Con el estreno de Pretty Woman, el musical en el Teatro Astral, Florencia Peña volvió a pisar fuerte el escenario con un protagónico tras el éxito de Mamma Mia!, del que se bajó luego de la temporada de verano en Mar del Plata . En esta nueva oportunidad, no está sola: la acompaña Juan Ingaramo, que debuta en teatro.
Dirigida por Ricky Pashkus, la obra propone una relectura musical de la icónica historia de amor que encarnaron Julia Roberts y Richard Gere en el año 1990. En diálogo con revista GENTE, los protagonistas argentinos abren las puertas de su intimidad creativa y cuentan cómo viven este desafío creativo.

Juan Ingaramo habla sobre su debut en la comedia musical
“Mucha felicidad, alegría e ilusión. Eso es lo que nos mantiene trabajando durante muchas horas para que todo sea excelente. Es mi primera obra de teatro y ¡con Florencia Peña de protagonista! Imaginate que no hay mejor manera de arrancar”, dice el músico con una sonrisa que mezcla admiración y vértigo. Vale destacar que esta propuesta le llega en medio de su ascendente carrera musical y luego de haber dado sus primeros pasos en la actuación en la segunda temporada de El Reino.
Y aunque está acostumbrado a los escenarios, reconoce que este nuevo universo lo interpela de otra forma: “El teatro es otra cosa. Tengo experiencia en escenarios, pero no actuando de este modo. Siempre fui un poco adicto a los desafíos. Así fue también dentro de la música, probando distintos personajes”.

¿Nació una amistad? Cómo es la relación entre Flor Peña y Juan Ingaramo
Juan revela que había recibido referencias de Flor antes de trabajar juntos. “Mike Amigorena me había advertido que ella era la mejor compañera. Y Mariano Otero, su ex marido y con quien estoy trabajando un disco, también me dijo: ‘Flor es lo más’. Mirá que es el ex, eh”, lanza entre carcajadas.
Sobre su exmarido y el padre de sus hijos mayores, la actriz suma con soltura: “Con Otero nos conocemos mucho trabajando. Lo conocí en una obra y ahora tenemos una excelente relación. Él me dijo que Juan era lo más, que lo iba a querer un montón. Me dijo que era buen tipo y muy trabajador. Y eso para mí es clave. Lo único que yo no me podría bancar de un compañero es que no sea laburador o que se maneje con desidia. Juan es un laburante increíble»
«Yo re creo que nació una amistad”, dice Flor sin dudar. “Nos fuimos a Los Ángeles a hacer fotos y la pasamos re bien. Somos artistas que venimos de lados distintos y los dos buscamos ser felices con lo que hacemos. Cuando encontrás alguien así, lo respetás. Admiro mucho al ser que va en busca de lo que quiere y no le teme al riesgo. Él podría haberse quedado tranquilo haciendo lo que hace y que le va muy bien. Además, lo hace hermoso», dice la actriz con total honestidad sobre su nuevo compañero de elenco.
De la particular cábala de Juan Ingaramo a los pedidos de Flor Peña para salir a escena
Florencia Peña confiesa que el detrás de escena también tiene su mística. “Tengo miles de cábalas porque soy muy cabulera. Siempre armo un pequeño ritual con el elenco. Hasta ahora veníamos gritando: ‘¿Qué vamos a hacer? ¡Los vamos a coger!’” (risas). “Después tengo mis manías personales: me traigo mi heladerita, mis velas… Me gusta que el camarín sea un lugar abierto para mis amigos. Pero hay cosas que si no las repito antes de ciertas escenas, siento que algo puede pasar. Las cábalas aparecen según la necesidad de cada obra”, confiesa la artista que tiene más de 4 décadas de experiencia.
Del otro lado, Juan confiesa entre risas: “He sido cabulero, pero trato de sacármelo para no depender. En los recitales usaba calzoncillos rojos. Una vez no los llevé y fue un show caótico. Viste que hay algo con el rojo, la cintita… Empezó así. Pero para el teatro quiero emanciparme de eso. Si surgen cábalas en el camino, veremos”.

Teniendo en cuenta su amplia trayectoria, Flor Peña responde con sinceridad ante la consulta de si tiene algún requerimiento que exija a la producción: “No tengo pedidos especiales. Mi único pedido es que salga bien”. “La excelencia para mí es salir al escenario a romperla. Yo pienso la vida colectivamente y el teatro es eso. Nada sucede si no es en equipo. No me salvo sola… nos salvamos todos. Si no baja un trasto, nos caga la función. Y eso es hermoso”, cierra la actriz en medio de una nueva etapa profesional.
Agradecimientos: TP Agencia.