Ese evento no es una competencia, es una convivencia y un espacio de encuentro entre pueblos y culturas, explicó Marleni Col, miembro del comité organizador sobre la siempre esperada selección de la Hija del Rey, en idioma q’eqchi’.
Provenientes de todo el país, las aspirantes al título enaltecerán la belleza, las tradiciones y la conocimientos de los pueblos indígenas, en un homenaje al patrono de la ciudad Santo Domingo de Guzmán, cuyo día principal es el 4 de agosto.
Promueven las raíces ancestrales y resaltan aspectos como el dominio del idioma materno maya, traje regional, costumbres, cosmovisión, virtudes personales y liderazgo.
Aparte de la belleza, las concursantes deben demostrar dominio sobre la contaminación ambiental, las prácticas y la sabiduría originaria de sus comunidades, así como sobre la transculturación en el uso del traje maya femenino.
Además de la Rab’in Ajaw, sobresale la definición de la señorita K’ulul Ula, encargada de dar la bienvenida a las candidatas e invitados de honor, y a la Princesa Tezulutlán, representante de la mujer indígena de Alta Verapaz.
La corona y otros enseres de la Reina Indígena electa se entregan posteriormente en una ceremonia oficial en el municipio natal de la ganadora, ante la presencia del alcalde y autoridades locales.
La cita, con una cifra de participantes superior a las 114 del pasado año, empezó el pasado jueves con una emotiva ceremonia ancestral en el municipio de San Juan Chamelco, lugar que por tradición da la bienvenida.
Después trasladaron a las jóvenes al parque central de Cobán, donde se les declaró huéspedes distinguidas, y la víspera, en la Tribuna Monja Blanca, cada una brindó su discurso, clave en el proceso de evaluación.
Arli Paola Cholotío, Rab’in Ajaw del 2024-2025, entregará la representación de la mujer maya de Guatemala a su sucesora por la noche durante la velada de elección, en un Festival Patrimonio Cultural Intangible de la Nación desde 2019.
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