El último relevamiento del Monitor de Humor Social y Político elaborado por D’Alessio IROL y Berensztein presenta un panorama de alta polarización en la sociedad argentina, en el contexto previo a las elecciones nacionales del próximo 26 de octubre. Los datos muestran percepciones divididas sobre la situación económica, la gestión del gobierno y las expectativas a futuro.
De acuerdo con el informe, el 59% de los consultados considera que la situación económica actual es peor que la del año pasado, mientras que un 39% percibe una mejora. Esta visión refleja un equilibrio inestable entre quienes observan señales de recuperación y aquellos que perciben un deterioro del poder adquisitivo y las condiciones generales.
Respecto de las expectativas para los próximos doce meses, las opiniones se mantienen fragmentadas: un 44% de los encuestados cree que la economía mejorará en el próximo año, frente a un 48% que prevé un empeoramiento.
Estos datos sugieren que, aunque existe una porción de la población que espera un repunte económico, la mayoría mantiene una postura de cautela ante la evolución del contexto financiero y laboral.
Evaluación de la gestión del gobierno
El gobierno de Javier Milei muestra una leve recuperación en su nivel de aprobación, alcanzando el 44% de apoyo y un 55% de desaprobación. La valoración del desempeño presidencial se encuentra fuertemente condicionada por la identificación política de los encuestados.
Entre los votantes de La Libertad Avanza (LLA) prevalece una evaluación favorable de la gestión, mientras que en el electorado de Unión por la Patria (UP) la desaprobación es mayoritaria.
El estudio detalla que la polarización política incide directamente en la percepción de los principales problemas nacionales.
La inseguridad y la economía encabezan la lista de preocupaciones con un 63% de menciones, seguidas por la falta de propuestas de crecimiento económico (53%) y la corrupción (52%). Estos resultados reflejan una agenda pública centrada en temas estructurales y persistentes, que atraviesan de manera transversal a los distintos sectores sociales.
Diferencias en las prioridades según el electorado
El informe también segmenta las preocupaciones según la afinidad partidaria. Entre los votantes de LLA, los temas más relevantes son la inseguridad (72%), la impunidad de la corrupción kirchnerista (62%) y el acceso a drogas (46%). En cambio, los simpatizantes de UP manifiestan su inquietud principalmente por los ajustes económicos (92%), la incertidumbre (87%) y la falta de crecimiento (78%).
Estas diferencias marcan dos visiones distintas sobre las prioridades nacionales: mientras un sector pone el foco en la seguridad y la transparencia institucional, otro enfatiza la necesidad de políticas orientadas a la estabilidad y la expansión económica.
La distancia entre ambos segmentos refleja la persistencia de una división política y social que se profundiza en períodos electorales.
Imagen de los principales referentes políticos
En el apartado de imagen pública, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, encabeza el ranking con un 45% de valoración positiva. Le siguen la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, con un 41%, y el presidente Javier Milei junto con el dirigente opositor Diego Santilli, ambos con un 39%.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, alcanza un 37% de imagen positiva, superando por nueve puntos a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien registra una menor valoración. Estos números muestran una reconfiguración del escenario político, con figuras de diferentes espacios que logran mantener niveles de reconocimiento estables en medio de un contexto marcado por la confrontación.
Reacción ante el caso Espert y control de campañas
El reciente escándalo que involucró a José Luis Espert tuvo un impacto limitado en la intención de voto. Según el monitor, un 78% de los consultados afirmó no haber modificado su preferencia electoral a raíz del hecho, mientras que un 21% sí reconoció algún cambio, ya sea a favor o en contra del oficialismo.
A la vez, existe un consenso casi total respecto de la necesidad de reforzar los mecanismos de control sobre la financiación de las campañas políticas: el 95% de los encuestados manifestó su acuerdo con establecer regulaciones más estrictas en ese aspecto.
Opiniones sobre el respaldo internacional
Otro eje de análisis del estudio aborda la influencia del apoyo internacional a la gestión del gobierno. La intervención del expresidente estadounidense Donald Trump divide opiniones: un 46% de los encuestados la considera positiva y otro 46% la interpreta de manera negativa.
La valoración varía según la afinidad política: el respaldo es visto de forma favorable por el 64% de los votantes de LLA, mientras que el 92% de los simpatizantes de UP lo percibe negativamente.
En relación con la crisis cambiaria, el 44% de los consultados cree que el respaldo extranjero puede contribuir a estabilizar la situación en el corto plazo, mientras que un 27% sostiene que no tendrá efectos significativos. El resto mantiene una posición de incertidumbre o prefiere no responder.
Contexto general y lectura política
El Monitor de Humor Social y Político se posiciona como uno de los termómetros más consultados para medir la opinión pública en etapas preelectorales. La información presentada sugiere un escenario de alta fragmentación, donde los niveles de aprobación, expectativas económicas y prioridades ciudadanas se distribuyen de manera desigual entre los distintos sectores del electorado.
De cara a los comicios del 26 de octubre, el sondeo muestra que las preocupaciones sobre la economía, la inseguridad y la corrupción continúan siendo los ejes centrales del debate público. Al mismo tiempo, la evaluación del gobierno y de los referentes políticos refleja una fuerte dependencia de la identidad partidaria, un factor que incide directamente en la definición de las estrategias electorales y en la configuración de las alianzas políticas.
En síntesis, los resultados de la encuesta confirman la persistencia de un clima social marcado por la división y la desconfianza, con percepciones contrapuestas sobre la evolución del país y las posibilidades de recuperación. Con la elección cada vez más cerca, el comportamiento del electorado estará influido tanto por las variables económicas como por la forma en que los distintos actores políticos logren interpretar las demandas de los ciudadanos.