Los británicos adoran las apuestas. Juegan a todo tipo de predicciones sean competiciones deportivas, elecciones políticas o ganadores del premio Nobel. Sus tradicionales casas de apuestas ya no son tan solo un paisaje urbano de ese país porque están en nuestro teléfono u ordenador. Carecen de prejuicios y de respeto alguno por el protocolo y hoy mismo ya especulan con quién será el próximo Papa en el caso de un relevo. Parolin, Zuppi o Tagle aparecen como favoritos. El cardenal Bergoglio entró al cónclave del 2013 con apuestas de entre el 25/1 y el 40/1 si acertabas su elección. Por el arzobispo madrileño Rouco Varela se pagaba 140/1. Pero las apuestas que realmente han crecido en los últimos días son las destinadas a conocer al actor que sustituirá a Daniel Craig como nuevo James Bond.

Sean Connery, en una de las películas que protagonizó como James Bond
AP
El hecho de que se acabe de hacer público que los herederos del productor Albert Broccoli, creador del personaje cinematográfico surgido de les novelas de Ian Fleming, han vendido a Amazon el control creativo de la saga hace que se considere inminente tal designación. Los aficionados esperan que no sea preciso esperar otros cinco años para una nueva película y que la plataforma audiovisual explote el personaje a lo grande. El giro en la propiedad de la marca James Bond provoca que se especule con un cambio radical, como proponer para el papel a una mujer o a un actor negro. Las apuestas, en las que se combinan las simpatías de los jugadores con el propósito de ganar, se centran en actores ingleses, blancos y de buena planta. Según las principales casas de apuestas, Aaron Taylor-Johnson, Theo James, Henry Cavill, James Norton, Callum Turner o Harris Dickinson, hijos de Londres, Oxford o de Southampton, van por delante.
Se especula con un cambio radical, como proponer para el papel a una mujer o a un actor negro
El mundo espera al nuevo James Bond. Que la realidad supera a la ficción es una obviedad comprobable solo con encender la televisión para ver los informativos o leer el periódico por la mañana con un buen café que nos espabile. Las cámaras y los fotógrafos no se moverán del despacho oval en los próximos cuatro años. Hace décadas que la vida de Donald Trump no deja de ser un solo instante un reality show del que es protagonista principal. Inicialmente, el escenario era la vida social de Nueva York, después la televisión o la primera etapa presidencial. Pero las recientes escenas con Elon Musk de pie con su hijo subido a hombros al lado de todo un presidente de Estados Unidos que parece esperar instrucciones sentado en el pupitre ya las habíamos visto en el cine.
Lee también
Cuando Rusia, China o Corea del Norte ya eran enemigos demasiado vistos, los productores de James Bond daban la alternativa a los personajes malignos. Ernst Stravo Blofeld, fundador de Spectra; el traficante Auric Goldfinger o Elliot Carver, magnate de la comunicación. Todos querían controlar el mundo a través de sus empresas y de gobiernos manejados a su antojo. La que le caído encima a James Bond.