VIVE Global: Descubre el Mundo en Directo

14.9 C
La Plata
domingo, septiembre 14, 2025

Federico Zapata: «La política argentina necesita poner en pausa la construcción de minorías intensas»

Más Noticias


Federico Zapata, entre las sierras y la ciudad: retrato de un realista esperanzado

Siestas amarillas con el acorden de la Mona Jimnez en Villa Dolores, en Crdoba —donde naci—; calles de tierra en San Javier, a unos kilmetros, donde estaba la casa de sus abuelos, al atardecer, una consigna domstica que defina una poca: «Vuelvan antes de que oscurezca». Federico Zapata sita su infancia ah, en la libertad amplia durante los aos ochenta, en los veranos eternos, con la montaa como teln y una sociabilidad que, vista desde hoy, parece una reliquia. «Tuve una infancia feliz, marcada por un lugar que amo, el Valle de Traslasierra, en Crdoba, y unos abuelos muy presentes», seala Zapata a El Economista.

Sus veranos transcurran entre primos, river y caballos. Se fue formando una sensibilidad:lo popular como vida cotidiana, no como repertorio para museos. Sin estridencias. Ms adelante ese registro —la musicalidad, la familia, la fraternidad de una provincia— dialogara con otra dimensin decisiva: la poltica, primero intuida y despus trabajada a conciencia.

El Valle de Traslasierra, la infancia de Zapata.

Un hogar de debates y de cruce social

En su familia se discuta mucho sobre poltica. La madre, comerciante, radical-sabattinista; el padre, abogado, unanarco-peronista»silvestre». Ninguno militante orgnico; pero ambos, muy informados y arraigados en la discusin sobre el pas. El contraste de orgenes tambin cal hondo: del lado paterno, una familia de abolengo local, «aristocrtica» en clave de pueblo; del lado materno, inmigrantes y trabajadores.

«De ese cruce, de lo aristocrtico y lo proletario, nace mi familia. Siempre pens que esos cruces son productivos para la vida: permiten moverse con naturalidad entre distintos universos sociales«, apunta.

Se viene el

La rama materna trae historias de barcos y guerras: el bisabuelo republicano, enviado solo a la Argentina; por la lnea del padre, una estirpe criolla arraigada desde el siglo XIX. «El abuelo de mi viejo fue ingeniero agrimensor, pupilo de la Escuela Montserrat y nmero dos del Perito Moreno: hizo la agrimensura de la cordillera y de algunas provincias como Neuqun».

Un pie en la tradicin universitaria, otro en el trabajo migrante.

Miedos, democracia y primeras experiencias militantes

Tras esa infancia en Crdoba, la familia se mud a Neuqun por motivos laborales. Pero el lazo con Crdoba no se cort: durante las vacaciones de invierno y de verano volvan varios meses al Valle. La madre de Zapata empez como vendedora puerta a puerta y, con los aos, abri un pequeo comercio de decoracin en Neuqun; el padre sigui ejerciendo la abogaca. Entre 1993 y 1998, Zapata curs el secundario en la Patagonia. Entrados los 2000, sus padres regresaron a la sierra: hoy viven en San Javier.

Hay imgenes que no se olvidan: las discusiones por la eleccin entre Menem y Angeloz, las noches de persianas bajas durante la Semana Santa de 1987. «Me marc el miedo de mis padres: el encierro, la sensacin de amenaza». El regreso democrtico estaba siendo una escuela tan ntima como pblica.

Semana Santa de 1987: carapintadas y la democracia puesta a prueba.

Su primer salto hacia la militancia fue en los noventa, con 13 o 14 aos, en el centro de estudiantes del secundario. La causa que orden ese aprendizaje fue la resistencia a la Ley Federal de Educacin del menemismo. «Era una contienda muy fuerte y los colegios eran protagonistas. Y por supuesto, el liderazgo social de Jaime de Nevares, obispo de Neuqun y referente de los derechos humanos en la Patagonia». Al comienzo, tareas concretas; con el tiempo, lecturas y debates. All emergiuna dimensin decisiva para Zapata: el gusto por la poltica conceptual. Por el estudio en paralelo a la praxis.

—Cmo fue esa primera experiencia de militancia?

—Dira que primero hubo prctica —marchar, organizar, hablar— y muy rpido apareci la necesidad de pensar. Empec a ir a talleres de lectura; descubr que eso me apasionaba.

Cuando se instal en Crdoba Capital, a finales de los noventa, conoci a Jos «Petiso» Pez en un locro del primero de mayo organizado por la Coordinadora Popular en Crdoba, donde confluan viejos dirigentes clasistas de los sesenta y setenta. «Petiso» era un dirigente central del Cordobazo, referente en la empresa FIAT y en el sindicato Sitrac-Sitram. Crdoba mantena viva una memoria obrera golpeada por la represin: «Muchos haban sido ‘presos legales’ antes de 1976». «l era un tipo divertidsimo y profundamente proletario, que se dio cuenta de que me interesaba estudiar. Me meti en grupos de estudio marxistas y autonomistas que discutan transformaciones del trabajo y la tecnologa, y cmo eso impactaba en el sujeto trabajador». Zapata reconoce la picarda de «Petiso», formado en la tradicin clsica, pero capaz de cobijar a los ms jvenes con las discusiones que se daban en ese momento.

Guitarra, msica y los caminos que se cruzan

La biografa de Zapata es tan poltica como musical. Serenatas, fogones, peas, festivales. «En el interior,la msica popular sigue viva: se transmite en las familias y en las juntadas aparece la guitarra». Toc dos aos en el circuito de peas de Cosqun; en la lista de autores no faltan Atahualpa Yupanqui, el chango Rodrguez, las obras de Flix Luna con Ariel Ramrez, la cuyana y sus tonadas, el tango y el cuarteto.

La msica fue tambin otra pasarela hacia la poltica: a fines de los noventa, ya como estudiante en Crdoba capital, una prima militante del peronismo cordobs lo convoc para animar actividades territoriales de la campaa de Jos Manuel de la Sota. Federico necesitaba la plata y acept gustoso el convite. Msica y poltica se juntan en la vida de Zapata.«Entr por la guitarra, casi accidentalmente, y empec a entender al peronismo de Crdoba». Ese mundo, dice, le permiti complementar la reflexin sobre la reconversin productiva y tecnolgica con un programa de poder. «En el peronismo, el poder ordena y transforma», afirma Zapata.

Universidad jesuita y vocacin definida

Zapata estudi Ciencia Poltica en la Universidad Catlica de Crdoba, de tradicin jesuita. Militancia estudiantil, Derechos Humanos, bibliotecas abiertas. «La universidad me permiti sistematizar mi formacin de origen: curs varias materias de economa, mucha teora poltica y sociologa». «La disciplina me atrap por su costado creativo e innovador. Y no la separo de la msica: para m forman un continuo», seala Zapata.

—De qu manera records esa etapa acadmica?

—Intensa. Conceba el aprendizaje como un continuo entre teora y prctica. Haba que estudiar y, a la vez, hacer, militar.

Buenos Aires, Di Tella y una experiencia tocquevilliana en Washington

En 2004, Zapata se mud a Buenos Aires con un grupo de amigos y militantes. Dos aos despus, inici la Maestra en Estudios Internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella. Gan una plaza de intercambio para completar parte de la formacin en la School of Advanced International Studies (SAIS), de Johns Hopkins University, en Washington.

«Fue una inversin tocquevilliana en Estados Unidos. Me met en todos lados para entender cmo funcionaba esa sociedad. Aprend muchsimo».

Aunque le ofrecieron trabajo, eligi volver en 2008, el ao del conflicto con el campo. «Extraaba mucho al pas», rememora.

Federico Zapata:
«Fue una inversin tocquevilliana en Estados Unidos: me met en todos lados para entender cmo funcionaba esa sociedad. Aprend muchsimo», cuenta Zapata sobre su paso por Washington.

Comunicacin poltica: de Zamora al Bicentenario

Despus de esa experiencia pionera con De la Sota, impulsada por complicidad de la guitarra, su primer trabajo profesional en comunicacin poltica lleg en 2001, durante la campaa que llev a Luis Zamora, por Autodeterminacin y Libertad, a la Cmara de Diputados.

En esa poca conoci a Javier Grosman, un hombre de la cultura con una cabeza poltica que ms tarde sera director de la Unidad Bicentenario, encargada de los festejos del Bicentenario de la Revolucin de Mayo. En 2010, ya convocado por l, se dedic de lleno a contenidos. Sobre Grosman es contundente: «formidable».

El puente entre cultura y poltica fue fluido: Grosman vena de «Buenos Aires no duerme» y otros proyectos similares. En esos aos la vocacin de Zapata qued cristalizada.

Un «realista esperanzado» que evita los binarismos

«Evito etiquetas», avisa cuando se lo empuja a definirse profesionalmente.Como politlogo se reconoce «de frontera», ms cerca de la sociologa y la economa poltica. En consultora —codirigeEscenarios, junto a Pablo Touzon— rehye el clich: experiencia boutique, trabajo de campo, hiptesis propias, marca profunda. Tambin es coeditor, junto a Touzon y Martn Rodrguez, dePanam ySupernova, dos revistas digitales que dan pelea por la lectura y el pensamiento en un ecosistema de «fast forward».

«Si hiciramos lo mismo que todos nos pondramos una campera de Adidas y saldramos por streaming, que son las canchas de pdel de hoy.Creemos que un mbito de pensamiento profundo sigue importando», remata Zapata.

whatsapp image 2025-09-12 at 12.55.12
Escenarios: Federico Zapata y Pablo Touzon, sello propio y mirada boutique.

Hijo adoptivo de la ciudad

Vive en Buenos Aires desde 2004. Se define «hijo adoptivo» de la ciudad aunque mantiene un vnculo permanente con Crdoba. «Me encanta la zona del tren en el lmite entre Belgrano y Colegiales, hoy ms abierta, con mucho verde y parques. Camino por ah y escucho ‘Casern de tejas’ en la voz de Eladia Blzquez. Es muy luminoso; remite a una Buenos Aires de casas-quinta».

En su casa, poltica todo el da. Su esposa, Virginia —politloga— comparte esa pasin. «La vida profesional en poltica esfull time. La clave es que las dos cosas me apasionan: la familia y el trabajo». Una marca cordobessima es que a su mujer, Virginia, la nombra con el apodo de «Vicky». Tienen dos hijas, la pasin innegociable de ambos.

Una imaginacin federal con anclaje cordobs

El pensamiento de Zapata es una exploracin sostenida de la economa poltica, la tecnologa y el federalismo productivo. EnLos muchachos cordobeses. Cmo se construy un peronismo diferente (y qu podra aportar a la Argentina del futuro), editado porClave Intelectual en 2023, reconstruy cmo «el peronismo local se hizo cordobs antes de intentar que la sociedad se hiciera peronista». Es decir: adaptarse a la sociedad real para transformarla desde adentro, sin vanguardismos que desprecian lo existente.

«Unacrtica a la poltica de minoras intensas. La lite vanguardista de los ltimos aos se separ de la sociedad. Me interesa cmo se crea un orden que eleva a la sociedad que existe, no a la que se imagina», subraya Zapata aEl Economista.

Dos aos antes, haba sido coautor deQu hacemos con Menem. Los noventa veinte aos despus, editado por Siglo XXI en 2021.

whatsapp image 2025-09-12 at 12.54.12
Presentacin de Los muchachos cordobeses: Federico Zapata junto a Martn Rodrguez, Roy Hora y Camila Perochena.

«Cordobs transerrano, realista esperanzado»

En su bio de X (@zapatafederico) se define con palabras que condensan identidad y programa: cordobs transerrano, realista esperanzado. «Creo en el pas, en los empresarios y en los trabajadores. No me instalo en el pesimismo crnico.El desafo es encontrar un rumbo estable para desplegar la potencialidad«, reflexiona.

La sntesis personal y poltica no fue inmediata. Zapata la describe como un proceso hecho de acumulaciones: la infancia libre en Villa Dolores y San Javier, el cruce social, la formacin de origen en el marxismo y el clasismo autonomista, el peronismo cordobs, la universidad jesuita, la experiencia tocquevilliana en Washington, la comunicacin poltica y, finalmente, el laboratorio cotidiano de las revistas y de la consultora. Siempre estudioso, est en proceso de concluir el doctorado en Estudios Internacionales en Di Tella.

Zapata est hecho de pasiones. La poltica, s, aunque tambin la msica y la familia. Es, en buena medida, un hombre del siglo XX, tan cordobs como porteo por adopcin. Su mxima vital es hacer antes que predicar. Es reconocido por sus amigos como un hombre de accin y sus palabras tambin son actos. As, con filo, pero sin perder densidad, interviene y analiza en la poltica del presente. «Me atraen las zonas hbridas, las que incomodan; trato de permanecer ah», sintetiza.

El politlogo y codirector de Escenarios, Federico Zapata, conversa conEl Economista sobre las lecciones del peronismo cordobs, los lmites delambacentrismo, el desafo de unir el orden macro con el consumo capitalista y el papel de Kicillof y los gobernadores en la disputa por un nuevo orden federal.

whatsapp image 2025-09-12 at 12.53.41
«Me atraen las zonas hbridas, las que incomodan; trato de permanecer ah», sintetiza Zapata.

—En un tiempo tan desafiante, qu es lo que puede aportar la experiencia de la poltica cordobesa?

—La poltica cordobesa en este tiempo sirve para pensar varias dimensiones. La primera escmo se construye una lite poltica de nuevo para la Argentina. Ah hay un gran desafo. Estamos atravesando una especie de 2001. En aquel entonces, hacia adelante, hubo que construir una nueva lite poltica; ahora,en este 2001 mucho ms digital, mucho menos callejero, da la sensacin de que tambin habr que reconstruir una dirigencia que logre sacar al pas de un estancamiento que ya lleva quince aos.La primera leccin que aparece en el peronismo cordobs es justamente cmo se construye esa lite.

En el libro Los muchachos cordobeses tomo el perodo que va de la renovacin en Crdoba que arranca en 1983 y recin llega al poder en 1999. Hay un largo tiempo de llano donde lo que hacen no es levantar un proceso monoltico en torno a un solo liderazgo. De la Sota y Schiaretti fueron importantes, s, aunque lo que estaban construyendo era una lite para una provincia compleja, demandante, exigente. Esa experiencia deja una enseanza:hay que reconstruir una lite poltica en la Argentina, y eso implica un proceso de praxis con mucha generosidad, mucho llano, mucho sacrificio. Son palabras que tienden a perder fuerza cuando las lites se anquilosan demasiado tiempo en el poder, pero marcan un punto decisivo: volver a un lugar de enunciacin ligado al sacrificio.

Se trata de un peronismo que llega al poder en medio de la crisis del menemismo y de su concepcin del Estado, y que rpidamente va a diferenciarse tambin de la teora del Estado que propone el kirchnerismo a nivel nacional. Ah se abre un proceso muy creativo:buscar una matriz gubernamental capaz de gobernar la sociedad cordobesa. Ese aprendizaje resulta clave hoy,cuando lo que est en crisis es la teora del Estado de los ltimos veinte aos. Milei, en ese sentido, no ofrece una respuesta satisfactoria: su planteo es cerrar cosas, cortar canillas, destruir. Falta todava una teora de la gestin, del Estado y del gobierno, que no asfixie a la Argentina, sino que le saque lo mejor y la jerarquice.

En el peronismo cordobs aparece otra enseanza: esabsqueda pragmtica de una matriz de gobierno, elaborada a base de prueba y error, que logr funcionar como dinamizadora de la complejidad social de Crdoba.

El otro punto es que se animaron a pensaruna economa poltica para los tiempos actuales. Pern tena una frase que me encanta:«El peronismo, ms que una doctrina, es una montura que nos permite cabalgar los tiempos». En Crdoba no armaron un peronismo borbnico, preocupado por arrastrar al pas de nuevo al siglo XX, sino que disearon una economa poltica para este tiempo, para este mundo, para este presente. Eso les permiti un dilogo mucho ms productivo con la realidad laboral, empresarial y social de la provincia.

Cualquier intento de reorganizacin nacional del peronismo debera tomar en cuenta estos tres pilares:reconstruir una lite poltica, generar una nueva teora del gobierno y del Estado, y elaborar una economa poltica con apertura.

Federico Zapata: «Estamos en un 2001 ms digital: hace falta nueva dirigencia»

—En «Los muchachos cordobeses» se describe cmo se construy un peronismo diferente y qu podra aportar a la Argentina en el futuro. Puede Crdoba ser una capital simblica de refundacin nacional?

—Crdoba es un poco, de facto, la capital del interior de la Argentina. Y, por eso, mantiene siempre una relacin de tensin con la ciudad de Buenos Aires. Ha sido histricamenteun actor contrahegemnico.

Es una provincia que siempre funciona como el corazn donde late la voz del interior, la parte ms federal de la Argentina, al menos hasta la Patagonia, que tiene otras caractersticas. En ese sentido, Crdoba ejerce una zona de influjo muy importante. Muchos chicos del interior van a estudiar all.Esa caracterstica le da un perfil de acuerdos federales que sigue siendo clave.

En estos aos Crdoba se mantuvo como alternativa vlida frente a la forma de poder que domin el pas en las ltimas dos dcadas.El peronismo cordobs funciona casi como una iglesia protestante: incluso en las adversidades, irradia una morfologa diferente. Por eso, cada vez que el peronismo nacional entra en crisis, los intentos innovadores de discurso se apoyan una y otra vez en Crdoba.

Pensar en unas nuevas «Provincias Unidas» sin la accin poltica, gubernamental e ideolgica de Crdoba es incomprensible. Es un actor que probablemente ser protagonista de la disputa por la identidad argentina en los prximos aos.

—Propons que el peronismo local se hizo cordobs antes de intentar que la sociedad se hiciera peronista. Qu enseanzas deja esa experiencia, sobre todo, pensando en el presente y el futuro del pas?

—La principal enseanza es quela poltica argentina necesita poner en pausa la construccin de minoras intensas y, en algn punto, leer con realismo el mundo y la situacin del pas: oportunidades, desafos, limitaciones. A partir de ah, armar una poltica que jerarquice a la sociedad argentina, que la eleve y le saque lo mejor. Eso no se logra anteponiendo una identidad rgida a la sociedad y a los desafos del entorno global.

Hay un problema de dogmatismo visible en el avatar kirchnerista, tambin en el avatar milesta y, en cierta medida, en el avatar macrista: la idea de que «la sociedad argentina es un problema, hay que revolucionarla, hay que transformarla».

Ese sesgo cuesta caro.Es difcil salir del atolladero si se avanza contra la sociedad. La experiencia cordobesa deja otro aprendizaje: no se trat de un peronismo conservador que «representa lo que hay» y se queda ah, sino de un peronismo con potencia transformadora.La diferencia es dnde ubica la intensidad: en la sociedad. La revolucin tambin puede residir en la sociedad, no en la lite poltica. A la lite le toca crear herramientas para que esa sociedad crezca, se desarrolle, gane complejidad, exporte con salto cualitativo y genere trabajo de calidad. se es el desafo.

En la Argentina, hace aos que una lite vanguardista coopta la conversacin pblica. Es una lite separada de la sociedad, que la conoce poco y a veces la mira con fastidio. Busca que la sociedad se parezca a su molde en lugar de partir de la realidad efectiva. Pocas lites latinoamericanas exhiben un desapego tan marcado respecto de su propia sociedad.

escenarios_005 (1)
«La poltica argentina necesita poner en pausa la construccin de minoras intensas», sostiene Zapata.

—Segn la encuesta de Sicchar en Crdoba Capital, Juan Schiaretti encabeza con 33,3%, seguido por Gonzalo Roca de LLA con 23,7% y Natalia De la Sota con 10,6%, mientras Mestre y Pablo Carro aparecen relegados. Qu dice este mapa sobre el presente del cordobesismo de cara a octubre?

Schiaretti es la figura poltica con mejor imagen en la provincia de Crdoba y el gobernador con mayor valoracin desde la recuperacin democrtica. La decisin del peronismo cordobs de que encabece la boleta se entiende como parte de la bsqueda de una proyeccin nacional de Crdoba, esta vez a travs de Provincias Unidas. En una instancia electoral que histricamente resulta adversa para el peronismo local —las elecciones de medio trmino—, si la frmula Schiaretti-Llaryora logra imponerse sobre Milei en Crdoba, se abrira la posibilidad de acelerar la construccin de una alternativa poltica de carcter federal, productivo y laboral con la mirada puesta en 2027. Esa dinmica anticipa una polarizacin marcada entre el peronismo cordobs y La Libertad Avanza.

—En unaentrevista con la periodista Luciana Vzquez dijiste que «Milei es el partido del orden macro pero le cuesta transicionar hacia el partido del consumo capitalista». Observs en la derrota del milesmo una expresin de esa dificultad para conectar con el consumo y el bolsillo?

—Absolutamente. El ao hegemnico de La Libertad Avanza fue 2024: el ao en que empez a domar el orden macroeconmico y logr armar un programa mnimo de estabilizacin. El paso siguiente en 2025 deba ser que ese partido de la macro transicionara hacia un partido del orden capitalista. El problema es que Milei parece no tener «lado B». Es como un disco sin cara opuesta: se queda pedaleando en el aire. Si el nico plan es ajuste, ajuste, ajuste, falta una fase.

En la eleccin bonaerense, ms all del triunfo de Kicillof y de los intendentes, lo que se ve es un gran castigo a esa falencia:un Milei que propone una furia permanente de destruccin y al que, en un momento, la sociedad le responde «me ests destruyendo a m tambin».

—Kicillof en su discurso postelectoral habl de los gobernadores, pero no mencion al empresariado. Es posible una sinergia entre el sector empresario y un eventual nuevo gobierno peronista?

—El peronismo atraviesa una fase de transicin. La eleccin bonaerense marc algo importante: la toma de conciencia de Kicillof y de los intendentes de que pueden construir poder propio, con cierta autonoma, y ganar una eleccin. Aunque con eso no alcanza: sigue siendo un actor provincial.

Si el peronismo quiere proyectarse ms all del AMBA, necesita avanzar en nuevas ideas sobre el rol del Estado y sobre la economa poltica.Si cree que con ser la herramienta de castigo de Milei alcanza para recuperar el poder en 2027, es una hiptesis haragana.

Hay, sin embargo, un hecho nuevo: la sociedad despenaliz al peronismo como herramienta de castigo.Normalmente lo castigaba; en esta eleccin lo us para castigar.

«La sociedad despenaliz al peronismo como herramienta de castigo.Normalmente lo castigaba; en esta eleccin lo us para castigar»

—Se puede leer el resultado bonaerense menos como un apoyo directo al peronismo y ms como un rechazo al milesmo que coyunturalmente se expres en Axel y en los intendentes?

—Completamente. En paralelo, aparece algo quiz ms importante: la incapacidad de La Libertad Avanza para sintetizar al electorado no peronista de la Provincia de Buenos Aires y las ganas de ese electorado de castigar a LLA. Eso se observa en parte del voto de la primera seccin, que se inclin por el peronismo; en el voto en blanco y en la abstencin, sobre todo en el interior; y tambin en la aparicin de fuerzas que hicieron buenas elecciones en la segunda y cuarta seccin, como «Somos». Distintas formas de rechazar al milesmo.

Kicillof aparece como una especie de peronista blanco, honesto, que en el contexto de los ltimos veinte aos de crisis del peronismo y escndalos de corrupcin gana legitimidad para operar de ese modo.

Kicillof tiene algo de «peronismo uruguayo»: expresa el corazn de las ideas kirchneristas —y ah est su desafo, romper con esa repeticin—, pero al mismo tiempo la sociedad lo percibe como honesto. Y en un pas con el contrato de representacin roto, la honestidad no es menor.

La reconstruccin de la interlocucin entre dirigencia y sociedad va a implicar sacrificio, arrojo y honestidad. Por eso los escndalos de corrupcin golpean tan fuerte al milesmo. Kicillof, en cambio, tiene la ventaja de estar percibido, con razn, como un actor honesto. Esa diferencia lo separa del kirchnerismo de las ltimas dos dcadas. Su desafo es construir un nuevo cuerpo de ideas que lo saque de la repeticin discursiva.

Federico Zapata: «Kicillof tiene algo de ‘peronismo uruguayo’: expresa el corazn kirchnerista, aunque la sociedad lo percibe como honesto»

—Kicillof tiene la capacidad de aglutinar un frente antimilesta que vaya ms all de los lmites tradicionales del peronismo?

—Hoy tiene la oportunidad.Lo que logr fue empezar a generar una jubilacin de facto de Cristina Kirchner en la Provincia. Sin eso, no haba posibilidad de un nuevo liderazgo.

El gran desafo para salir del AMBA es producir las nuevas canciones.S, es honesto y tiene la capacidad poltica para jubilar junto con los intendentes un liderazgo que no poda renovarse por la va clnica. Nadie crea que una sucesin en clave de clan —como convertir a Mximo Kirchner en la lapicera— pudiera sostener un poder autnomo. Lo valioso es que Kicillof y los intendentes ganaron en sus propios trminos y en contra de la lapicera de Mximo, y eso es sumamente relevante.

Lo que sigue es construir un nuevo cuerpo de ideas que le permita nacionalizarse.

—En tus textos insists en el «ambacentrismo» que domin la poltica kirchnerista. En qu medida ese ambacentrismo redujo la imaginacin poltica? Cul podra ser el aporte de lo que llams «los centrales» al desarrollo nacional?

—La trampa del ambacentrismo se cifra en cmo, sobre la base del peso demogrfico y electoral de la Provincia de Buenos Aires —sobre todo del conurbano—, se construye gobernabilidad en ese territorio, incluso a costa de las posibilidades de insercin internacional de la Argentina, de un replanteo de la matriz estatal o de la discusin sobre el modelo de acumulacin.

Superar esta trampa no implica ir contra el AMBA, sino resolver su economa poltica. La regin centro ofrece una alternativa:una economa poltica diferente tanto al extractivismo libertario como a la vieja matriz estadocntrica del kirchnerismo. Es un modelo alternativo, hoy muy compatible con lo que el mundo le demanda a la Argentina, y con la posibilidad de que esa oportunidad derrame federalmente.

Desde su creacinintegran la Regin CentroSanta Fe, Crdoba y Entre Ros. Histricamente, las ms dinmicas fueron Santa Fe y Crdoba.

—Qu tan viable es que el peronismo nacional se reconstruya como «partido de las cosas» (obra, servicios, empleo, orden macro) desde el llano?

El peronismo nacional atraviesa una gran crisis. El entusiasmo por el triunfo bonaerense no apaga esa crisis ni la resuelve. El peronismo tiene una crisis de dirigencia poltica, de ideas y de arraigo social. Sigue siendo un actor importante en la vida argentina, pero la sociedad dej de verlo como el actor que produce orden y pas a verlo en los ltimos veinte aos como el actor que produce crisis.

La historia no est escrita. Habr que escribir la nueva generacin del peronismo. Crdoba, en todo caso, ofrece una metodologa, un formato y un modelo distintos:cmo transicionar de un peronismo que produce crisis a un peronismo que vuelva a producir orden y desarrollo en la Argentina.

Dirigentes del centro del pas, postal federal.

Redacción

Fuente: Leer artículo original

Desde Vive multimedio digital de comunicación y webs de ciudades claves de Argentina y el mundo; difundimos y potenciamos autores y otros medios indistintos de comunicación. Asimismo generamos nuestras propias creaciones e investigaciones periodísticas para el servicio de los lectores.

Sugerimos leer la fuente y ampliar con el link de arriba para acceder al origen de la nota.

 

- Advertisement -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Advertisement -spot_img

Te Puede Interesar...

Tragedia en un festival aéreo en Córdoba: dos personas murieron al estrellarse su avioneta

Una avioneta se estrelló este sábado en el marco de un festival aéreo que se realizaba en el Aero...
- Advertisement -spot_img

Más artículos como éste...

- Advertisement -spot_img