Por estas horas, el Parque Municipal General San Martín de Lincoln es el epicentro de una historia que parece salida de un archivo perdido de fenómenos inexplicables. Un huevo gigante, de apariencia orgánica y tamaño inusual, apareció el jueves 20 de noviembre por la madrugada en la isla del lago, sin testigos, sin huellas alrededor y sin una explicación convincente de las autoridades. Desde que personal de mantenimiento lo encontró por la mañana, la zona permanece vigilada.
A medida que pasan los días, la escena en el espacio verde de la ciudad se vuelve cada vez más particular. Vecinos, vecinas y curiosos se acercan a la orilla del lago, algunos con cautela, otros con teléfonos en mano, y todos con la misma pregunta que se repite en murmullos: “¿Qué es eso?”. Así lo explicó el periodista local Marcos Elgue del medio Pluta TV.
Al principio circuló el rumor de que podía tratarse de una intervención del carnaval local, algún tipo de escultura o de instalación artística colocada sin aviso previo. Pero el paso del tiempo empezó a desmentir esa teoría. El objeto no presenta rastros de manipulación humana reciente, y su presencia —estática, intacta, pero extrañamente viva— sugiere que es algo más, algo cuyo origen no se ajusta a ninguna explicación lógica.
Durante las últimas noches, varios testigos aseguran haber visto una luz tenue emanando desde el interior del huevo, una pulsación suave, casi respiratoria, que ilumina la superficie del lago con un resplandor apenas perceptible. Como si algo —o alguien— se estuviera gestando adentro.

Otra señal desconcertante proviene de las aves que habitan el lago. Al principio se alejaban del perímetro, observándolo con desconfianza. Sin embargo, con el correr de las horas comenzaron a comportarse de manera inesperada: se acercan, revolotean alrededor, se posan cerca, sin mostrar signos de alarma. Lejos de percibir una amenaza, parecen haberse familiarizado con su presencia, como si el huevo formara parte del ecosistema desde mucho antes de que se notara. Este cambio en el comportamiento animal le suma un nuevo interrogante a un caso que, lejos de aclararse, se vuelve más complejo.
Lo único cierto es que el huevo continúa allí, inmóvil pero enigmático, mientras la ciudad entera observa, especula y espera. Y, aunque las autoridades insisten en mantener la cautela, una sensación crece en la comunidad: algo está pasando bajo la superficie del lago… algo que está a punto de revelarse.
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