El 11 de septiembre de 2025, la Policía de Córdoba y personal del DUAR hallaron los cuerpos de Cristian Fink (37) y su hijo Álvaro (3) en las profundidades del Dique El Cajón, tras dos días de intensa búsqueda. Se investigan las causas del accidente mientras la familia permanece consternada.
Tras un operativo de búsqueda de dos días, se confirmó la muerte de Cristian Sergio Fink, de 37 años, y su hijo Álvaro Fink Olariaga, de 3 años, en Córdoba. Los cuerpos fueron encontrados enganchados entre ramas a varios metros de profundidad en el Dique El Cajón, según informaron autoridades del DUAR y la Policía provincial.
Búsqueda intensiva y hallazgo del vehículo
La desaparición se había producido el 10 de septiembre por la tarde, cuando el padre y el niño salieron de su casa para ir a “tirar piedras al río”, una actividad habitual que realizaban juntos. Ante la demora en su regreso y la imposibilidad de contactarlos por teléfono, la familia alertó a las autoridades.
El Chevrolet Aveo gris de Cristian fue encontrado a unos 600 metros del balneario Águila Blanca, estacionado, con llave y vacío, sin señales de violencia ni de forzado, lo que permitió activar un operativo de rescate de gran escala.
Operativo de rescate y participación de equipos especializados
Más de cien efectivos participaron en la búsqueda, incluyendo Policía de Córdoba, Bomberos Voluntarios, DUAR y ETAC, con apoyo de buceadores, perros entrenados, drones y recorridos por zonas de difícil acceso debido al relieve serrano. La investigación quedó bajo la supervisión de la Fiscalía de Cosquín, a cargo del doctor Nelson Lingua.
Hipótesis sobre las causas
Según las primeras investigaciones, se baraja la posibilidad de que el niño quedara atrapado en el dique y que su padre intentara rescatarlo, aunque esta versión aún no ha sido confirmada oficialmente. La Fiscalía continúa trabajando para esclarecer lo ocurrido.
Reacción de la familia
Lorena, esposa de Cristian y madre de Álvaro, relató su angustia: “Salieron de casa como otras veces para ir a la playa, a jugar, a tirar piedritas. Como no volvían, porque se fueron a las 6 de la tarde y se puso frío, los llamé y no contestaban”.
El caso conmocionó a Capilla del Monte y generó un intenso operativo de búsqueda, que terminó con la confirmación de la peor noticia para la familia y la comunidad local.