Barcelona
La tormenta del sábado ha vuelto a poner en el punto de mira el estado del pantano de Foix, en el término municipal de Castellet i la Gornal (Alt Penedès) que acumula lodos y agua contaminada y que ayer seguía al 100% de su capacidad por su precario sistema de desagüe. Cubelles es la localidad más afectada por el desbordamiento del río Foix en su tramo final . Los alcaldes de esta zona del Garraf y del Penedès aguardan a que la Generalitat plantee soluciones para evitar que la historia se repita, poder aprovechar los caudales y gestionar correctamente las crecidas fluviales.
La empresa encargada de la gestión medioambiental de la desembocadura del Foix, Klimetica, considera urgente aumentar el caudal ecológico del río, que ahora es de entre 37 y 57 litros por segundo, informa la agencia ACN. “Es muy importante que por el río baje agua de manera permanente y haya un ecosistema, porque esto también ayuda a evitar inundaciones”, indica Aron Marcos, responsable de Klimetic, a la ACN. “Es una presa muy particular porque tiene un único uso, el agrícola, y, además, muy pequeño”, subraya Marcos. La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) responde que ahora se han iniciado los trabajos de revisión del caudal ecológico para el periodo 2028-2033.
La ACA dice que ahora analizará si cabe aumentar el caudal ecológico para el periodo 2028-2033
La retención de los caudales en el embalse tiene otros efectos negativos, como la sequedad del río en su último tramo hasta Cubelles. Si no baja agua por el río, apunta Marcos, tampoco baja sedimento y esto provoca que las playas retrocedan en esta zona del litoral.
Marcos comenta que la intensa lluvia del sábado debería servir para que las administraciones cambiaran su mirada sobre el río Foix y un embalse “sin capacidad para abrir las compuertas”, a causa del escaso mantenimiento de los últimos años.