Ocurrió en Orán. Un avión liviano de la empresa Ayres sufrió una falla en pleno vuelo y debió aterrizar de emergencia en una zona descampada. El piloto logró controlar la maniobra y no hubo heridos.
La tranquilidad de la mañana oranense se vio alterada cuando un avión liviano, perteneciente a la empresa Ayres, debió descender de forma forzosa tras sufrir una falla en el motor mientras sobrevolaba la zona del Río Blanco.
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El incidente ocurrió pasadas las 10 de la mañana del martes. Según informaron fuentes oficiales, el piloto detectó la falla en pleno vuelo y decidió ejecutar un aterrizaje de emergencia controlado en una zona descampada, evitando así una tragedia.
A pesar del susto, no se registraron víctimas ni daños materiales de gravedad, y el aviador logró salir por sus propios medios de la aeronave.
Vecinos del lugar alertaron a las autoridades al escuchar el ruido del motor fallando y ver cómo el avión descendía de manera repentina. Minutos después, efectivos policiales y bomberos voluntarios llegaron al sitio para asegurar el perímetro y brindar asistencia.
Peritos de Aeronáutica Civil y técnicos especializados fueron enviados desde la base aérea de Orán para verificar las causas del desperfecto y garantizar que no existan riesgos ambientales o de seguridad en la zona.
Fuentes cercanas a la investigación indicaron que el aparato formaba parte de un vuelo de rutina y que no transportaba pasajeros. El siniestro no pasó a mayores gracias a la rápida reacción y pericia del piloto, que consiguió maniobrar en un terreno irregular sin volcar ni provocar incendio.
Las autoridades trabajaron en el lugar y se espera un informe técnico oficial que determine con precisión el motivo por el cual el motor se detuvo en pleno vuelo. Mientras tanto, la aeronave permanece bajo custodia hasta que se realicen las tareas de remoción y análisis.