
Antioquia y el Distrito de Medellín asumieron de manera integral la culminación de la Nueva Vía al Mar Gonzalo Mejía Trujillo, una infraestructura estratégica que busca conectar el Valle de Aburrá con el Urabá y, por extensión, con el Caribe colombiano. El traspaso de la responsabilidad, que estaba en manos del Instituto Nacional de Vías (Invías), marcará un giro en la gestión de uno de los proyectos viales más ambiciosos de la región.
Durante la conmemoración de los 70 años de Empresas Públicas de Medellín (EPM), el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, confirmó la fecha de entrega de tan importante corredor vial para los antioqueños, que no solo los conectará con el mar, sino que a su vez, impulsará el desarrollo económico de la región.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
La cesión oficial del tramo 2, sector 2, por parte del Invías, implica que las autoridades locales completarán los 9,1 kilómetros restantes, que incluyen un túnel de 402 metros, siete puentes y más de cuatro kilómetros de nueva vía.
El sector 1 del mismo tramo, con un avance del 61%, contempla cinco túneles, un puente de 172 metros y vías a cielo abierto. La magnitud de la obra se refleja en la extensión total de la Nueva Vía al Mar, que alcanza 37,7 kilómetros y se diseñó para reducir de forma significativa los tiempos de traslado entre Medellín y Urabá, facilitando el transporte de carga hacia los puertos del norte del país.

El megaproyecto se estructuró en dos grandes tramos: el primero, ejecutado por la Gobernación de Antioquia y el Distrito de Medellín; el segundo, inicialmente bajo la responsabilidad del Invías, ahora queda en manos de las autoridades locales. El tramo 2, a su vez, se dividió en dos sectores.
El sector 1, cedido en diciembre de 2024, tiene una longitud de 10,3 kilómetros, con cinco túneles que suman 3,7 kilómetros, un puente de 172 metros y 6,3 kilómetros de vías a cielo abierto. El sector 2, ahora transferido, comprende seis túneles (1,3 kilómetros), doce puentes (1,3 kilómetros) y 6,2 kilómetros de vías a cielo abierto.
El Túnel del Toyo se erige como el corazón del proyecto. Con 9,7 kilómetros de longitud, es el túnel más largo de América Latina y un símbolo del avance técnico y logístico de la región. Actualmente, su ejecución alcanza el 99%, y la intervención ha requerido más de 160.000 metros cúbicos de concreto y 12.000 toneladas de acero.

Además, se han desarrollado obras complementarias como sistemas de drenaje, pavimento de rodadura y estructuras de soporte. Aunque la instalación de los equipos electromecánicos sigue bajo la responsabilidad del Invías, en agosto se ejecutarán las obras finales que permitirán dejar el túnel en condiciones operativas.
El impacto social y económico de la Nueva Vía al Mar se refleja en la generación de empleo. Desde su inicio en 2018, el proyecto ha creado alrededor de 6.000 empleos directos y una cifra similar de empleos indirectos. Actualmente, unas 300 personas trabajan directamente en la obra y otras 169 de manera indirecta.

Durante el evento, Federico Gutiérrez subrayó la visión regional que impulsa la obra: “Hemos invertido más de 870.000 millones de pesos en esta obra porque creemos en una visión de región. Esta vía es progreso, es futuro y muestra lo que podemos lograr cuando nos unimos”. La inversión y el esfuerzo conjunto entre el departamento y la ciudad buscan consolidar un corredor moderno, eficiente y fundamental para el comercio exterior, el turismo y la movilidad regional. En cuanto a la fecha de entrega, Gutiérrez resaltó que se hará entrega para su debido funcionamiento en diciembre del 2026.
La culminación de la Nueva Vía al Mar representa una transformación estructural para Antioquia. Con seis túneles adicionales, dieciséis puentes y más de cuatro kilómetros de vías a cielo abierto, el corredor se perfila como un motor para el desarrollo y la integración regional.