Jimena Barón se unió a un debate virtual desde su cuenta de X (ex Twitter) en el que consultaban: «Ustedes que son padres, ¿a qué edad le dieron celular a sus hijos?». Junto a una serie de publicaciones, la cantante dio los motivos por los cuales Momo, el hijo que tuvo con Daniel Osvaldo, aún no tiene teléfono propio a sus 11 años de edad.
Con sinceridad, contó públicamente: «Ayer tuvimos esta charla con Momo. 11 años, muchos amigos ya con celular y WhatsApp. Le dije que el celular con WhatsApp es para cuando el tenga una independencia que justifique el necesitar comunicarnos por ahí y dejarme tranquila como mamá».

«Aún no tiene esa independencia por ende aún no es necesario. También hablamos de los peligros de la pérdida de control con respecto a chats y contactos directos. Lo entendió. Veremos cómo sigue», especificó sobre algunos de los motivos por los cuales su hijo aún no tiene teléfono celular.
Luego, Barón comenzó a dialogar con sus seguidores que hicieron todo tipo de comentarios sobre esta delicada decisión de crianza. Vale destacar que este tema se puso en tendencia en los últimos días tras el estreno de la serie Adolescencia (Netflix) que, entre otras cosas, pone en discusión el uso de las redes sociales en edades adolescentes.
Ante el mensaje de una usuaria de X que hablaba sobre quienes comentan que todos los chicos de la edad de Momo tienen celular, Jimena contestó: «Ahí va la respuesta: si todos se tiran de un puente, ¿vos también te tirás? Ah, re antigua era ajaja».

«Ahora es sí o sí en el secundario, te aviso», escribió otro seguidor de la cantante en su publicación. Ante esto, ella comentó: «Bueno, faltan 2 años. 2 años a esa edad es mucho tiempo, mucha diferencia». De este modo dejó entrever que en un par de años podría reevaluar la posibilidad de que su hijo tenga su propio teléfono.
Para finalizar este debate, Jimena expuso: «No soy para nada una mami anti tecnología. Momo juega a la play y ahí ya hay un chat que cada tanto tengo que estar controlando con quien se habla. Como adulta considero que hay que regular la cantidad de espacios riesgosos, simplemente porque un niño no tiene la cabeza ni la capacidad para protegerse solo de ciertas cosas ni yo el tiempo de estar controlando tantos espacios virtuales y sus peligros».
