La Argentina dio un paso clave para volver a formar parte del Programa de Exención de Visa (VWP, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, un sistema que permite a los ciudadanos de países autorizados ingresar a territorio estadounidense sin visa para estancias de hasta 90 días con fines de turismo o negocios.
El proceso, que comenzó formalmente el 1° de mayo, fue encabezado por equipos técnicos del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), a cargo de Kristi Noem, y la embajada argentina en Washington, liderada por Alec Oxenford. El puntapié inicial fue la entrega de una autoevaluación solicitada por el gobierno estadounidense, que permitió verificar que la Argentina cumple con los requisitos necesarios para avanzar en el programa, actualmente integrado por 42 países.
La declaración de intención fue firmada este lunes en la Casa Rosada, durante un encuentro entre el presidente Javier Milei y la secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem. Participaron también la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el canciller, Gerardo Werthein.
“Este paso refleja la calidad del vínculo entre nuestros gobiernos y la confianza creciente que existe entre nuestras instituciones”, expresó Oxenford tras el acto, según el informe que publicó La Nación.
Las gestiones involucraron a varios organismos nacionales: Cancillería, Migraciones, el Ministerio de Seguridad y la Vicejefatura del Interior, con la coordinación de la embajada argentina. Según las autoridades, el avance no sólo facilitaría los viajes de argentinos a Estados Unidos, sino que representaría una mejora estructural para el país en términos de seguridad fronteriza y cooperación internacional.
Más allá del turismo: seguridad y tecnología
Desde Washington, fuentes oficiales destacaron que el acuerdo potenciará la capacidad de las fuerzas de seguridad argentinas en el control de fronteras, incluyendo instancias de formación y actualización tecnológica. También se trabajará en el intercambio de bases de datos sobre terrorismo, narcotráfico y personas prófugas.
“Reforzamos la cooperación para identificar prófugos, combatir el narcotráfico y blindar nuestras fronteras. Alianza estratégica con valores comunes”, señaló Patricia Bullrich en su cuenta de X.
Un punto relevante es que la Argentina deberá firmar un acuerdo marco de seguridad fronteriza avanzada (enhanced border security), aún en elaboración por parte de funcionarios norteamericanos.
La secretaria Kristi Noem remarcó que “bajo el liderazgo de Milei, la Argentina se está convirtiendo en un aliado aún más sólido de Estados Unidos, más comprometido que nunca con la seguridad fronteriza de ambas naciones”. Según Noem, el país sudamericano registra actualmente la tasa más baja de permanencia ilegal tras la expiración del visado en toda América Latina.
Además, en los primeros cuatro meses de 2025, un 25% más de argentinos viajaron a Estados Unidos en comparación con el mismo período del año anterior, lo que representa el mayor aumento entre los 20 principales países emisores de visitantes.
Lo que falta: estándares, tasas y evaluaciones
Aunque la declaración de intención es un paso importante, el reingreso de Argentina al VWP —del cual formó parte entre 1996 y 2002— todavía no tiene fecha concreta. Resta que se completen evaluaciones técnicas, como inspecciones en aeropuertos, verificación del sistema de emisión de pasaportes y la interoperabilidad de alertas migratorias.
Uno de los desafíos es reducir la tasa anual de denegación de visas B (visas de visitante temporal), que actualmente se sitúa en 8,9%, cuando el programa exige que esté por debajo del 3%. Si bien esto depende de la embajada estadounidense en Buenos Aires, se espera que desde el gobierno argentino se promuevan buenas prácticas entre los solicitantes.
En un contexto global de endurecimiento de políticas migratorias, que Estados Unidos considere a Argentina como posible integrante del VWP es, según fuentes diplomáticas, “un hecho notable” y una muestra del fortalecimiento del vínculo entre ambos gobiernos.
“La posibilidad misma de avanzar hacia la exención de visado es una expresión concreta del excelente vínculo entre Milei y Trump, una relación basada en la confianza mutua y en una visión compartida sobre muchos de los desafíos globales”, concluyó el embajador Alec Oxenford.