El ministro de Turismo, Pablo Menoni, cuenta con una trayectoria corta en cargos políticos. Es ingeniero electricista por la Facultad de Ingeniería, exdirector de Transporte de la Intendencia de Montevideo y también se dedicó, por más de 20 años, al sector de las telecomunicaciones en diferentes cargos dentro de Antel, donde fue gerente de Innovación y gerente de Investigación de Desarrollo. A pesar de no contar con una conexión grande con el Turismo, fue el nombre recomendado por la vicepresidenta de la República, Carolina Cosse a la hora de designar el equipo ministerial. En entrevista con El País, habló sobre el presente del ministerio, el rol que cumplirán las pequeñas empresas del sector, novedades en relación a la conectividad aérea con Brasil, el crucerismo y su relación con actores públicos y privados, entre otros temas.
-¿Con qué situación económica y organizacional se encontró tras asumir el Ministerio?
-Desde el punto de vista presupuestal nos encontramos con una disminución en términos reales del presupuesto (comparando 2024 con 2019) de 26%, eso es mucho dinero, reitero que esta disminución es en términos reales. Respecto a la situación de la organización, nosotros estamos con un ministerio con el entorno de los 140 funcionarios, de los cuales más de 40 tienen causal jubilatoria en este período, por lo tanto es complejo, necesitamos que ingrese más personal, esa es una de las cosas que vamos a dar en la discusión presupuestaria. Después, por supuesto que hay matices políticos en cuanto a cuáles son las prioridades, pero eso es cuestión de una visión u otra, pero desde el punto de vista económico y organizativo, te diría que esas son las dos cosas más complejas. Sumaría lo de la parte estadística, ya que nosotros tenemos una gran debilidad en esa parte. A lo largo de los años hemos anunciado de forma muy antojadiza las cifras de ingresos de turistas. No podemos explicar ahora el incremento o decremento de ingresos de turistas medianamente razonable y en forma profesional. Esas son las tres cosas.
-Hablando de esas debilidades en las estadísticas, ¿qué medidas podrían tomar para hacerle frente?
-Primero, la formación de profesionales acá dentro del ministerio. Y para ello ya estamos conversando con la Facultad de Ciencias Económicas para que nos ayude, no solo a clarificar esa cifra, sino a formar profesionales. Nosotros no pretendemos un posible acuerdo con la Facultad de Ciencias Económicas o incluso con el grupo de universidades de Montevideo. Lo que nosotros buscamos es formación profesional, pero no que se quede en un convenio donde tengamos todo digerido, digamos, por parte de la academia, sino que parte de ese conocimiento tiene que quedar dentro del ministerio, porque nosotros pasamos y nos vamos, el personal queremos formarlo y que quede con una parte sustancial de eso.
-Tras asumir su cargo mencionó que el “menguado” presupuesto del ministerio los obliga a ser “lo más eficientes posible”. En ese sentido, ¿en que se va a centrar para lograr esa eficiencia? Al menos en el inicio de su administración.
-Entendemos que herramientas como la inteligencia artificial nos pueden ayudar, nos van a ayudar a ser más eficientes. Siendo más concretos, entendemos que la promoción, la micro-segmentación de la promoción que nos habilita la inteligencia artificial va a ser sin lugar a dudas una herramienta que nos ayudará a ser más eficientes.
Pablo Menoni. Foto: Francisco Flores
-También hizo énfasis en las Pymes dentro del turismo y su promoción para que las pequeñas empresas crezcan. ¿Qué tipo de incentivo pueden tener ya que son generadoras de varios puestos de trabajo dentro del sector?
-Sin duda. En Uruguay somos un mar de Pymes y especialmente en el turismo también, más allá de que tenemos algunas grandes cadenas hoteleras, pero lo sustancial son mipymes. Nosotros tenemos primero la base programática, donde nos comprometimos a promocionar y ayudar las mipymes y también a las prioridades para gobernar. Entonces estamos en eso, lo que vamos a hacer ahora es a esas promesas electorales ponerle sustancia, tener un reflejo presupuestal, cuánto dinero precisaríamos y eso es lo que vamos a conversar con mi colega el ministro de Economía (Gabriel Oddone). Para tangibilizarlo, eso es capacitación, eso es infraestructura, poca infraestructura, infraestructura chica, o liviana si querés, y también estuvimos hablando de un fondo de emergencia, todo eso tenemos que cuantificarlo y reflejarlo en el presupuesto.
-Aproximadamente el 7% del empleo uruguayo se centra en este sector. En su opinión, ¿cuáles son los puntos que habría que seguir impulsando para que eso siga en esa línea y en cuáles se deberían mejorar?
-Una de las debilidades que tiene el sector es la estacionalidad. Si nosotros logramos medianamente combatir esa estacionalidad, o sea desestacionalizar, lograríamos afianzar esos puestos de trabajo. Una de las herramientas fundamentales, además de la promoción y tener más turismo receptivo, es el turismo social. Si nosotros logramos conjugar el turismo social a través del Sistema Nacional de Turismo Social que vamos a convocar el próximo 29 de este mes, estaríamos matando dos pájaros con un tiro, digamos. Estamos hablando especialmente de trabajo joven -menores de 29 años- y calificado, gurises con bachillerato terminado y ciclo básico terminado. Eso por un lado, y por otro la capacitación. Capacitación en habilidades blandas, capacitación en habilidades digitales, capacitación en idiomas. Nosotros queremos que el turista se vaya con una buena impresión y la capacitación es fundamental.
-¿Ahí ve una oportunidad para seguir impulsando jóvenes y acercarlos a este sector?
-Exactamente. En Salto estuvimos en el Instituto de Alta Especialización, especialmente con los gurises que estudian la Tecnicatura en Turismo y hay ejemplos maravillosos. Son gurises que se capacitan en su lugar, Salto y el litoral tienen un potencial de crecimiento muy importante y a su vez ya están haciendo sus primeras herramientas de microemprendimientos turísticos. Te nombro una, por ejemplo: en Semana de Turismo trabajaron con un tour turístico, una caminata turística. Lo que yo les comentaba es que eso es la semilla de un bus turístico para hacer. Hay que ayudarlo, hay que acompañarlo, por supuesto, no solo desde el ministerio, sino de la intendencia, de la propia academia también, pero la formación de gurises, no sólo los que terminan en el ciclo básico y bachillerato, sino los que van a nivel terciario, es fundamental.
-Y el trabajo en conjunto con el sector privado y emprendedores que lideran grandes emprendimientos, ¿también es prioridad?
-Sí, por supuesto. El ministerio no atiende, no es un operador. Entonces, a través de los operadores nucleados en todas las gremiales que ellos están, pero especialmente en la Cámara de Turismo, con quien hemos ya tenido unas cuantas conversaciones, es prioritario para nosotros. Las políticas que vayamos a trazar, que trazaremos y las medidas que vayamos a tomar, si no están en consonancia con el sector privado, son vanas.
-¿Y de la temporada de verano qué balance puede hacer?
-Estamos haciendo y cerrando los números del verano, pero si no logramos explicar, las cifras por las cifras mismas no nos dicen absolutamente nada. Habíamos dicho a finales de mayo, esperemos hacerlo a principios de junio, una presentación con esos números, mostrando no solo los números, sino qué vamos a hacer para mejorar nuestras debilidades.
-¿Puede mencionar al menos qué rubros se destacaron más y cuáles quedaron más rezagados?
-No, no. Es heterogéneo y variado.
Pablo Menoni. Foto: Francisco Flores.
-En relación a la temporada de verano, le quería consultar por la ley de Arrendamiento Turístico para hacerle frente a los arrendamientos informales, ya que afectan la recepción de público en la hotelería media, ¿en qué etapa se encuentra?
-Hay dos puntos. Primero estamos trabajando en la reglamentación, nos compete a nosotros esa reglamentación, estamos trabajando en conjunto también con el sector privado. No queremos que sea una generación nuestra, sino que tenga, por lo menos, la opinión y los aportes del sector privado, eso por un lado. Y segundo es uno de los aspectos fundamentales de esa ley, que es el registro de la parte que nosotros vamos a regular acá en el ministerio, por lo tanto estamos hablando de cosas que manejamos a ciegas. No tenemos datos de cómo es, o cómo son los números del arrendamiento de inmuebles con fines turísticos. Entonces esperemos que a partir de eso podamos tener datos para contar con evidencia.
-De a poco el turista argentino está volviendo a poner el ojo en Uruguay tras el fin de la abultada brecha cambiaria. Para usted, ¿qué tan importante es la recepción de ese público?
-El turismo argentino explica más del 50% del turismo receptivo, entonces redunda decir que es importante. Y de vuelta, acá hay temas coyunturales que escapan a la decisión del Ministerio de Turismo e incluso escapan a las políticas que nosotros podamos trazar a nivel de gobierno nacional. Hoy tenemos una situación que ha mejorado mucho, como decías vos, respecto a los argentinos, pero ha decaído un poco respecto a los brasileños y los argentinos están yendo a Brasil. En esto de la eficiencia en el gasto de promoción, lo que queremos buscar es de vuelta la micro segmentación para que esos turistas argentinos vengan acá y no se vayan a Brasil.
-¿Y el turista brasileño?
-Apostamos fuertemente al turista brasileño, especialmente desde el sur de San Pablo hacia acá, tenemos esperanzas de que podamos crecer el número de turistas brasileños. Para ello hay que hacer foco en la conectividad, un tema en el que tenemos muchas vulnerabilidades, que esperemos tener noticias en el corto plazo, a ver si podemos desatar algunos nudos que hay por ahí.
-¿Se pueden esperar novedades de más frecuencias con destinos ya conocidos o nuevos?
-Sí, esperemos que sí, más allá de los anuncios que se han hecho públicos por SUA (Sociedad Uruguaya de Aviación), la compañía aérea con capitales totalmente privados, quiero recalcarlo, el Estado no ha puesto un peso ahí. Más allá de esos anuncios, esperemos tener nuevos anuncios de conectividad aérea interna también y de conectividad sobre todo con Brasil. Estamos apostando ahí.
-En cuanto al crucerismo, que también es otra rama del sector que ha crecido mucho en los últimos años, ¿cómo lo ve y cómo se cerró esta temporada?
-Con el crucerismo vamos a tener algunas dificultades los años que vienen, sobre todo porque nosotros somos muy dependientes de los costos de Buenos Aires. Estamos hablando de que los costos de amarre más servicios en Buenos Aires son 10 veces superiores a lo que tenemos nosotros acá. Esencialmente por el “peaje” de la hidrovía. Ahí hemos tenido una conversación con el ministro Daniel Scioli, en Argentina, con el compromiso de trabajar en conjunto y para que ellos puedan reducir en cierta forma esos costos, porque es muy difícil que un crucero venga solo a Montevideo y no vaya a Buenos Aires. Entonces tenemos que trabajar en conjunto el destino Río de la Plata.
Pablo Menoni. Foto: Francisco Flores.
-Esas dificultades que usted menciona en el crucerismo, ¿se centran en este tema en especial o hay otras también?
-Ese es el tema fundamental, pero nosotros tenemos carencias desde el punto de vista de infraestructura. Por ejemplo, sin ir más lejos, en el muelle de La Pastora, en Punta del Este, hemos visto en verano turistas bajar al rayo del sol con baños químicos, encerrados por un tejido, y la verdad que eso no está bueno. Queremos mejorar eso.
-Los actores públicos y privados, ¿ya le han manifestado alguna inquietud o alguna propuesta?
-Sí, varias. Me he reunido con varios. No solo con la Cámara Uruguaya de Turismo (Camtur). Hace dos semanas estuve en Salto, en el destino termas. Hay un montón de inquietudes, son muy heterogéneas por supuesto, el destino termas en particular tiene sus inquietudes con la conectividad aérea, sus inquietudes con temas de infraestructura, pero todas terminan de alguna forma u otra impactando en el presupuesto, el presupuesto nuestro y el presupuesto nacional. Entonces trabajamos en conjunto con ellos para ver si podemos dar respuesta a lo que nos están pidiendo, por ejemplo, en las termas del Daymán con saneamiento. En ese caso estamos articulando con OSE para ver si podemos dar solución por lo menos en el mediano plazo con este mal saneamiento. Y después otras cosas que hablan de promoción, promoción del destino litoral, del destino termas, promoción de sol y playa, promoción del enoturismo.
-En relación a los puntos que tocó la administración anterior en los cinco años pasados, ¿cuáles fueron positivos y en cuáles de esos puntos cree que puede haber una oportunidad para seguir creciendo?
-El análisis de la administración anterior no puede escapar a la coyuntura y al tema del covid-19. Fue apagar el mayor incendio que ha tenido el sector turístico a nivel mundial en la historia. No puede escapar a eso. Creo que se tomaron medidas para atacar esa coyuntura, que estuvieron bien, como por ejemplo algunas exoneraciones fiscales, que ayudaron a los operadores turísticos a por lo menos subsistir. Hubo algunos que quedaron por el camino, por supuesto, pero desde ese punto de vista entiendo que se hizo lo que se podía hacer. Ahora, hay otras cosas, sí, que entendemos que nosotros le hubiésemos dado otro tinte, como por ejemplo la gobernanza de todo en la promoción turística del litoral. Otro es el tema del turismo social. Entendemos que, por ejemplo, el programa Turismo para Todos tiene sus partes buenas porque, y resalto que incluye a los operadores, al Estado y a los propios beneficiarios en cuanto a contribuir con un dinero y tiene algunas otras falencias como la parte presupuestal, digamos, como que no tuvo una contrapartida presupuestal como para abarcar más gente. Sí quiero destacar que la transición fue muy buena, especialmente con el ministro Eduardo Sanguinetti, fluyó. La información que le pedimos siempre estuvo, hubo información que no pedimos y no vino, pero la que pedimos, vino.
-¿Y cómo le gustaría terminar su gestión de aquí a cinco años?
-Con más turismo receptivo, con un Sistema Nacional de Turismo Social consolidado, por supuesto con más turismo social, con más empleo estable y con más profesionalización en el uso de herramientas como la inteligencia artificial y poder explicar más cosas de forma más profesional.
