La escritora y traductora argentina Esther Cross fue oficialmente incorporada a la Academia Argentina de Letras (AAL). El acto oficial se realizó anoche en el salón del Palacio Errázuriz. “Ingresé a la Academia a fines de 2023 pero hoy es mi ingreso formal en la Academia. Esto quiere decir que estoy participando en reuniones y en actividades de la Academia desde hace más de un año”, dijo Cross a Clarín momentos previos a su honorable distinción.
Junto a la homenajeada, estuvieron en la misma mesa los académicos: Rafael Felipe Oteriño (presidente de la AAL), Santiago Kovadloff (vicepresidente), Pablo Cavallero, Eduardo Álvarez Tuñón, Antonio Requeni, Alicia María Zorrilla, Santiago Sylvester, Jorge Fernández Díaz, Hugo Beccacece, Pablo de Santis, Hilda Albano, Javier Roberto González, Leonor Acuña, Oscar Conde, Alejandro Parini, Sofía Carrizo Rueda, Ángela Pradelli, Andreina Adelstein y Jaime Correas.
A continuación, el presidente de la Academia Argentina de Letras, Rafael Felipe Oteriño, pronunció el discurso de apertura del acto en homenaje a Esther Cross: “De los tradicionales veinticuatro sillones académicos, Cross fue asignada con el sillón número siete, que se encuentra bajo el patrocinio de Fray Mamerto Esquiú, el obispo argentino nacido en Catamarca, reconocido por su defensa de la constitución de 1853 y por su labor pastoral y social”, señaló la máxima autoridad de la Academia Argentina de Letras.
Desde la Fundación de la Academia, en 1931, ese sillón fue ocupado sucesivamente por Monseñor Gustavo Franceschi, Leónidas de Vedia, Monseñor Octavio Derisi, y Norma Beatriz Carricaburo.
Figura relevante de la cultura
“La asunción académica pone de relieve uno de los actos más trascendentes de nuestra vida institucional. Es la coronación de un proceso que comienza con la propuesta de ingreso de una figura relevante de la cultura argentina firmada por cuatro académicos y que en uno de los correspondientes análisis y deliberaciones es votada por el pleno”, leyó Oteriño.

“El nuevo miembro reviste dicha condición desde su aprobación pero el hecho culminante de su integración se cumple en este acto, con los elogios de quien lo presenta en este caso, del académico y también narrador Pablo de Santis, seguido de la entrega de los atributos, medallas, insignia y diploma”.
Para elegir al nuevo miembro, la Academia Argentina de Letras examina variados antecedentes: “Su trayectoria, sus cualidades personales, sus obras, y la necesidad de la propia de la institución de incorporar en un cuidado equilibrio, a intelectuales provenientes de las letras y de la lengua. Así, con su colaboración, continuar cumpliendo los estudios lingüísticos y literarios, conservar y acrecentar el idioma español a la luz de las formas vivas de la cultura, velar por el uso correcto de lengua sin descuidar el factor de la diversidad en la unidad y estimular los múltiples aspectos de la creación literaria”, remarcó Oteriño.
“Narradora, ensayista, traductora, minuciosa en la construcción de sus historias, silenciosa en su temperamento pero fogosa por la fuerza creativa de sus narraciones, Esther Cross es una de las voces más singulares de la literatura argentina”, reconoció el presidente de la Academia Argentina de Letras.
Una vida ligada a la literatura
Esther Cross nació en 1961, en Recoleta. Su padre era profesor de Literatura, por lo que pasó su infancia y juventud rodeada de libros y bibliotecas. Vivía a solo dos cuadras de la casa de Adolfo Bioy Casares y Silvina Ocampo: a quienes contemplaba cuando era niña mientras caminaba por las calles de su barrio. Sobre Bioy Casares, editó un libro de entrevistas a los 27 años.

Estudió Letras en la Universidad de Buenos Aires y se graduó como Licenciada en Psicología en la Universidad Católica Argentina (UCA). Cross se convirtió en una destacada escritora argentina y en también traductora, con una obra extensa como novelista. Entre sus grandes obras figuran: La inundación (1993), El banquete de la araña (1999), La señorita Porcel (2009) y La mujer que escribió Frankenstein (2013), entre otros.
Además, publicó numerosas antologías y libros de cuentos como Crónicas de alados y aprendices (1992), La divina proporción, y otros cuentos (1994), Kavanagh (2004) y La aventura sobrenatural. Historias reales de apariciones, literatura y ocultismo (2023), en coautoría con Betina González. Incursionó en el guion y en la dirección documental de cine.
En su recorrido como notable escritora, recibió renombrados premios y distinciones en el campo de la cultura nacional e internacional. Entre ellos, el Premio de la revista Puro cuento (1987), el Premio Novela Fundación Fortabat 1992, por La inundación y la Beca Fulbright Fondo Nacional de las Artes 1998 (Cine). En 2001, obtuvo el tercer Premio Nacional de Literatura por su obra El banquete de la araña. También recibió la Beca Civitella Ranieri (2004) y en 2008, el Premio Internacional de Narrativa por La señorita Porcel, otorgado por Editorial siglo XXI de México.
Durante el acto, el escritor Pablo de Santis, también académico, ofreció el discurso de bienvenida a la nueva integrante. Primero recordó a Radiana (2007), y otros libros cuentos como La divina proporción o Kavanagh, y novelas como La inundación o El banquete de la araña. Pero “Hay otro libro inaugural en la vida literaria de Esther Cross: Crónica de alados y aprendices”, subrayó.
“Esther Cross entra a la literatura entusiasmada por crear una trama compleja y poblarla de venganzas, ardides ingeniosos y amores secretos. La biblioteca de uno de sus abuelos, donde abundaban los libros de arte, condujo a Esther a ambientar su trama en el mundo de la pintura. Volvería al arte, pero en un tono más cercano a la sátira, en El banquete de la araña”, completó de Santis.
Por último, las palabras de Esther Cross, la voz más esperada. Primero, agradeció a los miembros de la Academia, a sus padres, y recordó el reciente fallecimiento de la académica honoraria Élida Lois, y al escritor y crítico literario Luis Chitarroni, fallecido en 2023, quien fuera miembro de la Academia Argentina de Letras. Luego, disertó con su discurso “El peligro de contar una vida”.

“Es un honor”
“Para mí, fue un honor, una alegría entrar en la Academia”, dijo Esther Cross, visiblemente emocionada, a este medio. “Además de la tarea en común y de lo que pueda aportar, es importante señalar que es la Academia de Letras y no solo de la Lengua, pero hay un trabajo en conjunto entre los escritores y lingüistas. Hay unos lingüistas maravillosos: Alicia Zorrilla, Leonor Acuña, Andreina Adelstein. Son todos buenísimos”, remarcó.
“En cada una de las reuniones, las discusiones que en hay distintas comisiones. Hay una comisión de argentinismos en el que puedo participar y aprender de las charlas que hay entre las personas del Departamento de Investigaciones Lingüísticas, dirigido por Santiago Kalinowski: se discuten muchos temas con muchísima dedicación. Son temas que tienen que ver con la lengua, con las palabras y la relación de las palabras con los diccionarios«.
“¿En qué momento me encuentra este nombramiento? Este es un momento en que encuentro dedicada a traducir. En ese sentido, todas las reflexiones que tienen que ver con la traducción y las cuestiones que surgen al traducir están muy relacionadas con el trabajo de la Academia”, sentenció Cross.

El acto finalizó con la honorable distinción a Esther Cross como miembro número de la Academia Argentina de Letras con una medalla y un diploma honorífico. Luego, dialogó, con los presentes. Familiares, allegados, académicos y autores celebraron este acontecimiento junto con la reconocida escritora y traductora argentina.