
Foto: Leonardo Maine/Archivo El País.
«Ahora la nueva orden es matar», escribió desde una celda del ex Comcar un hombre al que la Fiscalía acusa de haber ordenado un homicidio desde la cárcel, según relataron en una de las audiencias del caso representantes del Ministerio Público. La Fiscalía de Homicidios de 2do Turno pidió enjuiciar a tres hombres por este crimen. A uno de ellos, el ya mencionado, lo acusó por sicariato y a los dos restantes por haber colaborado con la ejecución del delito.
De acuerdo a la teoría fiscal, el acusado principal manejaba parte de la distribución de drogas en el barrio Manga. De hecho, al momento del homicidio estaba preso por delitos vinculados a estupefacientes. La víctima era una mujer joven que vendía para él y a la que acusaba de haberse quedado con parte de la droga.
Las amenazas para que le devuelva la sustancia, sostiene la demanda acusatoria a la que accedió El País, cada vez eran más violentas, hasta que se le advirtió que la matarían. En audiencias judiciales anteriores, las fiscales sostuvieron que incluso tenía «precio» la cabeza de su hija, de cuatro años, y por eso la mujer tomó diferentes recaudos para protegerla.
Para llevar a cabo el crimen, tuvo la «imprescindible» ayuda de su hermano, también acusado en la causa. Pero, además, convocó a otro hombre —el tercer imputado— a quien le ofreció «dos pilas» (dosis de droga) a cambio de «un trabajo». Para la Fiscalía ese trabajo era incendiar la casa de la víctima.
Así, los dos acusados que estaban en libertad se dirigieron al domicilio y lo incendiaron, pero no lograron que el fuego se propagara tan rápido como para cumplir con su cometido. En esa primera oportunidad, la mujer sobrevivió.
El principal acusado, que se enteró de lo sucedido, se volvió a contactar con el hombre al que había «contratado» y le recriminó: «Hiciste todo mal. Un sillón nomás«, refiriéndose a que no logró incendiar la vivienda entera.
Por ese motivo, días después el recluso se puso en contacto con un adolescente y le pidió que, junto a su hermano, finalmente concreten el homicidio. El día 13 de febrero de 2024, ambos ultimaron a disparos a la víctima, de acuerdo a la versión fiscal.
El menor de edad fue condenado el año pasado por la Justicia de Adolescentes a seis años de internación en el Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa). Por los tres mayores, la Fiscalía irá a juicio y solicitó originalmente las penas de 25 y 26 años para los hermanos acusados (la pena mayor la pidió para el acusado de ordenar el crimen) y 10 años para el hombre al que «contrataron» pero que finalmente no participó de la segunda situación (los disparos) que le terminaron causando la muerte a la víctima.
Aunque los abogados de los imputados al contestar la acusación negaron que fueran responsables de esos hechos y apuntaron que la Fiscalía no contaba con pruebas de lo que decían, luego cambiaron esa posición.
Una vez que se presenta la demanda acusatoria y las defensas las contestan, se convoca a una audiencia de etapa intermedia en la que se debate qué pruebas ingresarán o no al juicio. En esa oportunidad, también pueden hacerse acuerdos entre las partes para «dar por probados» distintos hechos que no hacen al centro del asunto y en los que todos coinciden. Esto implica que esas cuestiones que se acuerdan, luego no se debatan en juicio.
En este caso, surge del auto de apertura del juicio oral, se acordaron todos los puntos medulares de los hechos. Es decir, los participantes, su rol y la sucesión de eventos que había descripto la Fiscalía. A partir de esto, es posible que se soliciten atenuantes para que la pena sea menor a la pedida por el Ministerio Público.
«Ordenaba el barrio desde la cárcel»
En la audiencia judicial en la que los tres fueron imputados, más de un año atrás, la fiscal del caso, Mirta Morales, sostuvo que le “indignaba bastante” que el hombre que presuntamente ejecutó la orden del homicidio, pese a estar preso, mantenía “mucho vínculo con el barrio”.
“Ordena lo que pasa en el barrio. Y tiene gente que le cuenta, inclusa algunos posteaban” a favor de la muerte de la mujer, dijo.
En esa audiencia, además, se leyeron mensajes con amenazas explícitas hacia la víctima. “Yo ya di la (luz) verde, que te maten”, decía uno de ellos. En otro, le dijo: “Entregá a tu hija. Dame a tu hija”.