universitario Leonardo Favio, una agrupación peronista de la que forman parte La Mella, La Cámpora, Movimiento Evita, La Capitana (La Patria es el Otro) y otros estudiantes. Fin de una conducción que haciéndose llamar “La Izquierda en Audiovisuales” le abrió paso al peronismo de par en par.
Esta situación nos resulta consecuencia lógica de la deriva política que el NMAS viene dándose a sí mismo desde hace años. El NMAS es incapaz de explicar porque su política es algo superador para aportar al fortalecimiento de una izquierda unida en comparación con lo que se viene impulsando desde el Frente de Izquierda-Unidad, el único frente político nacional con independencia política de la clase empresarial. Más bien se dedican a boicotear esta tarea, calumniando al FIT-U en cada oportunidad que tienen. Producto de su sectarismo han caído en seguir de manera arrastrada al peronismo en varias ocasiones
El ejemplo más claro fue en 2023, cuando llamaron abiertamente a votar a Massa para evitar al “fascista” Milei, al cual Massa le prestó gente para llenar sus listas. Esto no solo es problemático por no tener una política propia e independiente y claudicar a las presiones malmenoristas con las que el peronismo justificó el ajuste que el gobierno del Frente de Todos impuso al pueblo trabajador durante 4 años, sino que también fomenta una conclusión totalmente errada y peligrosa: para combatir al fascismo hay que votar a un candidato de la burguesía nacional. ¿Para qué fortalecer una izquierda que después acata al peronismo, el cual viene permitiéndole a Milei avanzar en su plan brutal?. No hay explicación. Esta deriva le valió qué regionales militantes declaren públicamente su ruptura respecto a su dirección nacional.
Desde la asunción de Milei y durante el 2024, sectores del estudiantado se sumaron a las asambleas preocupados por el nuevo gobierno reaccionario, buscando en su centro un espacio donde organizarse y aportar a la lucha universitaria, contra la crisis que amenazaba la cursada y los puestos de trabajos de docentes y no docentes. Cualquier estudiante que haya participado en alguna de ellas, sabrá cómo se comportó esta corriente.
Como no hay explicación para su política, solo quedó intentar mantener su poco aparato partidario. Desde su impotencia es que desarrollaron métodos con fama que le precede: imponer resoluciones, no votar mociones, acotar el temario y la lista de oradores a conveniencia, agredir o callar a quienes los critiquen, transformar las asambleas en actos partidarios haciendo despliegue de todo su aparato partidario y romperlas cuando pierden votaciones. Una verdadera vocación de ahuyentar la participación estudiantil.
Muchos recordarán la pelea por poner en pie “La comisión de base” como espacio abierto a todes, agrupados y no agrupados, para continuar impulsando allí las resoluciones que salían votadas en las asambleas, ante la imposibilidad de que les estudiantes desarrollemos la organización propia democráticamente y desde abajo. Contraimagen fue parte fundamental de esta pelea.
Así, el NuevoMAS quedó expuesto como una corriente impotente políticamente, que no puede debatir con altura, convencer y promover del desarrollo de la participación y organización estudiantil impulsando políticas independientes de los gobiernos de turno (el nacional, los provinciales y locales) contra las propuestas del peronismo que buscan desviar los procesos de autoorganización tras las mismas direcciones traidoras que después de un año y medio de gobierno de Milei le siguen permitiendo gobernar en paz. Tener como política “El CEAA es del Ya Basta” tuvo sus consecuencias.
Esta infantil tesitura fue aprovechada por las autoridades y el FULF para avanzar en Audiovisuales, no sólo ya en la representación en los consejos y en el centro de estudiantes, también para imponer un clima de debate político casi nulo y corrido a derecha. Cada vez se fue hablando más de las “freakeadas del NMAS”, dentro y fuera del departamento, y como intentar anularlas con regimentaciones a los espacios estudiantiles o protocolos de seguridad como “pedir boleta estudiantil para hablar en asamblea”, y menos de si Milei reprime jubilados, ajusta el Hospital Garrahan o si anula por DNU el derecho constitucional a la huelga. Resolver el debate político por medio de “burocrateadas” no permite que el estudiantado identifique a sus verdaderos enemigos.
Por otro lado, en Dramáticas, la R.J. Santoro perdió absolutamente todo, después de 12 años ininterrumpidos representando a la mayoría estudiantil, ante el peronismo de La Mella (Patria Grande), y en Visuales, Estétika (La Cámpora) ganó la mayor representación estudiantil en los consejos, espacios que tenía anteriormente VOL (Partido Obrero). Avanzaron agrupaciones peronistas proponiendo mejor gestión de servicios al estudiantado. Para todes quienes queramos centros combativos, independientes y democráticos, estos dos ejemplos nos resultan un llamado de atención por los cuales merecemos reabrir un debate serio: ¿qué política necesitamos impulsar en los centros de estudiantes?.
Nosotros opinamos que conservar un modelo de centro de estudiantes “de servicios académicos” los cuales deberían ser garantizados por la universidad y el Estado no permite cuestionar los modelos de centros que impulsan los diferentes partidos tradicionales como el radicalismo o el peronismo. Centros de estudiantes así abonan a que las universidades dejen de ser lugares cotidianos de encuentro, debate crítico, político y social donde surja la unidad de acción común para enfrentar el deterioro que la educación pública viene sufriendo a mano los distintos gobiernos en los últimos 10 años.
Los costos de la adaptación a estos modelos han sido muy grandes en los últimos años.
Tenemos un antecedente, el PO perdió el centro de Farmacia y Bioquímica en la UBA ante la alianza oportunista de la Franja Morada y la Juventud Universitaria Peronista.
Sabemos que si de gestionar servicios se trata, estos partidos pueden hacerlo también (e incluso mejor gracias a las cajas de sus aparatos financiadas por empresarios).
Gracias a esta despolitización de los centros fue que las universidades pasaron a ser lugares individualizantes que fomentan el “sálvese quien pueda” para recibirse lo más antes posible. Este sentido común es peligroso. En tiempos donde el descontento, la alienación y la apatía crece, donde los espacios de debate y autoorganización son cada vez más escasos, tenemos que construirlos nosotros, quienes nos llamamos de izquierda.
Sabemos de las críticas que hay en sectores de estudiantes de Visuales hacia los compañeros del Partido Obrero por no convocar a las suficientes asambleas e instancias de base, abiertas y horizontales. Nos proponemos dar pelea para revertir esto como parte de la actual conducción del CEAVI, y todos los lugares donde crecimos, a través de nuestras secretarias. Pero para nosotros esas críticas tienen que ir acompañadas siempre de una defensa de la independencia política. La independencia política de nuestros centros de estudiantes (y sindicatos) de los partidos tradicionales es estratégicamente fundamental para que nuestras herramientas de organización no queden atadas de pies y manos al gobierno de turno y sus intereses políticos al servicio de los empresarios explotadores y el FMI que nos saquea. O se está de un lado, o se está del otro; nosotros hemos abierto debate público sobre esta cuestión antes de las elecciones con la agrupación ArdeVisuales para que se pronuncien como primer paso para empezar a encontrar acuerdos, seguimos esperando su posicionamiento.
La situación actual nos llama a cada uno de nosotros de llevar el debate político a las aulas y los pasillos, apropiarse de nuestros centros y sus asambleas, fomentar la participación amplia y democrática de todos nuestros compañeros estudiantes, pensar un plan de lucha entre todas las universidades y poner los centros de estudiantes a disposición de estas peleas y la organización desde abajo en unidad con otros sectores que también se están enfrentando al gobierno, como los fotoperiodistas, los artistas, los trabajadores de la salud y los jubilados.
¿Cómo quedamos?
En simultáneo a las elecciones de la UNA, fueron los últimos días de campaña para las elecciones legislativas de CABA, las cuales tuvieron el nivel de participación más bajo en la historia de la ciudad. Desde Contraimagen nos presentamos en los departamentos de Audiovisuales, Visuales y Crítica a la par de pelear para que el Frente de Izquierda – Unidad entre a la Legislatura porteña. Así, con la fuerza de todos los que nos acompañaron con sus votos y vieron la importancia de que la izquierda sostenga su lugar, el FIT-U fue una de las 5 listas (de 17) que conquistaron representación, resultado del gran esfuerzo militante de la Juventud del PTS y del reconocimiento por parte de un sector de la población en su participación cotidiana por las luchas dentro y fuera de los palacios legislativos. No es casual que el principal emergente político de estas elecciones haya sido nuestro compañero Luca Bonfante, referente de la lucha de la universidad pública contra el ajuste del gobierno de Javier Milei. Contraimagen aportó orgullosamente en esta conquista para toda la juventud y los momentos que se vienen en defensa de la educación pública.
A comparación del año pasado, Contraimagen sale fortalecido en estas elecciones, mostrando una juventud que no se quiere resignar ante las migas que tienen para ofrecernos. En los departamentos donde estamos nuestras agrupaciones crecieron, junto a compañeros independientes que, viendo nuestra disposición a enfrentar el ajuste de Milei y construir espacios democráticos y de autoorganización en nuestra universidad, se han sumado a dar esta pelea con nosotros. Como resultado de eso es que entramos en los centros de estudiantes conquistando secretarías en Visuales, Crítica y Audiovisuales (por primera vez).
Esas tres secretarías serán abiertas a la participación de cualquiera que quiera aunar esfuerzo con nosotros en abrir espacios de debate y politizar la universidad para que se desarrolle un movimiento estudiantil combativo, desde abajo, autoorganizado qué de pelea a los ataques del gobierno nacional y los gobiernos provinciales, y que coordine con otros sectores en lucha, como los trabajadores de la educación, los jubilados, los trabajadores de la salud y del Garrahan que actualmente pelean por salario, el movimiento de mujeres y LGBTQ+.
Continuaremos impulsando charlas culturales e ideológicas para cuestionar nuestra formación y poner nuestros conocimientos al servicio de un arte libre y crítico como lo fue la charla-debate “Imágenes y Resistencia en la era Milei” con Kaloian Santos, Mariana Nedelcu y Javier Gabino, o el taller de cinedocumental “Imágenes que arden”.
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También como organizando producciones artísticas independientes y en apoyo a las luchas en curso, como fueron el viral TomaDesk, el BonaDesk o el Tattoo FlashDay para aportar al fondo de lucha del Htal. Garrahan.
Seremos una oposición consecuente a las agrupaciones peronistas que responden a las autoridades y sus partidos que transan con Milei, en el congreso, en los sindicatos y en las universidades. Desde Contraimagen, una de las tantas agrupaciones de la red “En Clave Roja” (Juventud del PTS + Independientes) daremos pelea por que la fuerza del movimiento estudiantil se vuelva a expresar en las calles, por una tercera marcha universitaria, por los salarios de nuestros docentes y no docentes, junto a todo el pueblo trabajador contra este gobierno reaccionario.
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