16.2 C
Buenos Aires
sábado, abril 19, 2025

Endeudados: Cómo los préstamos moldean la vida en la Argentina desde hace 40 años

Más Noticias

Para detectar esa instancia del conflicto social donde se sintetizan las contradicciones entre las expectativas y los sueños de las personas y las limitaciones de los planes económicos, las deudas pueden ser el punto de vista donde la dinámica política y las estrategias de supervivencia se expresan de una manera tan evidente que parecen llegar a la matriz misma de la objetividad.

Darle centralidad al análisis de las deudas que contraen los ciudadanos de distintas clases sociales, le permite al sociólogo Ariel Wilkis desentrañar los modos en los que se transitan tanto las crisis sociales como los momentos de estabilidad económica. En Una historia de cómo nos endeudamos (Siglo XXI) la economía no se lee en términos de estallidos sociales, de revueltas extremas sino en el cotidiano más silencioso donde las deudas amplifican la capacidad de compra, permite acceder a algún bien deseado o se convierten un recurso para llegar a fin de mes.

Wilkis es doctor en Sociología por la Escuela de Altos Estudios de la Universidad de París y le dedicó un espacio importante de su investigación de campo a los sistemas de crédito informales que están fuera de los números oficiales de la economía. Esto permite entender cómo muchos sectores vulnerables establecen estrategias para soportar el debilitamiento económico.

Al tomar el período histórico que va desde la recuperación democrática en el año 1983 al gobierno de Alberto Fernández (2019- 2023), Wilkis establece una nueva narrativa sobre los cuarenta años de democracia donde el dilema entre quedar excluidos del consumo (por la hiperinflación, la falta de empleo o la informalidad laboral) y participar de la vida económica por medio del endeudamiento no encuentra una alternativa posible para las mayorías en una sociedad donde el acceso al crédito bancario es muy escaso.

Los sistemas económicos alternativos (que muchas veces se sostienen desde la usura) construyen historias que en la voz de las personas que recurren a ellos, ofrecen lecturas políticas específicas sobre la relación de los sectores sociales con los distintos gobiernos, el despliegue de sus capacidades para sobrellevar las demandas prácticas inmediatas y el modo en que las transferencias económicas estatales (materializadas en los planes sociales) impactan en la complejidad de su situación cotidiana.

Ariel Wilkis. Foto: Fernando de la Orden
Ariel Wilkis. Foto: Fernando de la Orden

–Elegir las deudas como tema de investigación permite ver el núcleo del conflicto social y también funciona para articular las políticas económicas y su aplicación, sus resultados más concretos.

– El foco de mi trabajo en general y de este libro en particular es mostrar cómo las deudas se convierten en una entrada privilegiada para entender la vida social, los conflictos pero también las alianzas, la cooperación, la enemistad, las relaciones sociales verticales, entre grupos sociales y el estado pero también horizontales entre integrantes de una misma familia. La capacidad teórica, metodológica y narrativa es lo que más me interesa para entender este tipo de relaciones porque hacen que las deudas se conviertan en un gran descifrador de la vida social. Mi trabajo trata de mostrar los procesos políticos, económicos, sociales desde el punto de vista de las experiencias y las prácticas económicas mirando la vida economía cotidiana de las familias pero conectada con ese contexto más amplio y, en este caso particular, el libro trata de mostrar cómo las dinámicas de endeudamiento nos dicen mucho de las promesas y los fracasos de los diferentes gobiernos en los últimos cuarenta años y de cómo fueron procesadas por las familias

–En este sentido vemos como dos gobiernos diferentes: el menemismo (1989–1999) y el kirchnerismo (2003–2014) le dieron un lugar central al consumo aunque le asignaron valores diferentes.

–Lamentablemente las ciencias sociales en Argentina le han prestado poca atención al consumo, miraron más al estado que a los mercados, incluso hoy en día sabemos poco de cómo funcionan los mercados y sabemos poco de cómo los mercados organizan la vida de las personas, habilitan imaginarios, deseos, expectativas. Poder preguntarse qué es lo que pasa con esas experiencias de mercado y cómo dinámicas políticas, que a priori parecen opuestas, que fueron narradas de manera opuesta, confluyen en habilitar las experiencias de mercado y de consumo como claves y centro de su política de inclusión y desarrollo, de acompañamiento de un bienestar de diferentes sectores de la sociedad. Desde el kirchnerismo se miró negativamente al menemismo y bloqueó preguntarse por las afinidades que había con relación al lugar de los mercados en la construcción de un tipo de sociedad inclusiva, igualitaria cuando, precisamente lo que logró, sin tenerlo tan presente, es una mayor participación en dinámicas de consumo, de participación en el mercado pero en la narrativa del kirchnerismo eso quedaba en un lugar mucho más secundario frente al lugar del estado protegiendo derechos. Tratar de entender esas experiencias de forma total y completa, con todas sus contradicciones y después poder interrogarse cuál es el legado que han tenido en términos de la construcción de una sociedad más igualitaria u orientada a dinámicas de desarrollo en el mediano y largo plazo, son dos cuestiones separadas que hay que unir

– ¿La centralidad de las deudas habla también de una despontencia del trabajo o, más precisamente del salario? Me refiero a que se puede tener trabajo y seguir siendo pobre, entonces endeudarse se convierte en un dinamizador económico.

–Hay una relación directa entre los modos de inserción laboral y las dinámicas de endeudamiento. Ahora, mirando el mercado de trabajo y la dinámica de ingresos no terminamos de captar totalmente las dinámicas que generan bienestar. Podes tener una inserción laboral muy buena, con ingresos muy buenos pero alquilas y no llegas a fin de mes y necesitas endeudarte. La pregunta: ¿hasta dónde llega o no llega la protección a través del trabajo? te obliga a mirar otras dinámicas que condicionan los estilos de vida, el bienestar de las personas y te llevan a ver esa dinámica nodal que conecta muchas esferas de la vida que es el endeudamiento. La sociología que me interesa es la que mira al trabajo con otras dinámicas.

–Mencionás que hay un sector del crédito informal que no aparece en las estadísticas pero resulta muy sorprendente porque con solo caminar por la calle es algo que se vuelve más que evidente.

–El propósito del libro es hacer lo que acabas de mencionar, partir de esa paradoja. Cómo puede ser que las dinámicas de crédito y endeudamiento son tan centrales en la vida de las personas, desde las empresas financieras que auspician equipos de fútbol, desde que caminamos por la calle y vemos las ofertas de crédito, desde que uno puede reconstruir los vínculos con muchas personas muy cercanas a partir de cómo nos prestamos dinero, hay toda una serie de indicadores claros que hacen que estas dinámicas sean centrales en nuestras vidas pero sin embargo, en la narrativa que propusieron las ciencias sociales, está ausente. En gran parte tiene que ver con el peso central que tiene la deuda pública, por obvias razones, y por otra porque estas cuestiones tuvieron a los economistas como intérpretes privilegiados de lo que pasa con el crédito y la deuda y los economistas ven el mercado formal y en la Argentina el mercado formal es muy pequeño. Para los economistas que han tenido el monopolio de la interpretación sobre estas cuestiones, el mercado de crédito no tiene gran relevancia en la vida económica de la sociedad argentina. Entonces venimos los sociólogos con nuestros métodos, encuestas, entrevistas, etnografías, nuestra mirada de archivo de diferente naturaleza: diarios, revistas, chistes para recomponer la dinámica que tiene el mercado de crédito y endeudamiento en la vida social, para mostrar su centralidad mucho más de lo que muestra una estadística del banco central

Ariel Wilkis. Foto: Fernando de la OrdenAriel Wilkis. Foto: Fernando de la Orden

–Tu libro permite responder a una pregunta que hoy se escucha mucho vinculada a cómo hacen los sectores más pobres para sobrevivir. Tu libro no toma el Gobierno de Javier Milei pero quería preguntarte si en este período la situación que analizas se profundizó.

–Las dinámicas de endeudamiento son una parte no visible, sobre todo las informales, del sostenimiento cotidiano de las condiciones de existencia. En este contexto hay dos dinámicas: frente a la caída de salarios y de ingresos que fue fulminante durante todo este año de gobierno, la dinámica de endeudamiento se agudiza y por otro lado, en toda dinámica de estabilización, como fue en los años 90, reaparece el crédito en sectores que empiezan a tomar crédito formal, ya sea para consumo de electrodomésticos y también hubo un incipiente crecimiento de los créditos hipotecarios y un renacimiento del crédito en dólares. Hay una doble dinámica: la dinámica de abajo de endeudamiento para llegar a fin de mes y sectores con estabilidad laboral que empiezan a aprovechar la estabilidad que da la caída de la inflación y la oferta de crédito formal que, sobre todo en la segunda parte del año, comenzó a crecer. Incluso por parte del gobierno señalando ese crecimiento del crédito formal como un indicador de mejoramiento y normalidad de la economía argentina

–Hay también una modificación en la noción de clase social con relación al acceso al crédito.

–La teoría sociológica que está detrás de mi lectura tiene que ver con diferentes manifestaciones del mercado de crédito. Es una dinámica que distribuye reconocimientos y cuando el mercado de crédito funciona de manera degradante y lesiona la vida económica de las personas, porque establece condiciones muy gravosas, porque los intereses son muy altos, porque hay amenazas de diferente naturaleza para que ese crédito sea devuelto, es un mercado que distribuye asignaciones negativas. Cuando el mercado de crédito funciona distribuyendo reconocimientos positivos lo que genera son expectativas, imaginarios de crecimiento y hay algo que el libro intenta pensar que es la relación entre democracia y mercado de crédito. El mercado de crédito es una institución clave de la organización de los imaginarios de la democracia, tanto para apoyarla como, por el contrario, para sentirse distanciado, por eso el libro termina pensando cuánto contribuye la dinámica de endeudamiento para que una opción política como la extrema derecha haya llegado al gobierno y sea apoyada por una parte de la sociedad

–En este sentido mencionás en tu libro que cobrar el IFE durante la pandemia “fue un mazazo para la identidad” social de muchos sectores que nunca habían cobrado un plan social y que eso no fue leído por el gobierno de Alberto Fernández.

–Durante la pandemia estuve muy comprometido con muchas investigaciones que se organizaron a partir de un hilo conductor donde las dinámicas de endeudamiento ayudaban a comprender cómo determinados sectores tomaban distancia con el estado y con el sistema político, de un modo más amplio y que, de alguna manera, terminaban apoyando a una oferta antisistema como la de Javier Milei. Tratar de poner el foco en ese malestar social, en esa producción social que es el endeudamiento para pensar el lugar clave que tiene para robustecer o debilitar la democracia, es un poco el objetivo del libro y por eso empieza en 1983 con un acto para mi inaugural, cuando Alfonsín, en su campaña prometía a una parte de la sociedad que estaba endeudada con la 1050 que la democracia venía a reparar esa dinámica de endeudamiento que había producido la dictadura y demostrar cómo la promesa de la democracia venía acompañada por una promesa de reparar deudas, no sólo pensadas en términos simbólicos, ligadas a los derechos humanos, sino deudas materiales que estaban afectando a sectores muy amplios de la sociedad

–Y esa promesa se liquidó con el proceso inflacionario que terminó con la hiperinflación.

–Las deudas que venía a reparar el gobierno de Alfonsín fueron reemplazadas por otras deudas que generaron esa dinámica inflacionaria que el gobierno de Alfonsín no sólo no logró controlar sino que se lo llevó puesto. Leer con distancia los años que van desde 1991 hasta el 1994/95 es clave para entender lo que fue el menemismo y para entender la experiencia traumática que es la hiperinflación y la demanda central de estabilidad en el orden económico y monetario. La sociedad termina organizándose en torno a esa demanda en la cual el mercado de crédito tiene un rol crucial porque no solo es un indicador de estabilidad, también puede relanzar expectativas e imaginarios en contraste con esa experiencia traumática donde no solo se había derrumbado el consumo sino toda la vida colectiva. El crédito, la estabilidad y los imaginarios vinculados con una expectativa respecto al futuro están enlazados y fue una contribución del menemismo para estabilizar la democracia, con todas sus contradicciones, que hay que entender en sus propios términos

–En el libro te preguntas si es mejor excluir del consumo o integrar pero a costa de endeudarse. Me parece que esa es la expresión de un problema: es imposible, para cualquier sector social, vivir sin endeudarse en la Argentina.

–La respuesta a esa pregunta tiene el efecto de obligar a una persona que está viendo una situación de esta naturaleza a no juzgar desde afuera o prejuzgar. Tratar de pensar esa tensión permite ponerse en los zapatos de la persona que está tomando esa decisión y entender por qué la toma, cuáles son las alternativas. Es una pregunta que está formulada en un contexto específico en el cual había una sobre moralización de los sectores vulnerables a los que se les criticaba su sobreendeudamiento cuando podían evitarlo dejando de acceder a esos consumos. Lo que hay que pensar es una reforma económica que evite a las personas tener transitar por ese dilema

Ariel Wilkis. Foto: Fernando de la OrdenAriel Wilkis. Foto: Fernando de la Orden

Ariel Wilkis básico

  • Profesor regular de las universidades nacionales de San Martín (UNSAM) y del Litoral (UNL), decano del Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES- UNSAM).
  • Es autor de The Moral Power of Money (Stanford University, 2017), que ganó la mención de honor de la American Sociological Association (ASA) como mejor libro de sociología económica del año y que la editorial de la EHESS publicará en versión francesa en 2020.
  • Ha coeditado El laberinto de la moneda (Biblos, 2015), El poder de (e)valuar (UNSAM, 2018) y Las sospechas del dinero: moral y economía en el mundo popular (Paidós, 2013).

Una historia de cómo nos endeudamos, de Ariel Wilkis (Siglo XXI).

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Cómo quedan los nuevos aumentos de las prepagas tras el pedido del Gobierno de que dieran marcha atrás

Durante este fin de semana las principales prepagas del país terminarán de darles forma a las nuevas cartas que...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img