Daniel Santoro, Gustavo Sierra y Alejandro Alfie pasaron por Urgente, la primera edición de la feria de periodistas y libros, para contar su experiencia de cómo investigar al poder en un panel de lujo. En la segunda jornada, la sala de la Biblioteca Ricardo Güiraldes (Talcahuano 19261) estuvo ayer colmada para escuchar a tres referentes de los medios del periodismo gráfico.
Semejante carta de presentación para tres grandes periodistas y escritores: Daniel Santoro (especialista en investigación política y judicial, es Editor de Judiciales de Clarin) publicó más de 11 libros de investigación periodística, entre ellos, La ruta del dinero K y La batalla final de Cristina (Planeta). Es fundador de FOPEA y miembro de la Academia Nacional de Periodismo. También recibió el premio Maria Moors Cabot de la Universidad de Columbia (2004), El premio Rey de España y el Konex de Platino 2007.
En tanto Gustavo Sierra (exClarín, actualmente en Infobae) es analista en política internacional, también corresponsal de guerra destacándose en la cobertura de varios conflictos bélicos como Afganistán, Irak y Ucrania y la situación en Medio Oriente, entre otros trabajos. También es autor de siete libros El último: Berliner, El vengador de Treblinka (Marea), en el que cuenta la historia del prisionero argentino-polaco que mató a un soldado nazi en un campo de concentración. Un caso único en la Segunda Guerra Mundial. Además, Ganó el Konex 2007.
Por su parte, Alejandro Alfie, docente de la UBA y periodista de Clarín especializado en medios y en libertad de expresión, es autor de tres libros. Uno de ellos es Los agentes de Néstor y Cristina (Editorial Margen izquierdo). También conduce “Contacto Digital”, en Radio Rivadavia, y columnista en Radio Continental. En 2011 recibió un premio de ADEPA a la libertad de expresión.
Periodismo explícito: los gajes del oficio de los periodistas que investigan al poder, política y los intentos de coartar la libertad de expresión, en una entretenida charla moderada por Cristina Mucci.
Daniel Santoro abrió la esta charla sobre libros periodísticos y la investigación al poder. “El libro es la mejor plataforma para la investigación periodística y porque perdura en el tiempo”, aseguró.
“Lo que escribimos y decimos por la radio y televisión es realmente muy efímero, lo mismo cuando publicamos en las ediciones digitales porque ‘muere’ en minutos. Escribí diez libros de investigación periodística donde he analizado cosas que no puedo llegar a hacer en el diario por el tema de la hora de cierre y el apuro”, reveló el periodista y editor de Clarín.
También se refirió al actual rol del periodismo y al vínculo directo con el público a través de las redes sociales.
“Tenemos pasión en todo lo que hacemos en el periodismo pese a los problemas, pese a las amenazas. El contacto con los lectores en tiempos de internet y redes sociales que no tiene valor para nosotros porque es un feedback directo. Poder intercambiar que nos critiquen y que nos digan que han leído nuestros libros es uno de los estímulos más grandes que tiene el periodismo”.

Atención a la revolución “científico tecnológica”
“Creo que hay un parámetro de todo lo que está ocurriendo y tiene que ver con la revolución científico tecnológica que nos está llevando en este mismo momento a una nueva era, a una velocidad extraordinaria nunca visto antes en la historia”, opinó Gustavo Sierra.
En esa línea, comentó que “nuestro cerebro no está capacitado para realmente acompañarla ni para entender lo que nos pasa y lo que nos está sucediendo”.
“Esta revolución científico tecnológica nos está modificando incluso antropológicamente. No vamos a ver la dimensión hasta dentro de un tiempo, pero lo que estamos viviendo es el caos que crea esto. Esto hace que mucha gente tenga rabia, está desconcertada y no sepa qué es lo que está sucediendo”, agregó el periodista de Infobae.
Como ejemplo, se refirió a la actual pelea entre el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el empresario Elon Musk, exconsejero presidencial y fundador de SpaceX, la automotriz Tesla y dueño la red social ‘X’, entre otras empresas. Un conflicto “inesperado” entre dos exaliados -ahora, enemigos- que está provocando un verdadero impacto en todo el mundo.
“Si alguien se levantó esta mañana en los Estados Unidos escuchando cómo el hombre más poderoso de la Tierra se pelea con el hombre más rico de la Tierra en los términos en los cuales estuvieron peleando ayer y hoy Trump y Elon Musk nos habla de esa incertidumbre total y absoluta en la que vivimos”.
“La reacción a eso es lo que hemos tenido en personajes que llegan al poder en la gente muy enojada y se expresa a través de las redes sociales y vemos que el poder no se detiene ante nada, utiliza ese caos, va en contra de lo que quieren imponerle en cierta manera algunos parámetros por donde movernos. Sobre todo, es muy antidemocrático y anticultural”, destacó.
En se sentido, sostuvo que la investigación periodística se está volviendo cada vez más rigurosa, acorde a los tiempos que corren, dada la cantidad de conflictos que suceden en todo el planeta, tanto en países gobernados por la extrema derecha como los de la extrema izquierda.
“En esa confusión tenemos que intentar buscar a través de la investigación periodística que tiene que ser cada vez más precisa, con mayor cantidad de fuentes, con un trabajo mucho más elaborado de lo que veníamos haciendo hasta este momento porque lo que tenemos en frente es muy poderoso y puede desbaratar cualquier trabajo que emprendamos”.
Si entendemos esto podemos ver hacia dónde vamos, y hacia donde vamos es que la investigación periodística tiene un aliado importantísimo que apareció hace apenas dos años: la Inteligencia Artificial, utilizada en muchos aspectos para el bien y en muchos otros, diría la mayoría, para el mal. Es una herramienta que tenemos para investigar, pero también es absolutamente peligrosa, nos trae todos esos audios y videos que no son reales e intentan modificar la realidad”.
Y cerró: “En este contexto tenemos que movernos los periodistas y tratar de entender por dónde funciona el mundo, y tratar de elaborar algunos libros o investigaciones periodísticas en los medios de comunicación para tratar de trascender. Esto es muy difícil, no tenemos la dimensión del cambio que se está produciendo en este instante”.
¿Bajó la credibilidad de los periodistas?”, preguntó Cristina Mucci.
“Las encuestas demuestran que se ha perdido la credibilidad en el periodismo. En 1983, cuando empezó la democracia, la profesión de periodista era la que tenia mayor estima social. Hoy estamos por debajo de los sacerdotes. En términos futbolísticos, estamos ‘en el medio de la tabla’. Según una encuesta de Poliarquía del año pasado, las que hoy tienen mayor estima social son las Fuerzas Armadas”, reveló Daniel Santoro.
Y siguió: «Estos ingenieros del caos creen se montan sobre esto y creen que somos enemigos moribundos y se aprovechan. Somos la última frontera para esto que se creó un poder hegemónico. Como no hay fuerzas de la oposición que puedan enfrentar al gobierno de Milei en términos políticos, ellos ven al periodismo profesional e independiente diciéndole ‘esto no es así. La inflación es cierta pero no la microeconomía’”.

“Prácticamente no hay ataques a la prensa periodística cuando el discurso es: ‘Vamos vencer a Cristina Kirchner en la tercera sección electoral’”, advirtió.
¿Cómo es investigar el poder?
Según Alfie, también autor del libro El lado B de Telefónica, su reciente obra, “investigar al poder no es solamente investigar a los dirigentes políticos o al gobierno de turno, también es investigar a las empresas cuando hacen cosas que están fuera de la ley y que cuesta mucho poder publicar eso. Mi libro salió publicado en la Crujía, una editorial pequeña ya que a las grandes editoriales se les complicaba publicar una investigación contra una empresa que es de las más grandes, además de ser un gran anunciante de todos los medios de comunicación”, subrayó.
Alfie adelantó que está escribiendo un libro de los ataques que recibe, “pero tiene que ver con los trolls de Milei, con al aparato de comunicación que creó el gobierno y forma parte de la estrategia de Gobierno. Ese aparato incluye como parte fundamental este hostigamiento al periodismo, a los periodistas y a los medios de comunicación. Como en Clarin escribo sobre estos temas vinculados a medios y a la libertad de expresión, la verdad es que lo siento personalmente porque me dedico a eso”, reveló.
También, afirmó que “el Gobierno no quiere que escriba sobre estos temas. Para mí es algo inevitable, es mi especialización”.
Luego, enumeró los inconvenientes que tuvo con los trolls de Milei: “Me han llevado a mediaciones judiciales, me pedían 20 millones de pesos para dejar de hablar de ellos. Consideran que no podemos escribir sobre ellos. A estos trolls Milei los retuitea todos los días”, sentenció.

Según Alfie, las amenazas de los trolls de Milei vienen ante una supuesta revelación de su verdadera identidad: “Me dicen ‘vos no me podés mencionar porque me estás ‘docseando’: estás revelando mi identidad y yo justamente pongo un apodo para que no sepan quién soy”.
Alfie reveló que algunos de estos trolls de Milei “reciben un sueldo, otros no porque son millonarios, trabajan desde Casa de Gobierno. Forman parte del ecosistema paraestatal del gobierno”.
En esa línea, Santoro advirtió que “esta maquina de destruir prestigio de los periodistas para que perdamos la credibilidad la tienen los populismos de izquierda y los de derecha”.
“Esto lo inició Cristina Kirchner, antes era 678, ahora tenemos 876”, bromeó. Y siguió: “Cristina tenía un multimedios propio, tenía más medios que el Grupo Clarín. Incluso tenían los medios del Estado. También utilizó el servicio de inteligencia para perseguirnos. Tenían un ejército de abogados. Quisieron meterme preso”, amplió Santoro, autor de La Ruta del Dinero K.
“¿Qué hace el gobierno libertario contra los periodistas, qué diferencias hay respecto a lo que hizo kirchnerismo?”, preguntó la periodista Silvia Mercado, curadora de Urgente.
“Los libertarios tienen el mismo objetivo pero con un nivel de insultos que se multiplican en una época de hegemonía de las redes sociales. No tengo pruebas de que hayan dado órdenes de búsqueda contra periodistas. Como decía gustavo al principio, tenemos que ser precisos”, aseguró Santoro.
El editor de Judiciales de Clarín es integrante de la Academia de Periodismo y presidente de FOPEA. “Tenemos que pelearnos con Milei por las cosas que comprobamos que realmente hizo Milei”.
“El plan de la SIDE para sus objetivos de este año no dice específicamente periodistas, historiadores y economistas. Dice que tiene como función identificar y reunir información de actores estratégicos. Lo cierto es que en la oposición están muy preocupados, es un paraguas muy amplio en cuanto a ese tema. Así como ya aprendieron otros métodos de Cristina pueden ser que en el futuro también en un futuro utilicen el aparato de inteligencia”, planteó Santoro.
“Pero es un aparato de inteligencia privado. La SIDE no tiene el monopolio de la Inteligencia como en la época de Menem. Ahora, cualquier empresa de seguridad privada o consultora tiene equipos para intervenir teléfonos, mails. Las famosas valijas de Milani se venden en Miami por 2000-3000 dólares”, apuntó.
“¿Hay censura?”, preguntó Cristina Mucci.
“No veo que haya registros de censura. En este momento estamos en la etapa de la autocensura”, comentó Gustavo Sierra.
“La libertad de expresión está contemplado en los tratados internacionales de Derechos Humanos e incluye no solo poder difundir las ideas de información sin censura previa sino que hay una segunda parte de ese párrafo que incluye no ser molestado por difundir las informaciones, opiniones, etc. Por lo tanto, hay una restricción a la libertad de expresión, esta segunda parte que figura en la Constitución Nacional de la libertad de expresión no se estaría cumpliendo en Argentina porque hay restricciones”, analizó Alejandro Alfie.
“También hay dos tipos de censura, directa e indirecta: acá no hay censura directa pero creo que hay censura indirecta a través de distintas herramientas de Gobierno para que ese debate robusto no se de en algunas situaciones”, concluyó Alfie.