La Bahía de Biscayne fue escenario de una tragedia que dejó al mundo sin aliento. El pasado 28 de julio, Mila Yankelevich (7), nieta de Cris Morena y Gustavo Yankelevich, perdió la vida junto a Erin Victoria Ko Han (13) y Ari Buchman (11) luego de que una barcaza, empujada por un remolcador, embistiera de lleno el velero en el que navegaban junto a otras compañeras de la Miami Youth Sailing Foundation (YSF).
En medio de la desolación, hubo una historia que rozó el milagro. Calena Areyan Gruber, de 7 años, logró sobrevivir al violento choque, aunque su estado fue crítico durante varios días. A una semana del accidente, el abogado de la familia Areyan Gruber, el letrado Justin B. Shapiro, rompió el silencio y brindó un estremecedor testimonio sobre lo ocurrido.
“Fue una experiencia profundamente traumática. Es un milagro que esté viva”, aseguró Shapiro, quien además detalló cómo fue la odisea de la pequeña para salvar su vida. Según relató, Calena quedó atrapada bajo la barcaza luego del impacto y tuvo que nadar con todas sus fuerzas para poder salir a la superficie.
“La sobreviviente está devastada emocional y físicamente. Tiene laceraciones abiertas y rasguños por todo el cuerpo”, explicó el abogado, quien remarcó la gravedad de las heridas sufridas por la nena.
Sin embargo, Shapiro puso el foco en el impacto emocional que atraviesa Calena tras haber vivido una experiencia tan traumática. “Esto es algo que ninguna niña de 7 años debería tener que soportar”, sentenció.
El letrado también reveló cómo es la lucha diaria que enfrenta la pequeña junto a sus padres, Enrique Areyan Viqueira y Karina Gruber Moreno. “Es muy consciente de que podría haber muerto y se lo repite constantemente a sus papás, por lo que le espera un camino largo y difícil”, sostuvo Shapiro, dejando en evidencia las secuelas psicológicas que el accidente dejó en la nena.
Luego de ser rescatada del agua, Calena fue trasladada de urgencia al Centro de Trauma Ryder del Jackson Memorial Hospital, donde estuvo internada en estado crítico. Afortunadamente, días después recibió el alta médica y ya se encuentra recuperándose junto a su familia.
Shapiro también brindó detalles sobre cómo llegó Calena a ser parte de la expedición náutica de aquel fatídico día. En detalle, el abogado dijo que la familia de Calena es de Seattle pero estaba de visita en Miami, disfrutando de sus vacaciones. Por eso la menor formaba parte del campamento de vela de verano organizado por el Miami Yacht Club.
En cuanto a las acciones legales, Shapiro aclaró que la familia no tomará medidas judiciales por el momento. “Los Gruber están esperando los resultados de la investigación de la Guardia Costera con base en Miami Beach”, explicó el experto en leyes.
Sin embargo, hizo un llamado firme a las autoridades: “Instamos a la agencia a cumplir su promesa de aprender todas las lecciones posibles de esta tragedia”.
El caso, que conmocionó tanto a la comunidad local de Miami como a la Argentina, dejó al descubierto la vulnerabilidad de los menores ante la negligencia en la navegación y abrió un debate sobre las condiciones de seguridad en las actividades náuticas para chicos.
Mientras la investigación avanza, la familia de Calena se enfoca en acompañarla en este difícil proceso de recuperación. El accidente dejó heridas físicas que irán sanando con el tiempo, pero las emocionales necesitarán un trabajo mucho más profundo y prolongado.
