Un gesto de camaradería y respeto por la labor que se está desarrollando.
Material reunido en las islas que irá al Museo Malvinas, Antártida y Atlántico Sur (fotos: Facundo Pardo).
Esto días, el espíritu malvinense parece cubrir el ambiente de Bariloche.
La cercanía de la apertura del Museo Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, prevista para el 6 de septiembre, ha reflotado un sentimiento que, si bien nunca deja de existir, suele aflorar sobre todo en determinadas fechas ligadas a las islas, como el 2 de Abril, Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Pero el anuncio del acto inaugural y el traslado del avión Mirage que “volará” sobre el lago Nahuel Huapi —acción que contó con un acompañamiento popular más que emotivo— pusieron la cuestión Malvinas a flor de piel.
En ese contexto, el director del Museo de la Patagonia, Eduardo Pérez, contó que la entidad, ubicada en el Centro Cívico, colaborará con el nuevo espacio que funcionará a pocos metros, a orillas del lago.
Eduardo Pérez, con los elementos procedentes de Malvinas.
“Para una muestra que están preparando, les vamos a prestar un cofre con objetos del Cementerio de Darwin”, explicó Eduardo.
La caja contiene un trozo de granito, catorce piedras pequeñas, dos arbustos y una porción de turba. Los elementos fueron recolectados el 18 de marzo de 1991 por los padres de Oscar Eduardo Labalta, quien había nacido en Concepción del Uruguay, Entre Ríos, y, junto a su familia, se mudó de pequeño a Bariloche. Según el Observatorio Malvinas Argentinas de Río Negro, el 9 de junio de 1982, en el extremo oeste del Monte Harriet, en el marco de un intenso ataque británico, Labalta recibió un impacto de artillería naval. De acuerdo con otras fuentes, su deceso se produjo días después, el 11 o el 12 de junio. En cualquier caso, se trató de uno de los suboficiales más jóvenes entre los que dejaron su vida en Malvinas. Post mortem, lo ascendieron a cabo primero.
Imagen del Cementerio de Darwin.
Los papás del héroe de guerra donaron aquel material reunido en las islas a la Comisión Permanente de Homenaje al 2 de Abril, entidad que, a su vez, lo entregó en custodia permanente al Parque Nacional Nahuel Huapi, el 1° de abril de 1991.
Ahora, desde el Museo de la Patagonia, que, desde aquel entonces, en diversos momentos ha colocado en exhibición aquellos elementos, los prestará al nuevo espacio barilochense dedicado a las islas. “Se los vamos a dar para que los tengan en custodia. Se trata de una colaboración para ese sitio tan lindo que están haciendo”, explicó Eduardo Pérez, quien, a la vez, aclaró que la entrega no es con una fecha de devolución determinada, y que el préstamo podría irse renovando sin inconveniente.
Documento de 1991 que certifica la entrega del material al Museo de la Patagonia.
Acerca de la impresión que le ha producido, desde un punto de vista museográfico —dada su experiencia—, la estructura y concepto del Museo Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Eduardo sostuvo: “Es increíble cómo diseñaron el lugar; toca la fibra íntima, porque incluye muchas cosas: la representación de la proa del Crucero General Belgrano, ver una especie de arroyo junto a algunas piedras, tener el Mirage sobre el agua… Toda la idea es espectacular. Va a resultar muy bueno que la gente pueda empaparse del tema con la voz de un guía que la oriente con las referencias”.