Un grupo de 40 hinchas de Misiones viajó a Buenos Aires con la ilusión de despedir a Lionel Messi en el Monumental. Pagaron entradas por más de 15 millones de pesos, pero nunca las recibieron y quedaron varados afuera del estadio.

Lo que debía ser una fiesta de fútbol se convirtió en una pesadilla para un contingente de familias, jóvenes y adultos mayores que partió desde Eldorado rumbo a la capital. La promesa era clara: entradas aseguradas para ver a la Selección y despedir a Messi en su último partido en suelo argentino.
El viaje comenzó con entusiasmo. Cada persona abonó una seña y luego completó el pago de las entradas, que rondaban los 390 mil pesos por cabeza. En total, el grupo desembolsó más de 15 millones de pesos, convencidos de que cumplirían un sueño irrepetible.
Sin embargo, al llegar a Buenos Aires las promesas se derrumbaron. Durante horas los hicieron recorrer distintos puntos de la ciudad con la excusa de que las entradas serían entregadas en cualquier momento. Pasaron por las inmediaciones del Monumental, por el barrio de La Boca y hasta por plazas sin que nunca aparecieran los tickets.
La tensión se volvió insoportable cuando, a minutos del inicio del partido, los organizadores les informaron que “la persona que tenía las entradas había sido detenida”. La noticia cayó como un balde de agua fría. Entre discusiones, reclamos y lágrimas, abuelos y chicos permanecieron varados en plena vía pública, soportando el frío y la incertidumbre.
Algunos hinchas sugirieron ir a un bar para al menos ver el partido por televisión, pero la propuesta no prosperó. Finalmente, tras el encuentro, apareció el micro que debía llevarlos de regreso, aunque el principal organizador nunca volvió a dar la cara.
El golpe económico fue grande, pero la frustración emocional resultó aún mayor. Para muchos de los presentes se trataba de una ocasión única: ver en vivo y por última vez a Lionel Messi vestido de celeste y blanco en la Argentina.
“Nos arrebataron un sueño que no vuelve más. Queremos recuperar el dinero, pero lo más doloroso es la burla a nuestra ilusión. Estafaron a familias enteras que hicieron un esfuerzo enorme para estar ahí”, expresó uno de los afectados.
Ante la magnitud del fraude, los damnificados ya evalúan presentar acciones legales para recuperar lo abonado y que los responsables de la estafa den explicaciones.