El intendente dijo no entrar en la discusión de si la compra fue «pertinente» pero que, «ante el hecho consumado, la intendencia se interesa por el desarrollo laboral, educativo y productivo».

Foto Archivo El País.
Redacción El País
El intendente de Florida, Carlos Enciso, tuvo un intercambio con el senador Sebastián Da Silva, ambos del Partido Nacional, a raíz de la compra de la estancia Maria Dolores por parte del Instituto Nacional de Colonización (INC). Para el primero, se trata de infraestructura para sacar «provecho productivo y educativo», mientras que el segundo volvió a criticar la adquisición.
El ida y vuelta entre Enciso y Da Silva comenzó luego de una publicación en redes sociales de este último, que hizo referencia a dichos del intendente de Florida en los que mencionó que la estancia «es un factor de desarrollo».
El senador nacionalista escribió en su cuenta de X: «Los pésimos gastos públicos tienen los mismos argumentos para su defensa. Así fue con el Ántel Arena, Gas Sayago o en este caso María Dolores«.
Además, dijo que esto no tiene «color político», sino que hay «políticos profesionales acostumbrados a disponer del esfuerzo del contribuyente». «32 millones de dólares para solo 16 colonos en un país con estas necesidades es un desastre», concluyó.
Los pésimos gastos públicos tienen los mismos argumentos para su defensa . Así fue con el Ángel Arena, Gas Sayago o en este caso María Dolores .
No tienen color político, tienen políticos profesionales acostumbrados a disponer del esfuerzo del contribuyente.
Habemos otros… https://t.co/NIr3rLt7dS— Sebastian Da Silva (@camboue) July 25, 2025
Por su parte, Enciso respondió este domingo en rueda de prensa y dijo que «no es bueno polemizar entre compañeros de partido». «Yo había hecho un análisis general de la situación y fui aludido personalmente. Le ahorro la llamada, puede venir por acá a tomar un mate o a acompañarme en las recorridas», aseguró en referencia a Da Silva.
«El senador tiene intereses y una formación en la temática que tal vez le falte saber de los 70 tambos que cierran por año y de la problemática del sector lechero. Conocerá el agro desde otra óptica», remarcó.
Consultado por El País, Enciso dijo que no entra en el debate de si la compra fue «del todo pertinente» o si «estuvo bien manejado el tema o no». «Cuando el presidente de Colonización me citó y me dio a entender que el tema estaba firme, empezamos a hablar del impacto en la zona», aseguró y explicó que «el razonamiento no debe quedar encapsulado al reparto tradicional de 15 o 20 colonos, sino que se trata de infraestructura para sacar provecho productivo y educativo».
Enciso mencionó la utilización de 160 hectáreas de olivares, para las que ya hay productores interesados de saber cómo se van a explotar, así como gremiales atentos por bancos de forraje o el posible desarrollo de cursos para capacitar a jóvenes en la lechería.
«La Intendencia se interesa por el desarrollo. No hay que estar ausentes», concluyó.
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