Email: [email protected] Teléfono: 2908 0911 Correo: Zelmar Michelini 1287, CP.11100.
Eduardo Fazzio | Montevideo
@|En respuesta a la columna “Escuchar al votante” de Tomás Linn (10 de agosto de 2025), y en mi calidad de integrante de la corriente no fusionista del Partido Colorado, deseo rebatir sus premisas que simplifican peligrosamente nuestro debate interno.
Linn afirma que debemos priorizar la unidad en la coalición para evitar la marginalidad, invocando una supuesta “voluntad del votante colorado común”. Este enfoque adolece de dos falencias graves: primero, presume un electorado homogéneo cuando en realidad existe una diversidad irreductible –incluyendo a quienes valoran nuestra identidad batllista y autonomía por encima de alianzas pragmáticas; segundo, suplantar la voz de las bases con la interpretación de un columnista contradice el principio democrático que dice defender. Escuchar al votante exige mecanismos concretos: asambleas, convenciones, no suposiciones.
El autor reduce nuestras diferencias a “asuntos menores” o pugnas por liderazgos, ignorando el debate de fondo. Aclaro: nuestra corriente no se opone a acuerdos –históricamente batllistas y esenciales en 2019– sino a la fusión orgánica bajo el lema “Coalición Republicana”. Esto implica:
1) Liquidar las internas abiertas (pilar de la democracia uruguaya).
2) Diluir nuestra identidad ante un aliado coyunturalmente dominante (el propio Linn reconoce la primacía blanca).
3) Subordinar programa e historia a una marca vacía de contenido ideológico.
Nuestro rechazo es estratégico, no dogmático:
– Políticamente, la experiencia departamental (Montevideo, Canelones, Salto) demostró que los lemas unificados debilitan estructuras coloradas y favorecen la hegemonía blanca local.
– Electoralmente, forzar esta fórmula a nivel nacional ahuyenta votantes que valoran identidad clara y erosiona incentivos para competir en primera vuelta.
– Sistémicamente, arriesga consolidar al Frente Amplio como único polo capaz de aglutinar sensibilidades diversas, regalándole 15 años más de hegemonía.
Contrario a lo que sugiere Linn, no aspiramos a un “núcleo duro” marginal.
Buscamos revitalizar el partido: competir con perfil propio en octubre para aspirar al balotaje con fuerza genuina, replicando el exitoso modelo de 2019 (autonomía + convergencia táctica). Un Colorado sin batllismo es una cáscara vacía, incapaz de movilizar u ofrecer una alternativa real.
Invito a Linn y a los lectores a un debate riguroso, sin simplificaciones. El futuro del partido, y especialmente el destino nacional, no se construye con fusiones que nos disuelven, sino defendiendo la riqueza de la autonomía, principios y la narrativa histórica que nos hace únicos.
¿Encontraste un error?
Reportar