El Senado argentino rechazó por un voto la Ley de Ficha Limpia, que buscaba impedir que personas con condenas por corrupción en segunda instancia pudieran postularse a cargos públicos. La iniciativa, que ya contaba con media sanción de Diputados, fue impulsada por el PRO y respaldada por el oficialismo de La Libertad Avanza (LLA).
Tras la votación, el presidente Javier Milei expresó su descontento en redes sociales, calificando la situación de «lamentable» y acusando a los senadores de priorizar intereses personales y partidarios sobre las demandas del pueblo.
Desde la mirada del PRO:
- Silvia Lospennato (PRO) acusó a Javier Milei y su espacio de pactar con el kirchnerismo para hacer caer la ley, sugiriendo que hubo un acuerdo político por debajo de la mesa.
- Aseguran que La Libertad Avanza no gestionó los votos necesarios en el Senado, pese a tener el poder Ejecutivo. Dicen que si Milei realmente quería la ley, podía haberla impulsado con más fuerza, como hizo con otras.
- Sospechan que el Gobierno prefirió que la ley fracasara ahora, antes que permitir que inhabilite a figuras con causas judiciales que eventualmente podrían ser aliadas o útiles.
Desde la mirada de La Libertad Avanza:
Desde LLA acusan al PRO de estar más enfocado en sacar rédito electoral que en construir mayorías para aprobar efectivamente la ley.
Milei dijo que el PRO forzó el tratamiento del proyecto sin tener los votos asegurados, lo que facilitó su caída.
Sostienen que el PRO usó la ley como un gesto de campaña, para quedar como “los paladines de la anticorrupción” justo antes de las elecciones en CABA.
Desde el Gobierno, se negaron las acusaciones de un pacto con el kirchnerismo y afirmaron haber hecho todo lo posible para que el proyecto fuera aprobado.
El rechazo de la Ley de Ficha Limpia ha generado una crisis dentro de la coalición oficialista, evidenciando tensiones entre LLA y el PRO, y dejando en suspenso el futuro de la iniciativa hasta al menos 2026.