El almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de Estados Unidos, lanzó una dura advertencia durante su visita a la Argentina al acusar al Partido Comunista Chino de intentar expandir en América Latina su «modelo autoritario» a través de inversiones estratégicas, la instalación de infraestructura sensible y la apropiación de recursos clave.
«Estamos viendo una incursión metódica del Partido Comunista Chino en la región. Buscan exportar su modelo autoritario, extraer recursos valiosos y establecer infraestructura que podría tener un uso dual, desde puertos hasta instalaciones espaciales», señaló Holsey en la Conferencia Sudamericana de Defensa (SOUTHDEC), que se realiza en el Hotel Hilton de Puerto Madero.
El jefe militar advirtió que esa presencia tiene «consecuencias estratégicas», en especial en el Cono Sur, donde pasos marítimos clave como el Estrecho de Magallanes y el Paso Drake podrían ser utilizados «para proyectar poder, interrumpir el comercio o desafiar la soberanía regional».
El subsecretario de Defensa estadounidense, Roosevelt Ditlevson, reforzó el mensaje al asegurar que China «representa una amenaza para nuestros pueblos», al controlar instalaciones militares, de inteligencia y espaciales en el hemisferio, además de avanzar sobre sectores críticos como energía y telecomunicaciones. «No buscamos una guerra con China, pero estamos decididos a disuadir sus amenazas», sentenció.
Por parte del Gobierno argentino, el ministro de Defensa, Luis Petri, evitó mencionar directamente al régimen asiático, aunque reafirmó el alineamiento estratégico con Washington: «La decisión del presidente Javier Milei es abandonar la neutralidad y asumir un rol activo a nivel global, en defensa de las democracias y del orden internacional basado en reglas».
Petri también alertó sobre el avance del crimen organizado transnacional, defendió la cooperación regional y reiteró el reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas.
Holsey, en paralelo, destacó que el crimen organizado genera «un ciclo de violencia y corrupción» que amenaza la estabilidad democrática. Según detalló, 33 grupos sancionados por EE.UU., incluidos diez considerados terroristas, operan en la región con un negocio anual estimado en 358 mil millones de dólares.
La conferencia -que por segunda vez se realiza en la Argentina- reúne a autoridades militares de Sudamérica, Estados Unidos, Canadá y países europeos. Además de las sesiones plenarias, incluye reuniones bilaterales reservadas sobre cooperación en defensa, seguridad marítima y lucha contra amenazas multidominio.