Cinco hombres fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato de un adolescente de 15 años y un hombre de 23, además del intento de homicidio de un tercero, luego de un brutal ataque en manda en el norte de Londres, Inglaterra.
La sentencia, dictada en el Tribunal Penal Central de Inglaterra y Gales el viernes 26 de septiembre, concluyó cona la investigación por el doble homicidio de Leonardo Reid, de 15 años, y Klevi Shekaj, de 23 años.
Los cinco hombres —Lorik Lupqi, de 21 años; Abel Chunda, de 29 años; Jason Furtado, de 28 años; Eden Clark, de 29 años; y Xavier Poponne, de 21 años— habían sido previamente condenados por asesinato y tentativa de asesinato, según informó la Policía Metropolitana de Reino Unido en un comunicado.

El crimen tuvo lugar el jueves 29 de junio de 2023. Las víctimas, Leonardo y Klevi, no conocían a ninguno de los miembros del grupo que los atacó. Aquella noche se habían reunido junto a un grupo de personas en Elthorne Estate en Archway, al norte de Londres, para grabar un video musical para un artista conocido como Tight Road Baby.
Después de que la multitud se dispersó, quedaron varios jóvenes en el área. La agresión comenzó alrededor de las 8:30 p.m. cuando Lorik Lupqi observó la situación y lo tomó como una «oportunidad para herir a quienes pensaba que eran miembros de un pandilla rival».
Según la fiscalía, Lupqi y Furtado supuestamente instigaron el ataque. Reservaron un taxi para recorrer a Chunda, Clark y Poponne. Los atacantes llegaron a la propiedad armados con machetes y usando máscaras.

La alarma se encendió cuando una figura vestida de negro y con pasamontañas fue vista agachada y avanzando con un cuchillo grande, seguida por otros tres hombres de negro que se levantaron de donde se habían escondido detrás de los automóviles.
El detective inspector Jim Barry, de Scotland Yard, indicó que estos hombres violentos entraron a la propiedad con la intención de matar a cualquiera que pudieran, bajo la «falsa impresión» de que quienes se encontraban allí eran miembros de pandillas rivales.
Reid fue apuñalado en el pecho, herida que atravesó su pulmón izquierdo y uno de los principales vasos sanguíneos, lo que provocó una pérdida importante de sangre. Shekaj fue apuñalado en la espalda, con una herida que atravesó su pulmón izquierdo. Murió al llegar al Hospital Whittington.

Abdullah Abdullahi fue atacado por cuatro personas con el rostro cubierto y armado con machetes. Después de resbalar y caer mientras huía, fue agredido. Sufrió dos puñaladas en el lado derecho del abdomen, un pulmón perforado, dos costillas rotas y un diafragma fracturado, además de heridas de arma blanca en la cabeza y la rodilla. Relató haber pensado que iba a morir, hasta que escuchó a uno del grupo decir: «déjalo».
Tras el ataque, un taxi llevó a Chunda, Poponne, Clark y Lupqi lejos de la escena. La Jueza Anjua Dhir condenó a los cinco a cadena perpetua. Las penas mínimas impuestas por asesinato fueron: un mínimo de 39 años para Lupqi; un mínimo de 37 años para Furtado y Poponne; y un mínimo de 38 años para Chunda y Clark.
Además, todos recibieron una pena adicional de 25 años por el cargo de intento de asesinato. En total, fueron condenados a 189 años de cárcel.

Se reveló que Furtado y Lupqi llevaban tobilleras electrónicas en el momento del ataque. Lupqi, originario de Archway, se cortó su tobillera y huyó a Kosovo, pero fue extraditado de vuelta al Reino Unido en noviembre pasado, momento en el que fue arrestado.
Además, en los teléfonos de Poponne, residente de Islington, se recuperaron mensajes donde supuestamente «glorificaba» los asesinatos y se jactaba de haber «conseguido un trío».
Desafiante y provocador: la actitud de los condenados en la sala
La jueza Dhir criticó a los acusados por su comportamiento durante el juicio, al calificarlo de «espantoso». Esto incluyó constantes exabruptos en la corte, peleas en el banquillo, comportamiento disruptivo y una «completa falta de respeto por el proceso judicial y las familias de sus víctimas». Lupqi fue descrito como «de lejos el peor».

De hecho, el juicio tuvo que ser interrumpido a mitad de camino después de que Lupqi atacara a Chunda. Salpicó el banquillo con sangre, lo que requirió una limpieza profunda antes de que la corte pudiera reanudarse.
Mientras Lupqi era trasladado con esposas, juró y amenazó a la jueza Dhir con matarla «cuando salga” de la cárcel. La jueza remarcó que la sentencia fue por el brutal crimen cometido y no por su conducta en la corte.
Las madres de las víctimas también criticaron la actitud de los acusados. Valbona Shekaj, madre de Klevi, señaló que en lugar de mostrar remordimiento, ellos «nos sonreían desde el banquillo de los acusados». «Jugaron con nuestro dolor y trataron todo este juicio como un juego, como si la vida que se llevaron y la devastación que causaron no significaran nada», agregó, de acuerdo con Mirror.
Valentina Locci, madre de Leonardo, expresó que su pasado, presente y futuro quedó «aplastado y arrebatado» por un «subidón de adrenalina, un aumento del ego, una gratificación egoísta sin recompensas, a costa de otros».