La disputa comercial entre Estados Unidos y China no para y sigue impactando en el comercio global. Según reportan medios sudamericanos, como Ámbito, una de las consecuencias directas del enfrentamiento de estas dos naciones podría beneficiar a un país latinoamericano: Uruguay.
El país sudamericano emerge como un posible beneficiario de esta situación, aunque es una economía pequeña en comparación con potencias regionales como Brasil o Argentina. Uruguay tiene una larga tradición en la producción y exportación de carne vacuna de alta calidad, posicionándose como un socio confiable para China.
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Las razones por las que Uruguay puede aprovechar el conflicto entre Estados Unidos y China
- Relación consolidada con China: Los chinos son socios comerciales de Uruguay, un vínculo que ha crecido exponencialmente en los últimos años.
- Calidad reconocida: La carne uruguaya cuenta con certificaciones internacionales que garantizan una buena calidad y aspectos altamente valorados por el mercado chino.
- Espacios disponibles: Con Estados Unidos fuera, Uruguay podría aumentar su participación en el mercado chino si logra cubrir las cuotas liberadas por los productores estadounidenses.
Sin embargo, hay desafíos importantes. Otros competidores regionales, como Argentina y Brasil, también podrían intentar capitalizar esta oportunidad debido a su mayor capacidad productiva. Además, Australia, otro importante exportador de carne, podría buscar reforzar su presencia en China.
Uruguay tiene una larga tradición en la producción y exportación de carne vacuna de alta calidad
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¿Qué está ocurriendo entre Estados Unidos y China?
Cientos de plantas procesadoras de carne en Estados Unidos han perdido sus habilitaciones para exportar a China. Estas certificaciones, otorgadas en 2020 bajo la «Fase 1» del acuerdo comercial liderado por Donald Trump, dejaron de ser renovadas por el gobierno chino, liderado por Xi Jinping.
El gigante asiático optó por no prorrogar los permisos de exportación de más de 350 establecimientos cárnicos norteamericanos, lo que representa un golpe significativo para el sector ganadero de Estados Unidos y abre una oportunidad para otros proveedores en el competitivo mercado chino.
