La actriz recordó en La Mañana con Moria los difíciles momentos que vivió junto a Roberto Gómez Bolaños, afectado por Parkinson y una enfermedad pulmonar crónica.
La emoción se apoderó del estudio de La Mañana con Moria cuando Florinda Meza relató los últimos días de Roberto Gómez Bolaños, el querido Chespirito, y cómo enfrentaron juntos su deterioro de salud. La actriz compartió detalles hasta ahora desconocidos sobre la lucha del comediante contra el Parkinson y una enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
“Él nunca se enteró de su diagnóstico. Muchas cosas se aceleraron en él, entre ellas la pérdida del oído”, confesó Meza, visiblemente conmovida. Explicó que Gómez Bolaños ya tenía problemas auditivos desde joven, producto de una caída practicando clavados acrobáticos, y que ella se convirtió en su “oreja de contacto”: “Siempre que notaba, a petición de él, que no había comprendido una pregunta, se la repetía estando cerca para que pudiera contestar bien”.
Florinda detalló que los síntomas del Parkinson se manifestaron de formas poco habituales: “Esa enfermedad se manifiesta de muchas formas, como nos dijo la neuróloga, no todos los Parkinson tiemblan, ni todo lo que tiembla es Parkinson. Primero no sabíamos qué era lo que tenía. Se llenaba de ronchas, le daban convulsiones”.
La situación se complicó cuando los médicos detectaron microinfartos cerebrales sin poder determinar su origen: “El cardiólogo quería saber de dónde venían los microinfartos. Decía que de la carótida. Mucho tiempo después, una buena neuróloga nos ayudó. El que lo había atendido en la Ciudad de México era muy malo, perdimos mucho tiempo”, recordó Meza.
El testimonio de Florinda Meza pone en relieve la compleja lucha de Chespirito contra las enfermedades que afectaron sus últimos años, y su incansable amor y cuidado por el hombre detrás del personaje que marcó a varias generaciones.



