Vivimos un momento decisivo. El gobierno de Milei y el FMI lleva adelante un ataque sin precedentes contra el pueblo trabajador, la educación, la salud, la ciencia y las libertades democráticas. Con una represión creciente y el reciente encarcelamiento de Cristina Kirchner. También surgen resistencias desde abajo: se organizan trabajadores de Georgalos, SECCO, INTI, el Garrahan y jubilades que se movilizan cada miércoles, entre otros. En 2024, les estudiantes fuimos millones en las calles con marchas y tomas históricas contra Milei, el FMI y sus aliados. Mientras tanto, el rectorado de Grecco y su brazo estudiantil Construir (PJ) acataron la política del CIN, se jugaron a frenar la movilización y desviar la lucha.
En este contexto, desde En Clave Roja (Juventud del PTS + independientes), junto a estudiantes de la Caldera – PO, el MST y compañeres no agrupados, conformamos la Lista 10 – Frente de Estudiantes de Izquierda. Siguiendo el ejemplo del Frente de Izquierda Unidad encabezado por Myriam Bregman y Nico del Caño, que nuclea al 90% de la izquierda a nivel nacional hace años, decidimos conformar listas unitarias, independientes del rector, los poderes económicos y las burocracias. Una lista que se propone construir desde abajo una fuerza social que una a estudiantes y trabajadores, retomando lo mejor de las peleas de 2024, para conquistar todas nuestras demandas en la universidad y fuera de ella. La unidad que proponemos no es solo táctica ni electoral: es parte de una estrategia para ofrecer una alternativa política real al ajuste y a los fracasos del peronismo, uniendo a quienes luchamos por abajo.
Proponemos a todes les estudiantes que pusieron el cuerpo en 2024 y 2025 a debatir y activar en común por una gran campaña que impulse otro modelo universitario, con la unidad de estudiantes y docentes en el centro. Que decidamos juntxs el contenido de nuestros estudios y defendamos la educación junto a quienes luchan, cuestionando para qué y para quién se crea conocimiento; retomando los debates que empezaron a surgir en las tomas.
Cuando la mayoría de las organizaciones de izquierda confirmamos la unidad construida, el Nuevo MAS ante una situación crítica nacional toma la decisión de romper la unidad en Humanidades. Les estudiantes que votaron el año pasado recordarán que en esa Escuela el NMAS fue parte del frente junto a las organizaciones que construimos el FIT-U.
¿Por qué rompen? La respuesta es simple: por especulación política. Romper el frente del cual eran una parte sin explicaciones solo favorece al peronismo que va fragmentado en la UNSAM y en Humanidades. En última instancia, le hace el juego a la derecha libertariana. Lamentamos la actitud del NMAS. Desde En Clave Roja junto al resto de las fuerzas de izquierda propusimos todas las instancias para sostener la unidad. Esta actitud de lxs compañeres se repite en todas las universidades y a nivel nacional como un patrón que creemos solo les sirve para decir que “todos hacen las cosas mal” excepto ellos, como si fueran los dueños de una verdad que electoralmente en 2023 les dejo un 0,36%.
En UNSAM y en Humanidades no hay unidad del peronismo
Mientras cientos de miles se movilizaron denunciando al Poder Judicial y al Gobierno por el encarcelamiento de Cristina Kirchner, la mayoría de los dirigentes de esa fuerza política hablan de unidad en las urnas. Desde el 18 de junio la exigencia de miles es pelear por la libertad de Cristina Kirchner. Sin dar apoyo político a la expresidenta, desde En Clave Roja denunciamos que su encarcelamiento era parte de una avanzada contra los derechos democráticos más elementales. Así, lxs estudiantes de UNSAM fuimos ejemplo cuando detuvieron a estudiantes y trabajadores, entre ellxs varios de UNSAM.
En Humanidades, el MUI (PC) y La Mella (Patria Grande) rompieron el frente de conducción. Las acusaciones cruzadas en IG oscurecen más de lo que aclaran. El MUI acusa a la Mella de responder al rectorado. Ahora deberían reconocer lo que cientos denunciamos en la toma y en asambleas en 2024: que el CEHUM, bajo la conducción Mella-MUI, desconoció mandatos votados en asamblea como la movilización a Gral Paz (sin presencia policial) y abandonó a les estudiantes en Av. San Martín para irse con el Frente Sindical (CGT-UNSAM) y Construir. El MUI solo denuncia lo que le conviene para quedar bien parado.
La Mella, que intenta mostrarse como una “nueva opción” mientras fue cómplice del ajuste dentro de la UNSAM, calla ante cada reforma regresiva, presupuestos congelados, cierre de comisiones y medidas antidemocráticas. Hay mucho discurso cuando lo que necesitamos de un centro de estudiantes son acciones que aumenten la fuerza del movimiento estudiantil para frenar los ataques.
Esta ruptura no implica renovación política. Es una lucha de aparatos sin horizonte, donde cada sector busca cargos sin cuestionar su rol pasado. Mientras tanto, el rector Grecco aplica el ajuste: baja presupuestos, congela becas y mantiene silencio en los Consejos. Estas agrupaciones, aunque divididas, siguen siendo engranajes de la gobernabilidad y a pasividad en la universidad.
Queremos recuperar el centro para todxs lxs estudiantes y revolucionarlo: que sea democrático, combativo, que actúe con independencia política y esté a la altura del momento histórico, organizando a les estudiantes en unidad con les trabajadores y que tenga un rol activo ante los cambios de planes de estudio regresivos para que no pasen sin que les estudiantes decidamos sobre qué y cómo estudiamos.
Contra la falta de democracia y el ajuste en la universidad pública
Mientras el gobierno avanzaba con la proscripción de Cristina Kirchner, los despidos y la represión, el salario docente se desplomaba, el Consejo Superior de la UNSAM guardó silencio. Rechazaron nuestro pedido de prórroga del cronograma electoral y no convocaron a ningún debate. Las agrupaciones como Construir siguieron como si nada.
En los Consejos Superior y de Escuelas se deciden todos los asuntos que nos afectan, pero el régimen universitario los mantiene hiper burocratizados y con una subrepresentación estudiantil: somos minoría en los Consejos. Aunque las elecciones son obligatorias, vota menos del 25% porque se desalienta la participación real, como con les de primer año, a quienes se les niega el voto por requisitos meritocráticos. Así, las elecciones se vuelven un juego de aparatos, mientras la universidad pública se derrumba.
El ajuste también se aplica en las aulas y programas académicos: reformas regresivas en los planes de estudio, pasantías gratuitas, correlatividades arbitrarias, materias recortadas, menos comisiones y opciones para quienes cursan de noche. Desde la Lista 10 nos oponemos a estas reformas que vacían las carreras y degradan la educación. Queremos que los planes se discutan democráticamente con estudiantes y docentes, no entre funcionaries a puertas cerradas.
Nos postulamos al Consejo de Escuela y al Superior para poner esas bancas al servicio de la organización, no del rectorado. El modelo actual de Centro de Estudiantes de Construir, Mella-MUI y los Consejos es funcional a la gestión. En la Escuela de Artes, la nueva decana fue votada sin que nadie lo supiera. Construir, que dirige el Centro y representa en el Consejo, fue parte de la rosca. Esto pasa en todas las escuelas. Nuestra propuesta es clara: mayoría estudiantil en los Consejos, claustro único docente, y voz y voto para no docentes.
Por una universidad de les trabajadores y al servicio del pueblo
Queremos pensar el campus de la UNSAM como parte viva del conurbano. Somos parte de una comunidad golpeada por el ajuste, la pobreza, el desempleo, la precarización y la crisis climática. Por eso, luchamos por una universidad profundamente arraigada en el territorio, donde cada carrera, proyecto, laboratorio y expresión cultural esté al servicio de la clase trabajadora, de las mujeres, las disidencias, les jubilades y la juventud precarizada.
Con quienes pusieron el cuerpo en las luchas del 2024 y 2025, queremos construir una fuerza social capaz de tomar las calles para enfrentar a Milei. Una fuerza nacida desde las universidades y unida al territorio, a las fábricas, al movimiento de mujeres y disidencias, y a las asambleas barriales. Porque otra universidad —y otro país— es posible si luchamos juntxs.
Por eso, proponemos impulsar asambleas interclaustros abiertas en cada escuela, donde estudiantes, docentes y no docentes debatamos colectivamente los problemas que atraviesan la universidad pública: la reforma regresiva de los planes de estudio, el deterioro salarial docente, la falta becas, el recorte de comisiones y el vaciamiento de nuestras carreras. Estas instancias pueden ser el punto de partida para reconstruir la organización desde abajo, coordinar a quienes luchamos y exigir activamente una Tercera Marcha Federal que exprese en las calles la fuerza social que defiende una universidad crítica, gratuita y ligada a las necesidades del pueblo trabajador.