El domingo 18 de mayo, Tandil volverá a vibrar al ritmo de la murga más emblemática del Uruguay. En el escenario de El Cielito, Agarrate Catalina ofrecerá la última función de su gira con un espectáculo que condensa tres carnavales en uno.
Con una veintena de artistas en escena, la propuesta promete una noche de conexión, emoción y reflexión al mejor estilo murguero.
«Esperamos que suceda el encuentro y la conexión. Si nos guiamos por todas las veces que estuvimos y la cantidad de abrazos que nos llevamos, no tenemos más que esperazarnos», anticipó Yamandú Cardozo, Director y letrista, en Radio Vox (FM 106.9). Lo que presentarán en Tandil es una especie de collage murguero, un espectáculo que amalgama los últimos tres shows de Carnaval de la Catalina. «Entendimos que tenemos muchas ganas de seguir cantando», explica, y remarca lo desafiante y hermoso de la dinámica del Carnaval uruguayo, que obliga a crear un espectáculo nuevo cada año, pero también a «esconder las pieles que van quedando viejas». Este nuevo armado, más libre de esas reglas, les permite seguir diciendo «las cosas que todavía te queman las manos».
Y si algo ha sostenido a Agarrate Catalina a lo largo de su recorrido por escenarios de todo el mundo, es esa capacidad de tocar fibras universales a través del arte popular. «Las personas hablamos de las mismas cosas. Mediante la herramienta fascinante del arte, intentamos comunicarnos para vivir y morir menos solos. En las expresiones artísticas populares, que tienen un intento desesperado por conectar, estamos hablando de los mismos dolores, las broncas, las vergüenzas históricas, las penas, el amor, el miedo a la muerte, el poder, el lugar que ocupamos en la sociedad, la traición, la venganza, la esperanza», reflexiona su director.
Aunque la murga tenga un acento netamente uruguayo, su forma de hacer caricatura conecta con múltiples tradiciones artísticas de la región: «En Argentina no hay un fenómeno tan extendido que combine tantos subgéneros, pero está el teatro popular, la caricatura política, el canto actuado, el baile; todo eso está en un montón de expresiones. Si a todo eso le sumamos las historias que tenemos en común con Argentina, es lógico que conecte».
En sus giras internacionales han debido enfrentarse incluso a las barreras del idioma, que resolvieron subtitulando los espectáculos en tiempo real. «La conexión está en las temáticas y en la fuerza que tiene el arte popular para comunicarse de cualquier manera. Todos los espectáculos que nacen de la calle, superando todas las dificultades, tienen un montón de anzuelos efectivos», señala.
Más allá del escenario, la murga es un refugio. Lo fue en tiempos de dictadura, cuando ni siquiera el régimen logró apagar el Carnaval uruguayo. «En épocas de crisis e injusticias, la murga sigue siendo un lugar donde guarecerse y encontrarse», afirma Cardozo. Y recuerda que, incluso en esos años oscuros, hubo murgas que burlaron al poder con ironía y doble sentido. «Poder juntarse a burlarse de los censores, fue un paraguas y una trinchera para la esperanza. En otra medida, hoy lo sigue siendo».
El espectáculo que llegará a El Cielito no elude los temas urgentes. «Habla mucho sobre qué pasa con el entramado y la cohesión social, con lo que rompe la idea binaria de la grieta, la lógica que el mal siempre está del lado del frente. La inmensa mayoría del tiempo con humor e ironía. Es un espectáculo que no vas a sentirte en un chiste interno, mostrando que somos más parecidos de lo que pensamos».
Agarrate Catalina se presentará el domingo 18 de mayo a las 21 horas en El Cielito (Chacabuco 126). Las entradas se consiguen en Manhattan (Chacabuco 873) o a través de Tuentrada.com