Hansi Flick ha ganado las siete veces en las que se ha cruzado con el Dortmund en su carrera profesional como entrenador. Y no quiere que se le escape el octavo triunfo. Por su cuenta personal, pero sobre todo para que, seis años después, el Barcelona pueda disfrutar de una semifinal europea. La antesala de la de la deseada final. En un escenario imponente como es el Signal Iduna Park, el muro amarillo, el Barcelona contará con el apoyo de unos 3.000 aficionados azulgrana. “Tenemos suerte de llegar con ventaja porque el partido será muy difícil. Quiero que mi equipo disfrute de jugar contra uno de los equipos más importantes de toda Europa”, apuntó el técnico, que dejó claro que no le gusta vivir en un pasado que le traslada al triplete que consiguió con el Bayern ni mirar hacia el futuro pensando que todo está ganado.
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