‘Estar en la NFL es difícil… ser un Eagle es más difícil’

FILADELFIA — La canción soul de los años 70 «Lovely Day» de Bill Withers sonaba dentro del vestuario de visitantes en el US Bank Stadium después del Águilas de Filadelfia‘Victoria 28-22 sobre el Vikingos de Minnesota el 19 de octubre, una relajante banda sonora para un grupo que había capturado un momento de paz.

Las cosas estaban difíciles alrededor de los Eagles después de una caída de dos juegos. Primero, una derrota por 21-17 ante el Broncos de Denver el 4 de octubre, apenas su segunda derrota en más de un año. Cuando los reporteros entraron al vestuario local después, estaba en silencio y tenía una sensación más normalmente asociada con una salida de postemporada.

«Creo que este equipo olvidó cómo perder», susurró un periodista.

Los jugadores sintieron que se les había acabado la energía durante la corta semana que siguió al partido del jueves contra el Gigantes de Nueva Yorky efectivamente, Filadelfia fue derrotada 34-17. Posteriormente, un jugador le dijo a Jeremy Fowler de ESPN que el sentimiento alrededor del equipo era similar al de 2023, cuando los Eagles colapsaron en la recta final bajo su propio peso.

El liderazgo entendió al grupo. estaba jugando apretado. Entonces, la noche antes del partido contra los Vikings durante una reunión en el hotel del equipo, el entrenador de los Eagles, Nick Sirianni, imploró a los jugadores que se divirtieran, jugaran libremente y no fueran prisioneros de sus expectativas. Jalen duele lanzó para tres touchdowns y registró un índice de pasador perfecto de 158.3 al día siguiente, y Filadelfia actuó con el tipo de arrogancia que hizo girar el péndulo de la vibra más cerca de la carrera por el campeonato a finales de 2024.

«Creo que ese debería ser el tema para el resto de la temporada». Saquon Barkley dijo mientras Withers cantaba de fondo. (¡Un hermoso díaaaaaaaa!) «Simplemente sal y sé libre».

A pesar de todo el éxito (dos apariciones en el Super Bowl en las últimas tres temporadas, un récord de temporada regular de 54-19 en las aperturas de Hurts bajo Sirianni, un título en 2024), la satisfacción a menudo es escasa. Eso está ligado a la «espada de doble filo» que empuñan los Eagles, como dijo una vez Hurts, mientras luchan entre abrazar la victoria versus la decepción de no jugar con todas sus capacidades.

«¿Qué es más importante, ganar o el nivel?» Hurts preguntó a finales de 2023. «A veces es algo muy manipulador para la mente».

Es imposible analizar la organización sin considerar el entorno que la rodea, señaló un miembro del personal del equipo. Las expectativas siempre han sido tremendamente altas en Filadelfia y sólo han aumentado con la reciente ola de éxito.

«[Expectations] Sigue saltando, ¿no?», dijo el jugador con más tiempo en la franquicia, Brandon Graham. «Piensas que cuando finalmente consigues uno, podemos llegar a un acuerdo un poco. No». [People] Ahora quiero verlo todos los años».

Pero el estándar imposible que se ha mantenido durante mucho tiempo en el exterior se está igualando internamente, señalaron algunos miembros del equipo. Es un listón que ha sido establecido por el propietario Jeffrey Lurie y el gerente general Howie Roseman, y elevado aún más por una serie de jugadores altamente competitivos y de clase mundial, muchos de los cuales provienen de programas universitarios como Alabama y Georgia, donde ganar no siempre es suficiente. Esa cultura se ha filtrado en el ADN de esta franquicia. Cuando el equipo empezó 4-0, un jugador dijo: «Habrías pensado que ya perdimos cuatro partidos».

Esa demanda palpable de grandeza alimenta los logros y crea una inquietud subyacente que puede hacer temblar los cimientos durante lo que otros equipos podrían ver como reflujos inevitables en una temporada. Puedes sentirlo en cada críptico. A.J.Brown tweet – generalmente seguido por él explicando que quiere participar para que el equipo pueda alcanzar su máximo potencial, o en el tono y lenguaje corporal de casi todos los jugadores estrella cuando ese potencial no se realiza. Y se puede sentir la atracción hacia el centro por parte de figuras clave como Sirianni y Barkley, que sirven como contrapesos a pesar de sus tendencias perfeccionistas.

Los Eagles comenzaron la segunda mitad no oficial de su temporada el lunes por la noche en el Empacadores de Green Bay (8:15, ABC/ESPN), con marca de 6-2 y en posición de hacer una fuerte defensa de su campeonato. Será una prueba para encontrar el equilibrio entre la persecución tenaz y la perspectiva adecuada, de jugar libremente mientras se persigue algo que nunca podrá ser atrapado.

«Estar en la NFL es difícil», dijo un jugador actual que ha estado en múltiples organizaciones a lo largo de su carrera. «Ser un Águila es más difícil».

AGENTE VETERANO DE LA NFL Alan Herman, quien representa al entrenador de línea ofensiva Jeff Stoutland y últimamente ha tenido varios clientes en Filadelfia, incluidos linieros. Mekhi Becton y Brett Tothve la cultura de los Eagles a través del prisma de los Gigantes de Nueva York de la década de 1980 liderados por Bill Parcells.

Herman representó al ex apoyador destacado de los Giants, Carl Banks, y recordó una conversación sorprendente que tuvo con posiblemente el mejor jugador defensivo de todos los tiempos, Lawrence Taylor, en un almuerzo cuando Taylor estaba en la parte final de su mejor momento.

«Lawrence se acercó a mí y me preguntó si creía que Parcells lo cortaría», dijo Herman. «Le dije: ‘Tú eres Lawrence Taylor, no hay manera de que Parcells te corte’. Fue honesto y estaba ansioso por eso. Se lo repetí a Carl Banks. ¿Por qué estaba pensando esto?

«Parcells creó el [culture]y todos los jugadores estaban preocupados por ganar pero también por ser eliminados. Si no jugabas según el estándar que exigía Bill, estarías fuera de allí. Es una situación similar en cuanto a la calidad general y las expectativas de ganar en Filadelfia».

La diferencia, dijo Herman, es que esas demandas de excelencia, tanto dentro como fuera del campo, se originan en Lurie y Roseman.

Lurie compró el equipo en 1994, y Roseman se incorporó como pasante en 2000, ascendiendo hasta llegar a GM en 2010. Trabajaron junto al destacado entrenador y creador de cultura Andy Reid (1999-2012) y sintieron tanto el viento como el peso que conlleva trabajar para una base de fanáticos tan apasionada.

«Incluso cuando estábamos 10-1, todos caminaban como si su perro hubiera muerto». — dijo una fuente del equipo

«Hemos tenido eso durante 25 años», dijo Lurie en las recientes reuniones de la liga de otoño en Nueva York, vía NFL.com. «Nadie tiene expectativas más altas que nosotros. Somos muy autocríticos y disciplinados, y esperamos que eso nos lleve al éxito».

Un ex empleado del equipo de alto rango explicó que Lurie y Roseman no están creando deliberadamente una atmósfera de tensión. Están incorporando personas que están tan preocupadas por hacer su trabajo a un alto nivel que puede generar una sensación de inseguridad.

«Aunque sean superestrellas, aunque lo estén aplastando, la pregunta es ‘¿Estoy haciendo lo suficiente?’ Eso es parte de la cultura», afirmó el ex empleado. «La gente quiere hacer más allí».

NO ES UNA SORPRESA El dúo se ha centrado en jugadores de programas universitarios que comparten ese conjunto de valores. Lurie y Roseman tienen siete jugadores que fueron a Alabama en la lista actual, incluidas dos de sus mayores estrellas en Hurts y el receptor. De Vonta Smith. Es un trato similar con Georgia: hay siete Bulldogs en el equipo, incluidos varios contribuyentes clave como Jalen Carter, Nolan Smith Jr., seré decano y Jordan Davis.

Sirianni predica bloquear el ruido y disfrutar cada victoria sin importar cómo se vea, pero Dean dijo: «Muchos muchachos en el vestuario, cuando conseguimos una fea victoria, cuando no jugamos tan bien como deberíamos, miramos mucho internamente».

«Eso es algo que le doy crédito a Howie, traer muchachos de Alabama y Georgia», dijo DeVonta Smith, «muchachos que se mantienen en un estándar más alto, muchachos que lideran a otros muchachos que probablemente no estaban en lugares o situaciones como esas donde pueden saber cómo comportarse, saben cómo atacar ciertas cosas».

Es ese tipo de pedigrí lo que le dio confianza a Hurts cuando las cosas se veían sombrías al final del juego contra los Rams en la Semana 3, sabiendo que Davis y Carter encontrarían una manera de hacer una jugada cuando los vio alineándose en el equipo de bloqueo de goles de campo.

Momento genial entre Jalen Hurts y Jordan Davis 🔥 pic.twitter.com/qsSO3Sa8oP

— YouTuber: Águila AL (@kb_973) 21 de septiembre de 2025

Antes de transferirse para su último año en Oklahoma en 2019, Hurts jugó sus primeras tres temporadas en Alabama y experimentó el implacable impulso de mejora inculcado por Nick Saban.

«Saban solía hacer esto llamado ‘El bueno, el feo y el malo’ donde veíamos películas juntos como equipo, y él mostraba buenas y malas jugadas. Disparaba a algunos muchachos que estaban en la mala película. Simplemente aplastaba a los muchachos frente a todo el equipo, y estos eran juegos que ganábamos por 40 o 50 puntos», dijo Josh Palet, quien era parte de la sala de QB cuando Hurts estaba en Alabama. «Nunca hubo un momento en el que se sintiera complaciente con dónde estábamos, incluso cuando éramos el equipo número uno del país.

«Creo que Saban hizo un muy buen trabajo al seguir la línea de decir: ‘Lo estás haciendo bien, pero podrías estar mejor’. Ese era su tono con todo tipo de cosas como: «Está bien, pero no es lo suficientemente bueno para ganar el campeonato nacional». Así sería con todo. Jalen era exactamente igual. Jalen realmente quería la perfección».

DeVonta Smith no es diferente. Después de su victoria de la Semana 7 contra los Vikings, después de tener 183 yardas en recepción, la mayor cantidad de su carrera, notó que es uno de los jugadores que podría dejar que el disfrute caiga a un lado mientras empuja, refina y corrige.

«Te exiges mucho a ti mismo. Exiges mucho a tus compañeros de equipo. Todos nos exigimos mucho unos a otros. Así que creo que a veces somos prisioneros del momento y no disfrutamos cada segundo del juego», dijo Smith.

«Pero eso es parte del juego, hombre. Cuando no hay nada de qué estar feliz, no deberías estarlo».

¿Es divertido el estilo Saban?

«No. Joder, no. No es nada divertido», dijo Palet. «Pero no estás ahí para divertirte. Estás ahí para ganar. Y ganar es divertido».

Seguro que supera a la alternativa.

«Muy pocas personas experimentan esa sensación de que ganar no es suficiente», dijo el veterano corredor de vanguardia. Josué Ucheque ha tenido sus altibajos con el Patriotas de Nueva Inglaterra y Jefes de Kansas City. «Prefiero estar en ese lado de la historia que en el otro».

Y otras ofertas únicas vienen con ser un Eagle, agregó Uche, como jugar para un entrenador en Sirianni que tiene tanta energía juvenil que «es casi como tener un jugador como entrenador». Uche describió un vestuario que tiene «mucha energía» y donde «nadie se siente más grande que el programa». espalda defensiva Marcos Epps describió una atmósfera universitaria y familiar que «no es muy agradable».

No busques más que los comentarios del nuevo Edge Rusher. Jaelan Phillips para ver cómo se sienten los jugadores al aterrizar en Filadelfia.

«Esto es literalmente lo más grande que me ha pasado en toda mi vida, probablemente. Es simplemente increíble», dijo Phillips, quien fue canjeado desde el Delfines de Miami a los Eagles antes de la fecha límite para una selección de tercera ronda. «Los muchachos son increíbles. Todos han sido súper acogedores. Me encanta el ambiente aquí. Me encanta el ambiente aquí».

Hay un nivel de competencia, comunidad y profesionalismo, dijo Herman, que «si tuviera la opción de elegir cualquier equipo para un jugador que represento para ser reclutado o al que ir en la agencia libre, si los números son correctos, por supuesto, lo pondría en Filadelfia».

Podría ser difícil cuadrar todo eso con el drama que acapara los titulares que parece rodear al equipo, particularmente en la ofensiva, donde el desahogo público de Brown puede verse como un síntoma de frustraciones internas más amplias.

«No es conflicto. Es intensidad», dijo Lurie en las reuniones de otoño, a través del Athletic. «Los jugadores son intensos. Howie es intenso. Yo soy intenso. Sí, el entrenador es intenso. Cada semana, cada situación, la abordamos con intensidad.

«Queremos personalidades diferentes. A veces, en intercambios o en la agencia libre, traemos personas que complementan las que tenemos. Son diferentes a propósito. No queremos igualdad».

En lo que respecta a la mentalidad colectiva, un veterano que ha viajado mucho dijo que la diferencia aquí es que los jugadores odian perder más de lo que les gusta ganar, mientras que en otros clubes puede ser lo contrario.

Sin embargo, existe el peligro de permitir que las expectativas te abrumen, como fue el caso en 2023, el año después de que los Eagles se quedaran cortos ante los Kansas City Chiefs en el Super Bowl LVII.

«Incluso cuando estábamos 10-1, todos caminaban como si su perro hubiera muerto». una fuente del equipo dijo. «Todo el año, en lugar de divertirnos jugando, era como, ‘Dios mío, perdimos el Super Bowl'».

El equipo perdió seis de sus últimos siete y fue eliminado de los playoffs en la primera ronda. En la siguiente temporada baja, Sirianni se inclinó fuertemente hacia la construcción de relaciones para fortalecer los cimientos del equipo. Los Eagles también consiguieron a Barkley, quien no sólo respondió con una temporada histórica en el campo para llevar a Philadelphia a un título en 2024, sino que sirvió como un ejemplo de cómo puedes ser obsesivo con tu oficio sin dejar que esa obsesión te agobie o moldee cómo experimentas la victoria.

Es un ejemplo vital que continúa defendiendo mientras Filadelfia busca repetir en una ciudad y en un equipo que no espera menos.

«Me gusta ganar, no importa cómo se vea. Siempre encuentro nuevas formas de mejorar y mejorar y nunca estar satisfecho. Pero vengo de la escuela de pensamiento de que ganar no debería verse de ninguna manera», dijo Barkley a ESPN. «El trabajo principal es salir y ganar partidos de fútbol. Si esa es la cultura aquí, supongo que soy un poco diferente de eso».