Mabel Rodríguez tenía 42 años. Madre de siete hijos, se ocupaba tiempo completo de las tareas domésticas y de cuidado en su vivienda de Virrey del Pino. Durante muchos años, su pareja, Ricardo Arias la hostigó y amenazó de muerte. «No me canses porque te voy a matar», solía decirle. Una y otra vez. Pese a tener dos denuncias por violencia y una perimetral, el pasado domingo, en horas de la madrugada, el femicida materializó su advertencia y la asesinó a golpes. Todo, delante de sus hijos.
En diálogo con El1, Carlos, hermano de la víctima, entre el dolor y la bronca por lo ocurrido expresó: «esto ya estaba escrito, las amenazas de asesinarla las venía realizando desde hace un tiempo largo. Yo tengo todos los audios guardados de cuando ella me lo contaba. Yo llegué a hablar con el, le dije que no la amanece más, que se calme y mi hermana, de hecho, me dijo que se había calmado, pero mi intuición era que algo pasaba de nuevo y ella no me contaba».
El presentimiento del hermano de Mabel de que algo no estaba bien era real. «El sábado le mandé mensaje y le llegó, pero no me respondía. Por eso decidí llamar a mi mamá, pero tampoco me respondía. El domingo fue al lugar y se encontró lo peor. Mi hermana ya estaba muerta», lamentó Carlos.
«Me mandé una cagada»
Tras el femicidio, Arias llamó a una de sus hermanas para contarle lo que había hecho. «Me mandé una cagada, una macana grande, maté a Mabel. La hermana no le creía y se fueron con otro de sus hermanos y encontraron a Ricardo nervioso. El asesino se había cambiado toda la ropa. Cuando entra uno de sus hermanos a la casa vio sangre por todos lados y en la pieza estaba Mabel muerta», detalló.
Ante esta situación, efectivos policiales se hicieron presentes en el lugar y constataron que la mujer yacía sin vida en la vivienda. «Cuando llegaron los policías, no se resistió a nada y confesó que el la mató a mi hermana, así que en ese momento se lo llevaron detenido. Ahora está preso», contó.
Pedido de ayuda para los hijos de la víctima
A días del femicidio, Carlos recordó a Mabel como una mujer «que la luchaba todos los días». «La voy a recordar como lo que fue: una buena madre, hermana, hija y amiga, con un corazón terrible. Por eso hoy el pedido es justicia y que el asesino se pudra en la cárcel», exigió.
En esta línea, pidió: «Además, necesito ayuda del Gobierno o del Municipio porque sus hijos quedaron huérfanos y uno de ellos, incluso, es un niño con discapacidad. El padre biológico no les da nada de ayuda, así que por favor, necesitamos que nos ayuden».
Si usted sufre o conoce a alguien que sufra violencia por motivos de género llame al 144.