El cónclave para elegir al nuevo Papa comenzará hoy y desde Salta, sacerdotes compartieron su mirada sobre esta reunión trascendental para la Iglesia Católica.
El cónclave para elegir al nuevo Papa comenzará hoy y desde Salta, sacerdotes compartieron su mirada sobre esta reunión trascendental para la Iglesia Católica.
El vicario episcopal de la Catedral de Salta, presbítero Lucio Francisco Ajaya, explicó que el proceso está marcado por la fe y la espera confiada. «El nombre del próximo Sucesor de Pedro permanecerá como una incógnita hasta que la fumata blanca nos indique que se eligió. Más allá de los pronósticos, solo el Espíritu Santo sabe quién será el nuevo Papa», expresó.
Y añadió que el Papa Francisco les ha dejado una Iglesia llena de vida y vinculada con el mundo. «Sin embargo, cada Papa ha sabido discernir lo bueno a lo largo del tiempo, buscando llevar los hombres a Dios y Dios a los hombres», sostuvo.
Resaltó además la importancia de conservar el núcleo de la fe con apertura al diálogo.
«Existe una continuidad en la fidelidad a las enseñanzas de Jesucristo y que se han conservado gracias a la tradición y al servicio del Magisterio. El depósito de la fe, sea quién sea el Papa, debe permanecer intacto», dijo.
Sobre el futuro pontífice, expresó: «Esperamos y confiamos que el nuevo Pontífice será el que Dios quiera y el que los Cardenales reunidos en el cónclave elegirán con la sabiduría de pastores y la asistencia del Espíritu Santo. Lo que se espera del nuevo Papa es que siga custodiando la riqueza de la fe y pueda dialogar con el mundo contemporáneo. Así, la Iglesia se abre camino en este tiempo.»
El párroco de Vaqueros, presbítero Martín Federico Farfán, valoró la huella espiritual que deja el papa Francisco.
«La vivencia que hemos tenido en estos doce años con el Santo Padre ha sido, para todo el mundo, sumamente familiar y cercana, mostrándonos el rostro del Señor y transparentándolo con sus gestos», expresó.
Y resaltó la humildad de Francisco y su capacidad para acercarse a la gente común.
«El Papa nos dejó la experiencia profunda de un hombre sencillo, que tiene calle para hablar en el lenguaje de la gente y anunciar el Evangelio a la altura de todos», indicó.
Y concluyó con una reflexión esperanzadora: «gracias a Dios, tenemos personas como Francisco que transparentan y actualizan al Señor y nos hacen ver que es posible una nueva manera de ser católico y cristiano, sin imponer, sin arrogancias, sin separar los puros de los impuros, sin despreciar, sin creerse lo máximo, sin ser más que nadie. Al iniciar un nuevo cónclave para elegir al Sucesor de Pedro, oremos al Señor del Milagro, para que el Espíritu Santo ilumine a los Cardenales y tengamos un Papa tan grande como lo fue Francisco».
Presbítero Raúl Méndez – Vicario episcopal Lucio Francisco Ajaya.
El presbítero Raúl Méndez también brindó su mirada, remarcando el carácter profundamente religioso del cónclave. «Para los cristianos es un acto sacramento, religioso, que pertenece al ejercicio de la comunión dentro de la fe, de tal manera que no es un acto puramente humano, no es un acto político», dijo
Méndez aclaró que, aunque la decisión la toman hombres, está guiada por la oración: «Obviamente quienes deciden son los cardenales, que son hombres, pero lo hacen habiendo rezado, pedido al Espíritu Santo que los ilumine, que los ayude para elegir al hombre adecuado como sucesor de Pedro.»
Sobre la responsabilidad que asumen, dijo: «Los cardenales van a elegir según su conciencia y en base a lo que han conversado y analizado entre ellos».
Méndez hizo una distinción clave: «no se trata de elegir al sucesor de Francisco sino al sucesor de Pedro, el apóstol que por encargo de Jesucristo tiene en el mundo y dentro de la Iglesia la misión de confirmar, asegurar a los fieles en la continuidad de la fe y la de conducir toda la comunidad de manera unida y de poder ofrecer al mundo la obra de Jesucristo, la fe y sacramentos».
sbítero