Foto: Paula Ojeda/El País.
Redacción El País
La familia del ex legislador blanco Gustavo Penadés denunció amenazas, insultos y agravios formulados de parte de Javier Viana, una nueva víctima introducida por la Fiscalía, que declaró en una audiencia realizada el pasado jueves desde una sede judicial ubicada en España, donde reside hace dos décadas.
Viana relató por primera vez sus experiencias con el exsenador en el libro “Gustavo Penadés: dos caras de un hombre con poder”, escrito por Martín Tocar y Carolina Delisa. Tras la instancia del jueves hubo un pedido a la jueza del caso, Marcela Vargas, para comenzar una nueva investigación a partir de las declaraciones de Viana.
En una carta a la opinión pública difundida este domingo, la familia de Penadés sostiene que la audiencia “se desarrolló en un contexto insostenible marcado no solo por graves contradicciones entre el contenido del libro, su declaración ante fiscalía y su declaración anticipada” sino también por “insultos, agravios y amenazas directas, no solo hacia Gustavo, sino también hacia su defensa y hacia una tía de nuestra familia”.
En la carta los familiares de Penadés agregan que “algunos fiscales han emitido afirmaciones aberrantes sobre Gustavo que afectan no solo a él”. También aseguran que miembros de la familia han sido víctimas de denuncias falsas.
En la carta también hacen referencia a la abogada Soledad Suárez, del Consultorio Jurídico de la Universidad de la República, que representa a dos presuntas víctimas, a la que acusan de realizar amenazas y declaraciones en un tono intimidante.
“El consultorio de la UDELAR no nos deja de asombrar, resulta preocupante que esta misma abogada haya sido denunciada por una de las propias denunciantes del caso, quien también acusó a la fiscal Dra. Alicia Ghione por asociación para delinquir. Según su testimonio, ambas se reunían en privado con los denunciantes, los ‘adoctrinaban’ y los amenazaban con enviarles a la policía en caso de no presentarse a declarar”, señalan en la misiva los parientes del ex senador que está preso en Florida.
En otro pasaje acusan al abogado Juan Raúl Williman de “depositar dinero de indemnizaciones de la causa en su cuenta personal y ‘repartirlo’ entre los denunciantes que él consideró”.
Viana confirmó sus dichos
En una audiencia que tuvo dos horas de duración, Viana no solo reiteró lo que ya había dicho a los autores del libro y había relatado ante Ghione, sino que profundizó sobre el trato que Penadés tenía con él mientras era menor de edad. La defensa de Penadés afirma que el caso prescribió y que, por lo tanto Viana debe ser considerado testigo y no víctima.
Según ya había manifestado Viana ante la fiscal Ghione, cuando tenía 16 años caminaba una noche por la avenida 18 de julio cuando Penadés lo interceptó en su auto. El exlegislador del Partido Nacional lo invitó a tomar algo y le ofreció un pancho y una gaseosa. Esto se convirtió en el inicio de años de abusos.
Aseguró haber sido abusado sexualmente, maltratado y denigrado, siendo retribuido con objetos materiales. Cuando tuvo abandonar ese vínculo, Penadés le ofreció dinero.
Además, señaló que había un grupo de jóvenes —algunos con apariencia de menores— que iban a fiestas sexuales organizadas por el exlegislador en las que había drogas. A estas personas se las conocía, según declaró, como «los chicos Penadés».
La declaración de Viana es una de las últimas instancias previas al juicio por el caso Penadés. Tras una prórroga solicitada por la fiscal el 2 de junio, el plazo final está marcado para el 10 de octubre. Antes de ese día Fiscalía debe presentar su acusación.
