Lideró el proceso de pacificación tras una década de guerra civil en Nicaragua.
En la tranquilidad de San José, Costa Rica, se apagó una de las figuras más emblemáticas de la política latinoamericana: Violeta Barrios de Chamorro, la expresidenta de Nicaragua. Este sábado, rodeada del cariño de sus cuatro hijos -Pedro Joaquín, Claudia Lucía, Cristiana y Carlos Fernando-. Chamorro falleció a los 95 años, poniendo fin a una vida marcada por la lucha y el liderazgo.
Conocida por su temple y determinación, Chamorro se convirtió en 1990 en la primera mujer en ser elegida presidenta de Nicaragua, y también de toda América Latina, a través del voto popular. Su victoria representó un hito no solo para su país, sino también para la región, ya que demostraba que la democracia podía abrir el camino para que una mujer rompiera el techo de cristal en un continente históricamente dominado por liderazgos masculinos.
Nacida un 18 de octubre de 1929 en Rivas, Nicaragua, su vida estuvo inevitablemente marcada por el asesinato de su esposo, el periodista y editor del influyente diario La Prensa, Pedro Joaquín Chamorro. Esta tragedia marcó el detonante de su activismo político, llevándola eventualmente a enfrentarse al régimen de Anastasio Somoza y posteriormente, tras una corta colaboración, a las políticas del Frente Sandinista.
En las memorias tituladas «Sueños del corazón», Chamorro relató los desafíos de liderar un país desgarrado por años de conflicto. Su mandato se caracterizó por un esfuerzo por sanar las heridas de una Nicaragua dividida, apostando por la reconciliación, el fortalecimiento de las instituciones democráticas, y una política de apertura económica que buscaba aliviar las penurias de la población.
Hoy, sus restos descansan temporalmente en San José, en espera de un esperado regreso a su tierra natal. Sus hijos han expresado que «esperan el día en que Nicaragua recupere su democracia». Mientras tanto, el legado de Violeta Chamorro permanece vivo en la historia de su nación y de América Latina, como símbolo de paz y perseverancia en tiempos difíciles.
