
Un atentado contra la vida del precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, del partido de oposición Centro Democrático, ha generado una fuerte condena por parte del Grupo Libertad y Democracia, integrado por exjefes de Estado y de Gobierno de América Latina.
Según un comunicado emitido por este grupo, el ataque, ocurrido en la ciudad de Bogotá, representa no solo una agresión contra una figura política, también una amenaza directa a los valores democráticos y la estabilidad institucional de Colombia y la región.
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El Grupo Libertad y Democracia atribuyó este acto criminal a una combinación de factores que incluyen la estigmatización, los discursos de odio y la manipulación de la juventud por parte de sectores que buscan deslegitimar a quienes tienen posturas políticas diferentes. En su declaración, los exmandatarios enfatizaron que este tipo de ataques no solo afectan a las personas directamente involucradas, también socavan los principios fundamentales de la democracia, como el respeto a la pluralidad política.

En el comunicado, el grupo expresó su solidaridad con Miguel Uribe Turbay, su familia y sus seguidores, al tiempo que hizo un llamado urgente a las autoridades para garantizar la protección de la vida de los líderes políticos y reforzar la defensa de la institucionalidad democrática. Además, exigieron que los responsables del atentado sean identificados y sancionados de manera ejemplar, como una medida para prevenir futuros actos de violencia política.
Entre los firmantes del comunicado se encuentran destacados exlíderes de la región, como:
- Jorge Tuto Quiroga de Bolivia
- Mario Abdo Benítez de Paraguay
- Mauricio Macri de Argentina
- Iván Duque de Colombia
- Felipe Calderón de México
- Guillermo Lasso Mendoza de Ecuador
La lista también incluye a figuras como:
- Juan Guaidó, expresidente encargado de Venezuela
- Jeanine Añez Chávez, expresidenta constitucional de Bolivia

El atentado contra Uribe Turbay ha puesto en evidencia los riesgos que enfrentan los líderes políticos en un contexto de creciente polarización y violencia en la región. Según el comunicado, este tipo de actos no solo buscan intimidar a los opositores, también representan un desafío para la estabilidad democrática en América Latina. Los exmandatarios subrayaron la importancia de garantizar un ambiente político donde las diferencias ideológicas puedan expresarse sin temor a represalias o ataques.
El Grupo Libertad y Democracia reiteró su compromiso con la defensa de los valores democráticos y la promoción de un diálogo político respetuoso y plural. En su declaración, destacaron que la protección de los derechos fundamentales, como la vida y la libertad de expresión, es esencial para el fortalecimiento de las democracias en la región. Además, hicieron un llamado a la comunidad internacional para que se mantenga vigilante ante este tipo de situaciones y respalde los esfuerzos por preservar la estabilidad institucional en Colombia y otros países afectados por la violencia política.

Hay que tener en cuenta, que El director de la Unidad Nacional de Protección (UNP), Augusto Rodríguez Ballesteros, reveló que el esquema de seguridad del precandidato Miguel Uribe Turbay incluye vehículos blindados, personal de la UNP y de la Policía Nacional, así como un agente de cada entidad asignado específicamente a su protección.
Según detalló en una entrevista con BluRadio, Rodríguez Ballesteros explicó que, en el caso del atentado contra Miguel Turbay, no fue el cuerpo de seguridad el que llevó a cabo la persecución del agresor. Según sus declaraciones, fueron los propios simpatizantes que actuaron para detener al atacante. Este hecho pone en evidencia la participación activa de civiles en situaciones de riesgo, más allá de las medidas oficiales de protección.
El ataque contra Miguel Uribe Turbay se suma a una serie de incidentes que han generado preocupación sobre el aumento de la violencia en el ámbito político en América Latina. Los firmantes del comunicado enfatizaron que la respuesta a estos actos debe ser contundente y ejemplar, no solo para hacer justicia, sino también para enviar un mensaje claro de que la violencia no tiene cabida en las democracias modernas.