En un escenario internacional caracterizado por tensiones crecientes en el Indo-Pacífico, una disputa estratégica abierta entre Estados Unidos y China y un sistema multilateral cada vez menos eficaz, la política exterior vuelve a ocupar un lugar central en el debate público argentino. El deterioro del orden basado en reglas, el estancamiento de los organismos regionales como Mercosur y la fragmentación del sistema internacional obligan a la Argentina a definir con claridad su lugar en el mundo.
En este contexto, Escenario Mundial junto a El Estratégico tuvo la posibilidad de dialogar con Leopoldo Sahores sobre el rumbo de la política exterior argentina, el alcance del alineamiento con Estados Unidos e Israel, la cuestión Malvinas y el rol del Congreso frente a los desafíos geopolíticos actuales.
Actualmente en disponibilidad para cumplir funciones políticas electivas, Sahores combina experiencia diplomática con actividad parlamentaria emergente en el Congreso de la Nación. Con una extensa trayectoria dentro del Servicio Exterior argentino, Sahores ocupó posiciones clave como Subsecretario de Asuntos de América (2017–2019) y Secretario de Relaciones Exteriores (2023–2024).
En esta entrevista, el diplomático analiza el presente de la inserción internacional del país, el alineamiento con Estados Unidos e Israel, el rol del Congreso y los desafíos de soberanía en el Atlántico Sur. A continuación, los principales conceptos.
Política exterior, pérdida de autonomía y alineamiento
Consultado por su visión del rumbo internacional del país, Sahores sostuvo que la actual política exterior “está fuertemente condicionada por los alineamientos internacionales imperantes”, lo que —según advierte— reduce significativamente el margen de maniobra de la Argentina.
Desde su perspectiva, el país ha perdido capacidad de negociación propia y se ve hoy encorsetado por alianzas rígidas que no responden necesariamente a una estrategia nacional de largo plazo. Y, al abordar específicamente la orientación actual del Ministerio de Relaciones Exteriores y los votos recientes en organismos multilaterales como Naciones Unidas, Sahores fue categórico: “Cualquier alineamiento limita el margen de acción en política exterior, especialmente si tiene las características del actual alineamiento con Estados Unidos e Israel”, afirmó.
Advirtió, además, un giro que considera problemático en términos diplomáticos: “Muchas de las posiciones que la Argentina está asumiendo significan un cambio respecto de posiciones históricas en determinadas materias de la agenda internacional”. Ese viraje, según explicó, genera dudas en la comunidad internacional sobre la consistencia del compromiso argentino con el multilateralismo.
La cuestión Malvinas y la soberanía marítima argentina
Respecto a la política de Estado en torno a las Islas Malvinas, Sahores no dejó lugar a ambigüedades. “Mi postura respecto a la cuestión Malvinas y la disputa de soberanía está en plena consonancia con lo establecido en la primera de las disposiciones transitorias de la Carta Magna”, afirmó.
En relación con la depredación pesquera en el Atlántico Sur y la problemática de la Milla 201, Sahores remarcó que la riqueza ictícola argentina es un activo estratégico subexplotado. Señaló que la falta de control efectivo se debe a que la Prefectura Naval Argentina opera con recursos limitados para enfrentar flotas extranjeras ilegales y adelantó que impulsaría iniciativas parlamentarias para reforzar las capacidades de vigilancia y patrullaje marítimo.
“La riqueza ictícola del litoral marítimo es uno de los grandes activos y recursos estratégicos de nuestro país, lamentablemente depredado por flota extranjera por la falta de control efectivo de parte de la Prefectura Naval Argentina (PNA) dados los escasos recursos con que cuenta para llevar a cabo esa tarea. En ese sentido, considero imperioso dotar a la PNA de los medios necesarios promoviendo y/o acompañando cualquier iniciativa legislativa para reforzar su presupuesto de modo de ampliar su capacidad de control”, subrayó.
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