Tras una semana agitada a causa del escándalo que desató la promoción de la criptomoneda $Libra, Javier Milei, presidente de Argentina, se reunió este jueves con Elon Musk en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés), celebrada en Washington. Durante el encuentro, el mandatario obsequió al dueño de Tesla una motosierra con la inscripción “Viva la libertad, carajo”, el eslogan político que lo acompaña desde tiempos de campaña. Milei felicitó al millonario por los recortes presupuestarios implementados a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental de Estados Unidos (DOGE). El episodio se convirtió en un espectáculo mediático que, según los analistas, oculta un trasfondo político y económico relacionado con la explotación de recursos energéticos.
La aparición de ambos líderes no estaba prevista en la agenda oficial del evento. Subieron al escenario tras una reunión privada, donde Milei entregó el peculiar presente a Musk. El presidente argentino ha convertido la motosierra en un emblema de su lucha contra la burocracia estatal. Su administración promueve un modelo de liberalismo económico basado en la reducción del gasto público, la eliminación de ministerios y la dolarización. Este enfoque guarda similitudes con las políticas que Donald Trump ha materializado a través del DOGE en su segundo mandato.
Las restricciones ya se aplican en la Administración de Servicios Generales y en otros organismos de Gobierno. Pronto se extenderán a la mayor parte de la administración federal, señalan fuentes.
La consejería dirigida por Musk fue creada con el objetivo de reducir el gasto federal en 2 billones de dólares. Aunque el empresario ha admitido que la meta podría no cumplirse en su totalidad, ha impulsado despidos masivos y ajustes presupuestarios en casi todas las agencias gubernamentales. Al recibir la motosierra de Milei, Musk la levantó en el escenario y exclamó “¡La motosierra de la burocracia!”. Esto evidencia su sintonía ideológica con el presidente argentino, misma que tiene implicaciones comerciales.
Elon Musk ha mostrado interés en Argentina, país que cuenta con una de las mayores reservas de litio del mundo. El año pasado, se reunió con Milei en la fábrica de Tesla en Austin, Texas, en donde hablaron de inversiones alrededor de este mineral y de hacer un “gran evento” en el mercado argentino “para fomentar las ideas de la libertad”.
Dentro de la comitiva presidencial, esta coincidencia ha sido interpretada como una oportunidad para atraer futuras inversiones. Gerardo Werthein, embajador argentino en Washington, presente en aquel encuentro, reveló que Musk está dispuesto a colaborar con Argentina en la exploración de oportunidades dentro de la cadena de producción del litio.
“Hablamos sobre las posibilidades de inversión en litio y la importancia de agregar valor en el proceso productivo. No solo queremos exportar materia prima, sino generar mayor desarrollo industrial. Musk expresó su interés en apoyar a Argentina y acordamos trabajar en esta línea para evaluar opciones en el procesamiento del litio, como la fabricación de baterías”, declaró Werthein al diario La Nación.
Milei busca financiamiento en medio de la crisis
Milei ha impulsado una agenda reformista orientada a eliminar regulaciones ambientales y sociales con el objetivo de atraer capital extranjero. El litio se ha convertido en un pilar central de esta estrategia, en un contexto de crisis económica. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advierte que Argentina atraviesa una recesión, afectada por un elevado déficit fiscal, dependencia del financiamiento externo y altas tasas de interés, lo que genera vulnerabilidades significativas. Según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, el 57,4% de la población vive en condiciones de pobreza.
El Gobierno argentino negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI) una financiación de al menos 10,000 millones de dólares para abordar la situación. La cifra es considerada clave para aliviar las restricciones que dificultan la llegada de inversiones. Esta semana, Milei se reunió con Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, para discutir el acuerdo.
Tras el encuentro, Georgieva afirmó en redes sociales que el “plan de estabilización y crecimiento de Argentina está dando resultados significativos” en la reducción del déficit, la desaceleración inflacionaria y la recuperación económica. Destacó que ambas partes continúan trabajando en un nuevo programa de financiamiento. No obstante, los analistas advierten que estos avances han sido logrados mediante un ajuste fiscal severo, que incluye la eliminación de subsidios y el cierre de ministerios, lo que ha provocado desestabilidad social y descontento en diversos sectores.
Economistas citados por la cadena CNN calificaron la postura de Georgieva como «muy poco constructiva». Alegan que la funcionaria no dio detalles concretos sobre las condiciones y los montos del posible apoyo financiero. La falta de transparencia en los procesos judiciales y administrativos podría estar generando desconfianza. El escándalo en torno a la criptomoneda $Libra es el último ejemplo. La volatilidad de esta criptomoneda, promovida por Milei el pasado viernes desde sus redes, ha sido calificada como una estafa que ha desatado denuncias judiciales y una solicitud de juicio político en el Congreso en contra del mandatario.
Mientras esto sucede, la administración de Milei sigue recibiendo el apoyo político de su homóloga estadounidense, impulsada por un fuerte interés en los recursos energéticos. La Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) señaló que el país tiene «serias posibilidades» de acceder a un Tratado de Libre Comercio con el país norteamericano, ubicándose junto a Uruguay y Ecuador entre las naciones de la región con mayores probabilidades de alcanzar este acuerdo. Según AmCham, Argentina desempeña un papel clave en sectores estratégicos como los minerales críticos y la energía, lo que favorece su posición en las negociaciones.