Barcelona
La ordenanza de circulación que entró en vigor el 1 de febrero lleva muchas obligaciones asociadas a los patinetes, pero también hay otras cuestiones que afectan a los motoristas y han pasado más desapercibidas. A la prohibición general de aparcar las motos en las aceras de menos de tres metros y en las calles de plataforma única, se ha incorporado una referencia específica a los entornos de los centros escolares y sanitarios, donde su presencia queda terminantemente vetada del espacio reservado para los peatones.
Aunque muchos de los que se mueven en moto opten por incumplir la ordenanza, la prohibición de aparcar en las aceras está ahí recogida. Para que nadie diga que no lo sabía, el Ayuntamiento de Barcelona está optando por reforzar la señalización en los accesos de 325 centros escolares y hospitalarios de la ciudad.
Desde mediados de febrero ya se ha actuado en los entornos de 59 escuelas y 12 hospitales y se irá desplegando en los próximos meses hasta llegar a los 296 colegios y 29 hospitales. Cuando finalice la actuación, habrá 4.372 tramos de acera señalizados con la prohibición de aparcar motos. Solo quedarán al margen aquellos que por la configuración de la calle ya no permitieran el estacionamiento de motos.
La mención específica a colegios y hospitales fue una de las peticiones que pusieron sobre la mesa los comunes para aprobar la ordenanza de circulación. Aunque no ha entrado en vigor hasta hace poco más de un mes, la ordenanza llevaba guardada en un cajón desde que hubo el cambio de alcaldía, en el verano del 2023.
La medida restrictiva va acompañada de nuevas plazas pintadas en la calzada para los motoristas
Con todo, las señales no son mágicas y el cumplimiento de la normativa es desigual, en función de si va acompañado de multas o tanto la Guardia Urbana como los motoristas deciden mirar para otro lado. En los lugares que se aplica más mano dura es allí donde las señales se acompañan de nuevas plazas de aparcamiento pintadas sobre la calzada.
Durante el año pasado se pusieron 4.152 multas por aparcar en aceras donde está prohibido. En lo que va de año, se han puesto 717 sanciones que van entre los 50 y los 100 euros por ese incumplimiento de la ordenanza y por otros recogidos en la ordenanza como el aparcamiento en espacios adyacentes a los estacionamientos de bicicletas, en los pasos de peatones, en carriles bici y cuando obstruye la utilización de contenedores.
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El gobierno municipal está acompañando el millar de señales de prohibición puestas en los últimos meses con la creación de 2.500 plazas de aparcamiento de motos en calzada, de las cuales 200 han sido en entornos de centros educativos y hospitalarios. La previsión es generar 700 más en esos lugares aún pendientes de señalizar. Además, está enviando informadores a los centros educativos, hospitales y clínicas de los diez distritos de la ciudad para informar de los cambios a los profesionales que trabajan en esos equipamientos y familiares.
“Nuestra intención es proteger a los más vulnerables y caminar hacia el objetivo de que la acera sea principalmente para los peatones”, destaca la teniente de alcaldía de Urbanismo, Laia Bonet. El Ayuntamiento apuesta por reforzar la comunicación, poner más señales y, llegado el momento, empezar a multar de manera generalizada. En un horizonte aún lejano queda la intención de liberar las aceras de las 40.000 motos que se calcula que hay aparcadas irregularmente, ya sea bajándolas a la calzada o incluso metiéndolas en los aparcamientos subterráneos junto a los coches.
