El día después de la salida de la polémica jueza Julieta Makintach y de la incertidumbre que gira alrededor del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, su ex pareja Verónica Ojeda aseguró que está viviendo «una pesadilla» junto al resto de la familia del Diez. «Todavía estoy en shock», manifestó. Mañana habrá una audiencia clave para definir cómo sigue el caso.
«Ayer fue un día muy doloroso, muy triste porque vimos unas imágenes que no lo podía creer. Gianinna tampoco. Nos agarramos de la mano las dos y no lo podíamos creer, decíamos esto es una pesadilla, porque esta señora decía que no era verdad, que no era ella y nos mentía en la cara», afirmó Ojeda, mamá de Dieguito Fernando, el hijo que tuvo con Diego hace poco más de 12 años.
Ojeda, que fue una de las personas que declaró en calidad de testigo en la primera parte del juicio, antes del escándalo de la jueza, remarcó que «es una pesadilla» lo que están pasando, porque ahora van a tener que «volver a declarar y empezar todo de cero».
Su mayor miedo, explicó en diálogo con TN, es lo que pueda suceder con su hijo, que está entrando en la adolescencia, esperando «que no sufra y no pase todo» lo que están pasando hasta ahora familiares y amigos del Diez.
«Se me quiebra la voz, todavía estoy en shock con lo que pasó ayer, y no solo ayer, hace cinco años que estamos luchando y que venga una jueza modelo que quiera hacer un documental o lo que quiera hacer, porque no me importa si hubo dinero o no, nosotros queremos justicia, que Diego descanse en paz, que podamos estar tranquilo, luchamos para que él pueda descansar en paz. Y que los culpables vayan presos», enfatizó.

De todas formas, Ojeda dejó en claro que si tiene que volver a declarar, en caso de que el juicio vuelva a empezar, lo hará sin problemas. Según sus palabras, su primera comparecencia frente al tribunal duró entre cuatro y cinco horas: «Si tengo que declarar 12 horas, no me importa».
Con respecto a cómo está viviendo esta situación Dieguito, dijo que «es muy duro», pero que tiene profesionales al lado de él que los asesoran y le dicen a ella «cómo decirle tal o cuál cosa». Una psicóloga acompaña al chico y también a su mamá, contó.
«Es tremendo y ojalá que se haga justicia, quiero creer todavía en la Justicia. Acordate que nos está viendo el mundo, me llaman de todas las parte donde Diego ha vivido. Y hay veces que no sé qué contestarles porque es una vergüenza. Es una estafa a cada argentino y al mundo entero que lo amó y lo quiso de verdad«, cerró.
Qué dijo Verónica Ojeda en su declaración en el juicio por la muerte de Maradona
Verónica Ojeda tuvo su momento para declarar en la novena jornada del juicio por la muerte de Diego Maradona, el pasado 8 de abril. Sus palabras fueron quizás las que más resonaron ese día, relatando cómo fueron los últimos días del ex campeón del mundo. Ese día lloró en medio de su exposición en la que apuntó contra el neurocirujano Leopoldo Luque: “Nos mintió en la cara a toda la familia”.
“Necesito hablar y sanar también”, dijo Ojeda, entre lágrimas. Segundos antes les contó a los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 3 de San Isidro la última vez que vio a Maradona, el lunes 23 de noviembre de 2020.

“Lo vi hinchado, con la panza hinchada, desfigurado, las manos hinchadas. Me llamó la atención que Coria (Julio, el custodio) lo tenía de la mano”, sostuvo. Aquella visita se realizó luego de la llamada que recibió de parte de Vanesa Morla, hermana del abogado Matías Morla y asistente de Diego, que le dijo que vaya “porque no fue nadie a verlo”.
En uno de los fragmentos más intensos de su testimonio, Ojeda hizo referencia a la internación en la Clínica Olivos, donde Maradona se operó de un hematoma subdural, el 3 de noviembre del 2020. Llegó ahí luego de un chequeo general en la clínica Ipensa de La Plata.
Fue en la Clínica Olivos que tuvo contacto más directo con Luque, de quien Maradona le dijo que era “su médico de cabecera”. “Tenía buena relación”, señaló.
Allí participó de la reunión para definir la externación tras la operación, donde Luque recomendó que sea una internación domiciliaria. Luego, Ojeda relató cómo se enteró de que Luque no fue el médico cirujano que operó a Maradona del hematoma subdural.
“A nosotros Luque nos dijo que lo operó él, pero después nos enteramos que fue otro médico. Nos dijo que lo operó y que la operación fue un éxito. Nos mintió y se rio de todos en la cara, a toda la familia. Es una vergüenza”, sostuvo, indignada.
Ojeda estuvo presente el 11 de noviembre, cuando Maradona salió de la clínica y se dirigió a la casa de San Andrés.
«Estaba bien, tomó su sopa. Le preguntaba cosas de hace un montón de años a ver si me recordaba y estaba bien. Ese día disfrutó de Dieguito. Fue el único día que lo vi bien. Al segundo día (el 18) que no quería salir de la habitación, estaba enojado, no quería ver a nadie. Dieguito iba corriendo a tirarse a su papá, al único que no echó porque era su adoración”, recordó.
Ahi fue el quiebre de Ojeda. Empezó a llorar al recordar los últimos días que vio a su ex pareja y en lo que significó para su pequeño hijo.

“Por la condición que tiene (autismo y trastorno en el habla) le hacía bien estar con su papá. Siempre me costó que tenga una relación con su hijo, siempre luché para que ellos tengan un diálogo. Mi hijo lo ama, lo ve a su papá. De hecho cuando mostró su imagen acá (ya muerto), Dieguito lo vio y me dijo ‘vi la foto de papá’. Hablé con la psicóloga y me dijo que tengo que contarle la verdad y le dije ‘sí, es papá, le tuvieron que sacar fotos para que el día de mañana se haga justicia’. Él sabe que viene a declarar para el bien de su papá. Que se haga justicia y se sepa la verdad”, dijo entre lágrimas.
También recordó cómo fue que se enteró de la muerte de su ex pareja: el miércoles 25 cerca del mediodía recibió un llamado del periodista Jorge Rial, quien le preguntó hacía cuánto tiempo no hablaba con Maradona.»Llamá o anda para Tigre», le dijo el periodista ante la consulta de qué sabía.
Camino a la casa se comunicó con Vanesa, quien le dijo que “vaya para Tigre que Diego no andaba bien”. En medio del camino, junto a Dieguito Fernando, escuchó la noticia de la muerte de Maradona por la radio.
«Cuando llegué estaban Dalma, Gianinna, Jana, las hermanas, los policías, los fiscales. Todos empezaron a despedirse, primeros las hermanas, luego Dalma y Gianinna, Jana, Claudia (Villafañe) también. Ahí viene Laura Capra (fiscal) y me dice ‘Verónica no sé si conviene que entre Dieguito porque es muy fuerte verlo así’”, recordó.
Fue entonces que Ojeda ingresó sola a la habitación donde estaba el cuerpo de Maradona. A un costado estaba Gianinna, contemplándolo.
“Decidí que no entre, entré yo y lo vi todo hinchado, la panza toda hinchada, con la boca llena de burbujas, espuma en la boca. Recé y salí del cuarto. Después me desvanecí, me sostuvo Claudia. Con Claudia decidimos dónde lo íbamos a velar. Llamaron de presidencia para poder llevarlo allá. Los hijos decidieron todo”, rememoró.
D.D.