La Justicia de Neuquén puso en marcha una resolución inédita destinada a proteger los derechos de dos niños cuyos alimentos no habían sido cumplidos durante años. Frente a reiterados incumplimientos, un padre moroso deberá pagar la cuota alimentaria a través de la factura de electricidad, mediante una retención mensual aplicada por CALF, la cooperativa eléctrica de la capital provincial.
El caso fue impulsado por la madre de los menores, representada por la defensora pública civil Verónica Berzano. Pese a contar con una sentencia firme que lo obligaba a cumplir con la cuota —fijada en 7 IUS—, el demandado dejó de pagar, no declaró ingresos formales y evitó cualquier avance judicial, aunque mantiene actividad comercial vinculada a una forrajería.
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Una herramienta para frenar la evasión
Ante ese escenario, la Defensoría de los Derechos del Niño N.º 1, a cargo de la doctora Mónica Palomba, avaló una medida excepcional: convertir a CALF en agente de retención para garantizar mensualmente el derecho alimentario. La cooperativa deberá depositar el dinero directamente en la cuenta judicial destinada a los menores.
Además, el fallo dispone que el monto retenido se considere deuda del propio servicio en caso de corte o ejecución, reforzando la presión para que el alimentante no pueda seguir eludiendo su responsabilidad.
El juez del caso fue categórico: el incumplimiento sostenido pone en riesgo la tutela judicial efectiva y vulnera derechos humanos básicos. Por eso instó a aplicar todas las herramientas legales disponibles, especialmente cuando se trata de la protección integral de niños, niñas y adolescentes.
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Años de lucha para hacer cumplir la ley
La defensora Berzano detalló que se llegó a esta instancia después de múltiples esfuerzos fallidos, como:
- inclusión del padre en el registro de morosos alimentarios
- intentos de secuestro de mercadería
- medidas cautelares para localizar bienes
- presentación de denuncias por violencia económica
Sin resultados concretos, la investigación estableció que el demandado sí tenía un medidor de luz a su nombre, lo que permitió solicitar la retención.
“Es una forma de violencia. Muchas mujeres logran salir del círculo de maltrato, pero la agresión continúa a través de la falta de pago de alimentos”, expresó Berzano.
